Mi Juguetito [Kookmin]

🐇14. Salida doble🐇

Vacaciones, ¿quién no las ama?

El universitario Jeon se lanzó al sillón de la sala, suspirando cerro los ojos por un momento, encontrándose con Jimin mirándolo de pie con una sonrisa.

—Llevas como veinte minutos suspirando, ¿eres asmático?

La pregunta hizo reír al menor. —No hyung, es que ya estoy de vacaciones y no me lo creo.

—¿Por qué?

Jungkook se sentó, jalando a Jimin para que se sentara en sus piernas. —Es algo raro, anhelas con las vacaciones todo el tiempo, pero cuando llegan ya no sabes que hacer.

—Bueno... – el pelinegro creyó que le diría que podrían tener sexo, pero no. —Podemos salir a comer y luego ver que más hacer.

Normalmente era Jungkook quien tenía la iniciativa de ir a algún lugar, Jimin simplemente aceptaba para complacerlo. Pero que el rubio tuviera la iniciativa era diferente, le hacía pensar algunas veces que no todo era sexo.

Después de todo lo que más le gustaba al salir con el mayor era que lo vieran con él.

Una hora después ambos ya estaban por salir del departamento, cuando Jimin recibió una llamada de Taehyung y Jungkook un mensaje de Hobi.

—Tae dice que si queremos comer con ellos.

—Hobi pregunta si queremos salir a comer.

Ambos hablaron al mismo tiempo, pensándolo no era tan mala idea. ¿Eso sería como una cita o cena doble?

Luego de estar de acuerdo salieron hacia la dirección que les había enviado Hoseok.

Cuando llegaron el sonriente chico los abrazo a ambos, tan amable y atento como siempre, llevándolos a su mesa, donde Taehyung ya estaba pidiendo la segunda entrada.

—Hasta que llegan, miren que voy por mi segunda entrada. No me digan que estaban cogiendo.

—¡Taehyung! —Hoseok lo golpeo en el brazo, recibiendo una cara triste del otro.

—Solo fue una pregunta...

Los recién llegados miraban la escena con gracia, empezando a ver el menú. Jimin inicio, como siempre, con una botella de vino blanco.

Jungkook en realidad no era mucho de alcohol, igual que Hoseok. Así que ambos habían pedido la misma bebida sin alcohol. A diferencia de los otros dos que estaban por terminarse la botella que Jimin había pedido.

Todos estaban por reventar, aunque el estómago de Jungkook aun parecía poder comer algo más.

—Jiminie... —Haciendo que este lo mirara, se acercó a su oído para preguntar en voz baja —¿puedo pedir un postre? —nadie más lo había hecho por lo que no sabía si estaría bien.

—Tú puedes pedir lo que desees Kookie. —Jimin tomo su mejilla, dejando un beso sobre ella, para luego llamar al mesero y que el pelinegro pidiera lo que deseara.

Al llegar ofreció algo de su brownie de nutella con helado a Jimin. Este recibió la cucharada, degustándose con el postre, al masticar sus labios se abultaban y estando alado de Jungkook y mirándolo casi parecía que le estuviera pidiendo un beso. Pero el pelinegro no sabía si realmente lo quería, además de que estaban los amigos de él ahí.

Se quedó mirando sus labios, tan concentrado que no noto que el rubio lo miraba igual y bastante cerca. Claro que quienes estaban al otro lado de la mesa veían la escena.

—Oye, Jungkook. —El mencionado miró a Taehyung. —¿Qué te gusta de Jimin?

Hoseok negó, mientras los amantes se miraban como si nadie más existiera él le había comentado a Taehyung que si había notado la forma en cómo se miraban.

Taehyung realmente no sabía a lo que se refería, recibiendo una explicación de su lindo novio. Hoseok normalmente se concentraba en la comida, dejando de hablar por momentos, pero siempre era muy observador.

Y aunque no se necesitaba ser un detective para notar las vibras y chispas entre esos dos. La manera en cómo se miraban, fuera por largos o cortos segundos. Eso no era lo único.

Durante toda la comida Jimin había estado pendiente a Jungkook, fuera para saber si deseaba algo o ver si su coleta no se había desacomodado. Peinando algún mechón rebelde.

Mientras que Jungkook le daba a probar de su plato, llegando una vez al limpiarlo con la servilleta con el sumo cuidado que se tendría con un bebe. Como si no lo quisiera lastimar.

Claro que Taehyung creía que hacer una simple pregunta solo les haría confirmar solo un poco sus teorías.

—¿Qué me gusta de Jimin hyung? —Se volteó a mirar al rubio, quien tenía su mentón sobre su mano, esperando su respuesta. —Que sea descarado.

Jimin río. —¿Soy descarado? —preguntando esto limpio sus labios, mirando desafiante al pelinegro. —No creo ser descarado.

—Está siendo descarado ahora mismo —diciendo esto hizo reír a los tres en la mesa. —Aunque estos últimos días está siendo muy lindo y adorable.

Jimin se acercó a su rostro, quedando poca distancia entre ambos – Entonces ¿te gusto más por ser descarado o adorable?

Sus respiraciones no eran agitadas, pero si profundas y lentas. Los ojos de Jungkook se pasearon todo su rostro, terminando en sus gruesos y rosados labios.

—Aun no respondes Kookie. —Sus labios casi se rozaban, el pelinegro no pudo resistirlo y lo beso.

Tomó su mejilla con tanta delicadeza como si se fuera a romper. Jimin cerró sus ojos y se dejó guiar por los labios sobre su boca. Los labios de Jungkook sabían a helado, pero también a algo más. No era exactamente un sabor, era más bien un sentimiento.

Un sentimiento al que Jimin huía, él le temía al amor. Temía el ser lastimado como una vez en su adolescencia lo fue. Pero algunas veces hay que darles una segunda oportunidad a las cosas.

Esa noche lo hizo, se dejó llevar por el dulce beso de quien comenzó siendo su juguetito. Pero quien ahora era mucho más que eso, eran los labios de quien lo hacía sentir bien, el que al llegar no solo lo recibía para tener sexo, si no para hacerle compañía.

Quien le regalaba una cálida sonrisa al despertar y al dormir. El chico que ahora complementaba su vida, persona que no deseaba saliera de su vida nunca. 

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💜TAM💜