Habían pasado varios días desde que habían salido de compras y desde que se habían besado en público, aunque ese solo fuera el primero.
Ahora ambos pasaban tiempo no solo dentro del cómodo departamento, si no que salían a comer, comprar o simplemente estar por ahí. Con muchos escenarios en donde Jimin lo besaba fuera por marcar territorio o simple gusto.
Jungkook poco tomaba la iniciativa, dejando a Jimin besarlo cuando deseará, solo manteniendo su mano en la cintura del rubio cuando este se pegará a su cuerpo.
Realmente le gustaba la compañía del otro, ahora se relacionaban más, pero eso no quería decir que hubieran dejado de revolcarse constantemente en cualquier parte de la casa.
Y aunque Jimin fuera bastante atrevido y coqueto en cualquier parte no llegaba al punto de llevar al pelinegro a hacérselo en un lugar público.
Pero siempre hay una primera vez para todo.
Jimin caminaba por los pasillos vacíos de la universidad donde estudiaba Jungkook. Su porte firme y sensual como siempre. Contoneando sus caderas en el pantalón de tela gris que llevaba ese día a juego con su camisa blanca.
Jungkook le había dicho horas antes que estaría en el teatro arreglando algunas cosas y que lo buscara allí.
Estando por abrir la puerta la puerta escucho una voz detrás suya, al voltearse se encontró con la castaña que estaba sobre Jungkook todo el tiempo.
—¿Te ayudo en algo?
—No es cierto que eres el novio de Jungkookie —su voz era demasiado chillona e irritante para los oídos de Jimin —a él no le gustan los hombres.
—¿Cómo estas tan segura? —La chica estaba por hablar, pero Jimin no quería seguir escuchando sus teorías baratas. —Mejor no respondas. —Abriendo la puerta se volteó a mirarla con una sonrisa. —Por cierto, te recomiendo no entrar en un rato, tal vez veas algo que no te guste.
Sin esperar a que dijera algo entró cerrando la puerta en su cara.
Camino hacia la primera fila del teatro, las cuales estaban frente a la tarima. Pasando de largo dio un pequeño salto, sentándose en el piso del escenario.
—Hola guapo.
Jungkook sonrió, terminando de recoger sus cosas. Algo enternecido al ver como los pies de Jimin se balanceaban en el aire mientras lo miraba. No se veía como el impotente empresario Park Jimin, más bien como el dulce Jiminie bien vestido.
Se acercó a petición del rubio, quedando entre sus piernas poso sus manos sobre sus muslos. Admirando su belleza. —Hoy te vez muy lindo.
—¿Solo hoy? —Jungkook río junto a Jimin. —Sabes...hoy te extrañe.
—¿En serio? —El pelinegro lo miró con sus ojos entrecerrados.
—¡Oye! Tampoco es que sea de hielo, tengo sentimientos.
—Si tú lo dices.
—¿Sabes que quisiera sentir ahora mismo?
—¿Que? —Jungkook ladeo su cabeza, viendo la sonrisa traviesa en Jimin.
—Tu delicioso pene dentro de mí.
—¡Jimin! —El rubio se hizo hacia atrás, riendo fuerte por el rostro de Jungkook.
Componiéndose, rodeo el cuello del menor con sus brazos haciendo que se pegara a su cuerpo.
—Hablo en serio, deseo tanto sentirte dentro de mí y que me llenes —u voz era baja, con su índice tomo la mandíbula de Jungkook acercándolo solo para rozar sus bocas. —Dime Jungkook, ¿no quieres entrar en mí y hacerme ver estrellas?
El olor embriagador de Jimin, su voz suave calándose en sus oídos, el roce de sus labios hizo que su parte baja se calentara y comenzara a endurecerse.
Jungkook solo asintió sin dejar de mirar los carnosos labios del mayor. Haciendo que Jimin sonriera y lo besara.
Los ojos del pelinegro se cerraron, disfrutando del beso que compartían, disfrutando las caricias de Jimin en su cabello.
Tan concentrado en el rubio que no escucho cuando las puertas del teatro eran abiertas, aunque Jimin sí.
El rubio miro en dirección a las puertas, allí de pie estaba Hana. La castaña con quien había hablado anteriormente. Sabía que su curiosidad le ganaría y vendría a mirar.
Haciendo su cuello a un lado, libre para ser besado. La lengua de Jungkook comenzó a pasearse desde ahí hasta sus clavículas. Jimin la miró con una sonrisa en sus labios, jadeando habló alto y claro.
—Jungkook. —Acariciando su cabello le hablo con una voz suave, una que provocaba demasiadas cosas en el menor —¿Por qué no le muestras a Jimin todo lo que puedes hacer?
El pelinegro volvió a sus labios, tomándolo de la cintura lo bajó de donde estaba sentado, volteándolo para dejar su pecho sobre el suelo de escenario con su trasero frente a él.
Jimin río, mirando hacia la puerta vio como la chica se iba del teatro.
Jungkook bajo sus pantalones con desesperación. Jimin solo escucho como el pantalón del menor se desabrochaba. Sintiendo las manos grandes amasar su culo.
—Mierda Jimin, como puedes ser tan caliente.
—No creo ser el más calien... ¡agh! Maldición.
No pudo terminar su oración, Jungkook había entrado a él sin aviso. Su entrada palpitaba y apretaba el largo pene del menor.
Sus caderas fueron tomadas con fuerza, Jungkook salió de él para volver a entrar. El pelinegro gemía, su cabeza se hizo hacia atrás al sentir como Jimin lo succionaba tan bien, tragando toda su polla.
Su vista bajo, viendo la excitante escena de como su pene entraba y salía de él. Propino una nalgada en su blanca piel, sacando un fuerte gemido de Jimin.
La próstata de Jimin era tocada reiteradas veces, su trasero estaba siendo golpeado no solo por la pelvis de Jungkook, su mano azotaba cada tanto su culo, dejando marcas rojas.
Jungkook lo levanto, tomando su cuello. curvó la espalda del rubio, quedando cerca de su oído, su otra mano tomaba su cadera para mantener el ritmo de sus penetraciones.
El sonido de sus pieles chocando y sus fuertes gemidos llenaban el teatro, haciendo eco en todo el lugar.
—Oh Jiminie...me encantas.
El rubio apretaba sus ojos, sus manos se hacían puños y su boca no se resistía a soltar esos gemidos que tanto le gustaba escuchar al pelinegro.
Jungkook dejó besos en su cuello al llenar su interior. Con sus respiraciones agitadas y sincronizadas.
.
.
.
.
💜TAM💜
ESTÁS LEYENDO
Mi Juguetito [Kookmin]
RomancePark Jimin es el CEO más joven y rico de Corea del Sur. Con gusto en dos cosas, su trabajo y el sexo. Aunque esto último no va como desearía. Desesperado por tener a alguien que lo complazca. Encuentra a Jungkook, un universitario tranquilo y bastan...