Jimin estaba en su silla, terminando de revisar algunos papeles se recostó en ella. Cerro los ojos por un momento, tomando aire. Amaría un masaje en los hombros en esos momentos.
Abriendo los ojos pensó en que tal vez no recibiría un masaje en sus hombros, pero si en el interior de su trasero.
Tan poco acostumbrado a tener a alguien y más en su propia casa, había olvidado que Jungkook ahora estaba en su departamento.
Marcando el número del teléfono, vio como luego del primer tono la llamada fue contestada.
—Hola Jungkook —dice al teléfono.
—Hola Jimin.
—¿Ya has salido de clases?
—Si, de hecho. Ya estoy en el departamento.
—Oh perfecto, llegaré en media hora. Toma una ducha y me esperas en tu cuarto hasta que llegue.
—Muy bien —respondió del otro lado el pelinegro.
Jimin colgó y comenzó a guardar sus cosas. Ya dentro del elevador sonrió de lado, ansioso por llegar a casa y probar a ese lindo chico que lo esperaba.
—Mi lindo juguetito, veremos qué tan bueno eres.
Por otra parte, Jungkook aún seguía con su teléfono en la mano, estaba nervioso, no sabía por qué. No es que fuera su primera vez.
Pero era Park Jimin, debía tener altas expectativas en él para haber hecho todo esto. Para haberlo elegido.
Se miró los pantalones, él tenía buen tamaño, pero no sabía si sería suficiente para Jimin. ¿Y si no se movía a su gusto?
Dejando eso de lado fue a la ducha para refrescarse, solo esperaba que Jimin llegara rápido y su ansiedad pasara.
El rubio entro por la puerta del departamento, encontrándola tan tranquila como siempre, subiendo hasta el segundo piso, toco la puerta de la habitación de Jungkook, escuchando un "si".
Adentrándose, se encuentra con el pelinegro sobre la cama con unos jogger negro y un suéter holgado del mismo color. Su cabello estaba amarrado en la coleta con algunos mechones saliendo.
—Ya comiste? —Jungkook asintió —bien, iré a bañarme. Ve a mi habitación en diez minutos.
Sin decir algo más cerró la puerta, para ir a su habitación y refrescarse.
La cabeza de Jungkook parecía haber comenzado a contar los segundos hasta que pasaran diez minutos.
Luego de ese tiempo camino hasta la puerta de Jimin, toco, pero no recibió respuesta. Entrando vio la puerta del baño entre abierta, viendo como la regadera aún estaba abierta.
Por el vapor del agua solo logró ver la silueta de Jimin, notando las curvas naturales del rubio, siendo mucho mejor de cómo se veían en esos trajes a la medida.
Sentía su cuerpo calentarse y su entrepierna comenzando a palpitar por lo próximo que pasaría.
Sentándose en el borde de la cama, aunque no por mucho, su curiosidad lo hizo levantarse a mirar la habitación.
Escucho la puerta abrirse del todo, viendo como Jimin salía del baño solo con una toalla en su cadera y el cabello húmedo. Su abdomen plano y marcado, sus pezones chocolates se veían apetecibles, ya deseando poder morderlo y lamerlos.
Ahora que lo veía, sus nervios se iban, dando paso al deseo y necesidad de estar cerca de Jimin.
El mayor se acercó del todo, sonriéndole.
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Mi Juguetito [Kookmin]
RomancePark Jimin es el CEO más joven y rico de Corea del Sur. Con gusto en dos cosas, su trabajo y el sexo. Aunque esto último no va como desearía. Desesperado por tener a alguien que lo complazca. Encuentra a Jungkook, un universitario tranquilo y bastan...