En la tarde del sábado Jimin salió de su habitación, se mantenia trabajando en unos documentos que no había logrado terminar en la oficina.
Bajando a la cocina por algo de tomar se encontró con un pelinegro hurgando la nevera. Sobre la isla de la cocina había varios envases de leche de plátano vacíos.
Jungkook saco la cabeza del refrigerador, teniendo un pequeño vaso de su leche favorita con sabor a plátano, al parecer había tenido uno de sus antojos.
—¿Si es bueno tomar mucho de eso? —preguntó curioso Jimin al saber que a la semana compraba hasta dos docenas de esas cosas y Jungkook se las terminaba en pocos días.
—Pero solo es uno —dice botando el envase.
—¿Y esos? —El rubio señala los otros seis envases en la mesa de la cocina. —Yo no recuerdo haberlos visto en la mañana para decir que son de ayer.
—¿Siempre analizas todo?
Jimin río. —Puede ser, aunque esto es fácil de deducir.
Jungkook abultó sus labios, Jimin notó que sobre sus labios tenía algo de leche restante. Acercándose mientras este botaba lo que había sobre la mesa, tomándolo de improviso cuando beso sus labios saboreando el dulce del plátano.
—Esta muy rico. —El pelinegro asiente con una pequeña sonrisa, dándole la razón. —Sabes...ya descubrí a donde se van todos los nutrientes de eso que tanto tomas.
—¿Sí? ¿A dónde?
A Jimin le enternecía lo distraído o inocente que podía llegar a ser Jungkook. El desde el primer momento hubiera entendido o, aunque sea pensado mal.
Llevando su mano hacia los shorts del menor, apretando su miembro oculto bajo la tela. —Aquí.
—¿Siempre estas caliente? —pregunta con gracia el más alto, haciendo que Jimin haga un falso puchero, llevando sus manos hacia sus hombros, mirándolo desde abajo.
—Tal vez. Pero si te tengo aquí, a mi completa disposición como no lo estaría.
—Cierto, a tu disposición. Por eso estoy aquí.
—Así es Jungkook, por más nada guapo.
Sin decir algo más, Jimin se abalanzo a sus labios, tomándolos con fuerza mientras introducía su lengua para enrollarla con la del pelinegro.
La mano del rubio comenzó a descender, pasando por todo el pecho de Jungkook, sintiendo su torso fornido, le encantaba. Sus dedos llegaron a donde querían, metiendo su mano bajo la tela, comenzando a dar caricias en su miembro.
Jungkook no tardó en estar tan duro como una piedra, y es que con Jimin era muy fácil estarlo.
—Es tan grueso. —Sonriendo entre el beso, Jimin comenzó a masturbarlo. —Tan largo. —Liberándolo, saco el rosado y goteante pene, apreciando tan apetitosa belleza frente a sus ojos. —Tan lindo.
—De pura leche de plátano. —El mayo río sobre sus labios, estando cerca Jungkook pudo ver sus ojos desaparecer en dos finas líneas, se veía muy lindo.
—Me pregunto... ¿cómo sabrá la tuya?
El pelinegro pudo ver como Jimin se arrodilla frente a su erecto falo, tomándolo en sus manos, que se veían pequeñas al tomar su gran tamaño. El rubio saco su lengua, solo saboreando la punta que goteaba.
—¿Qué tal?
—Creo que está muy rica, pero debo probarla más a fondo. —Jimin lo miraba desde abajo, hablando muy de cerca a su miembro. —¿Te parece? —Jungkook asintió embobado. —Habla.
—Si, pruébalo.
Jungkook sintió como toda su piel se erizaba, como su sangre hervía y bajaba hasta su parte baja al sentir la boca húmeda y caliente de Jimin envolver de gran paquete.
Jimin lo sacó de su boca, haciendo un pequeño sonido obsceno. Mirando fijamente a Jungkook mientras su lengua lamia y sus labios succionaban solamente la punta, casi como si chupara un pequeño caramelo.
—Por favor...mételo a tu boca. —suplicó.
—¿Quieres que meta tu delicioso pene en mi boca?
—¡Si! ¡Hazlo! —dijo desesperado, mientras se sostenía del mármol detrás de él.
La mano de Jimin se movió de arriba hacia abajo en la extensión para meterla otra vez a su boca.
Jungkook sentía estar a punto de caerse, la boca de Jimin era maravillosa. Sus ojos hacían un esfuerzo grande para no cerrarse, deseaba ver cada detalle del rubio tragando todo su miembro.
—¡Mierda, Jiminie...agh!
—Mghmmm? —La boca de Jimin estaba algo ocupada como para poder responder.
El pelinegro sentía estar cerca. —¿Seguro lo quieres probar? —Jimin asintió ansioso.
Jungkook tomo su cabello por primera vez con fuerza, comenzando a mover sus caderas, follando la boca del rubio quien se sostenía de sus muslos para no caer por los bruscos movimientos.
Gruñendo al liberarse y llenar la boca de Jimin, viendo como este lo tragaba completo, aunque algunas gotas lograban escaparse por sus comisuras fueron tomadas por su índice para chupar la espesa y blanca esencia.
Levantándose del piso sonrió hacia Jungkook. —Esta deliciosa, tiene un toque amargo, pero sobre todo dulce, como el plátano.
—¿Sí? —Jimin asintió lamiendo sus labios. El pelinegro lo tomo del cuello, estampando sus labios contra los suyos, probando su propia esencia. Si, era dulce.
Al parecer esa increíble estimulación hecha por su boca solo había excitado al máximo a Jungkook, porque este estaba nuevamente duro y listo para entrar, pero no en su linda boca.
.
.
.
.
💜TAM💜
ESTÁS LEYENDO
Mi Juguetito [Kookmin]
RomancePark Jimin es el CEO más joven y rico de Corea del Sur. Con gusto en dos cosas, su trabajo y el sexo. Aunque esto último no va como desearía. Desesperado por tener a alguien que lo complazca. Encuentra a Jungkook, un universitario tranquilo y bastan...