🐇26. No me iré🐇

1K 109 24
                                    

Jungkook era un chico amable y bastante paciente, hasta con la persona más intensa e irritable que podría existir.

Su paciencia había terminado cuando Miles se le había confesado de manera muy descarada, invitándolo a salir ese fin de semana a una cabaña que tenía a las afuera de la ciudad.

Jungkook se había negado, quitado la mano del chico de su pecho cuando este descaradamente lo había comenzado a tocar, rechazando no solo su invitación, si no apagando cualquier intento que tuviera con él. Tal vez el no decir que Jimin era su novio seguía insistiendo.

Formalmente Jimin y él no eran más que amantes, pero decirlo le dolía. Ni siquiera entendía cómo es que ninguno aun no hablaba de ello. Así que él siempre se refería a Jimin con Miles de la forma más natural y amorosa, sin llegar a decir que eran.

Ese sábado había estado lloviendo desde temprano, Jimin y Jungkook habían planeado preparar algunas galletas y chocolate caliente para acurrucarse en el sillón y ver películas en el frio día.

Jimin había estado más relajado, los humos se le habían bajado. Tal vez porque Jungkook había insistido en que no debía ponerse así cuando se trataba de Miles.

Cosa que había sorprendido al mayor, pero Jungkook no era tan ciego. Veía como la actitud de Jimin cambiaba, además de que por Hoseok se enteró del porque había tenido que cambiar de teléfono.

Jimin estaba preparando la masa de galletas en la mesa de la cocina, Jungkook está detrás de él, teniendo su cabeza recostada es su hombro, viendo lo que hacía, una llamada había interrumpido el momento de ambos. No pasaba nada, el punto era quien estaba llamando.

Jungkook ignoro la llamada al ver que era Miles, pero este seguía insistiendo con mensajes y llamadas. Cansándolo, contesto, teniendo la llamada en altavoz.

—¡Jungkookie! —Jimin al oír su voz y el apodo puso los ojos en blanco, el menor había soltado una pequeña risa, dejando un beso sobre su frente.

—¿Qué quieres Miles?

—Quería saber si aún querías cambiar de opinión y venir conmigo a la cabaña —dijo del otro lado, Jimin no miro a Jungkook, pero si alzo sus cejas.

—Te había dicho que no, además se está cayendo el cielo. No deberías salir.

—Qué lindo eres. —Jimin bufó. —Pero ese clima es perfecto para tener compañía, ¿no crees Kookie?

La mano de Jimin se apretó en la cuchara de madera con la que revolvía la leche para el chocolate.

—Te dije que no me llamaras así. —El chico hacia caso omiso a todo, hartando a Jungkook. —No vuelvas a llamar.

—¡Espera! ¿Seguro no quieres venir? Puedo ir por ti, me encantaría poder terminar de tocar tu cálido pecho.

Jungkook escucho algo romperse, viendo a Jimin estando despaldas vio como botaba la cuchara partida en dos.

—Eres un maldito imbécil, ya déjame en paz. —Cerrando la llamada miro a Jimin, esperando que este lo hiciera, pero eso no paso. —Mi amor, no es lo que crees.

—Yo no creo nada Jungkook, ni siquiera me importa.

Eso había dolido, pero entendía que estuviera molesto.

Acercándose sin tocarlo, solo mirándolo, esperando que lo mirara, al ver que no lo haría alzo su mirada. —Sé que estas molesto, pero mírame.

Quitando su mano Jimin lo miró. —No tengo porque estarlo, ¿cierto? —Jimin trago grueso, no sabía si sentía más ira o tristeza, el confiaba en Jungkook, pero su mente le estaba haciendo una mala jugada. —Eres un hombre libre Jungkook, no me importa lo que hagas.

—Jimin, el trato de tocarme —dijo tratando de explicar —me tocó —corrigió, escuchando una risa de Jimin, quien salió de la cocina, siendo seguido.

—¡Qué bien! Sabes no necesito esto, no necesito saber si alguien te toca o no. —Negó, cruzándose de brazos frente a Jungkook —¡No me importa!

—No digas eso. Si te importa, tú y yo...

—Tú y yo nada. —Se estaba dejando llevar por su ira, esa que había estado encarcelando cada que no solo sentía molestia por ese chico, si no su miedo de que Jungkook lo traicionara. —No importa si me molesta o me duele, no tengo derecho a sentir celos.

El más alto tragó grueso – Jimin...

—Tú y yo no somos nada Jungkook! —Las lágrimas de Jimin salieron, sus ojos empañados estaban sobre el menor —¿Sabes que es lo que más me duele? Que un día te iras y ni siquiera podre decir que fuiste más que mi amante. —Su pecho estaba agitado. —Quería seguir viviendo en la hermosa fantasía en donde todo era diferente desde que habíamos estado en Italia.

Estaba agitado, sus labios temblaban, su nariz roja sin dejar de sorber. Jungkook tomo su rostro empapado en sus manos, sus lágrimas igualmente salían. Viendo como este negaba y trataba de alejarlo.

—No, no me alejes mi amor.

—Sabemos que tu solo estas aquí porque yo te traje Jungkook, solo estas aquí porque te doy todo lo que quieras. —Jimin lo miraba con dolor y amor, sus ojos se apretaban tratando de retener sus lágrimas, pero solo salían más. —Pero yo te amo.

Los sentimientos de Jungkook eran una montaña rusa, las pocas palabras de Jimin no le habían dolido tanto como verlo llorar de esa manera, empapando sus manos. Pero esas palabras, son las que determinaron todo.

—A mí no me interesan las cosas que puedas darme Jimin, estoy aquí porque me gusta estar contigo, estoy aquí porque te amo.

Jimin lo miró con sorpresa, no sabía porque le sorprendía escuchar aquello. Hasta el mismo se había sentido orgullo en el momento en que acepto que tenía como loco a Jungkook, pero muchas veces su mente le hacía malas bromas, haciéndolo creer que lo tenía loco, pero por el sexo, no por el como persona.

—Lo siento. —Abrazándolo se hundió en su pecho, llorando con fuerza. —Perdóname Kookie, yo no quería desconfiar de ti, so...solo. —Agitado comenzó a hipear. —Solo tengo miedo.

Jungkook beso sus labios con suavidad, uniendo sus frentes. —No debes temer, jamás te traicionaría Jimin.

Sollozando y tratando de relajar su respiración, su cabeza pesaba y dolía, tal vez había llorado demasiado, además de retener tantas cosas y sentimientos, su corazón estaba acelerado.

Tratando de enlazar sus dedos detrás del cuello de Jungkook para sostener, aunque este ya lo tomaba con firmeza, esperando que se relajara.

—Kookie...

Al parecer se había esforzado mucho para relajarse, pero su cuerpo estaba cansado, había sobrepasado sus energías. Cayendo desmayado sobre los brazos de Jungkook.

.

.

.

 💜TAM💜

Mi Juguetito [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora