Mi Juguetito [Kookmin]

🐇07. En el auto🐇

Cuando salieron del teatro vieron como en menos de diez minutos ya estaba cayendo uno fuerte tormenta.

Los pasillos ya se habían vaciado y las personas en paradas cercanas trataban de irse en el primer autobús que llegara para no tener que mojarse.

Estudiantes corrían con sus paraguas o chaquetas sobre sus cabezas para correr hacia sus autos y evitar el frio.

Jungkook miró a Jimin, ninguno de los dos tenía sombrilla. El rubio lo miró, más bien a su abrigo negro, siendo largo podría cubrirlos un poco.

Cuando Jungkook quito su abrigo Jimin pudo apreciarlo un poco más. Llevaba un suéter negro con cuello de tortuga, que se pegaba a su torso. El hambre de Jimin comenzaba a aumentar, pero de Jungkook.

El rubio los tapo a ambos, dando un pequeño salto para lograr tapar la cabeza de Jungkook al ser más alto, causándole ternura al menor.

—¿Listo? —preguntó Jimin, al ver como la brisa era más fuerte y mojaba los zapatos de ambos.

—Espera. —Jungkook abrazó su pequeña cintura, pegándolo a su pecho – ahora sí.

Corriendo hacia el auto Jimin quito el seguro, tratando de abrir la puerta del copiloto, pero esta no quería abrir.

El menor soltó el lado que agarraba de su abrigo, para ayudar a Jimin abrir la puerta. Este también lo había soltado, el abrigo salió volando gracias a la fuerte brisa.

—¡Jungkook! —gritó al ver como ambos comenzaban a mojarse.

Logrando abrir la puerta, el pelinegro lo cargó, entrando con prisa al auto para no mojarse. Aunque ya estuvieran empapados.

Al cerrar la puerta ambos suspiraron, mirándose y viendo lo mojados que estaban comenzaron a reírse. Jimin quien estaba sobre Jungkook se le quedo mirando, al igual que este.

Sin esperar más se besaron, Jimin lo tomaba del rostro, mientras Jungkook lo acomodaba sobre él, comenzando a quitar su camisa mojada. Tirando la tela en alguna parte del auto.

Sus cuerpos fríos buscaban calor en el otro, sus lenguas se encontraban entre sí, introduciéndola en la boca del otro. Gimiendo por el placer que sentían, ambos comenzando a calentarse y desesperarse por tener tantas prendas sobre ellos.

Las gotas de la lluvia caían sobre las ventanas, el chapoteo de la lluvia se mezclaba con el chasquido de sus besos y el sonido de sus jadeos.

Jimin bajó un poco el asiento, teniendo más espacio para quitar su ropa, al igual que Jungkook.

Ambos se mantenían solo con su ropa interior, Jimin restregaba su pomposo trasero sobre el miembro de Jungkook. Gimiendo al sentir como el grueso pene se restregaba entre el medio, con la punta rozando su entrada.

—¡Agh! ¡Mierda, Jimin!

Jungkook comenzó a besar sus pezones, metiendo sus manos dentro de la delgada tela, buscando el estrecho agujero entre sus dos mejillas. Al encontrarlo comenzó a frotar la entrada, metiendo el primer dedo. Sumándole un segundo casi de inmediato, impaciente por poder entrar en él.

—Jung...kook!

El pelinegro sonrió, mordiendo uno de los botones en la blanca piel, dejando algunas marcas.

Jimin tomo su rostro, besándolo. Quería besarlo, ansiaba sentir su boca contra la suya. Gimiendo sobre su boca al sentir el tercer digito dentro de él.

—Mgh...dame el más grande, ¿sí? —Mordiendo sus labios, bajo su mano hasta el grueso miembro bajo la única tela que había entre ambos.

Jungkook tiró su cabeza hacia atrás, dándole el acceso a Jimin de morder y besar su cuello. El mayor saco el pene por completo, jadeando al sacar los dedos de Jungkook dentro de él para reemplazarlo por lo que deseaba.

El pelinegro lo alzó un poco, ayudándolo a que se alineara. Jimin fue bajando poco a poco. Su excitación era tanto que juraba haber sentido su punto dulce ser tocado.

Recargando sus manos sobre el pecho desnudo, se impulsó hacia arriba, dejándose caer de una sola, sacando un gemido del menor.

Comenzando amasar su trasero, abriendo sus mejillas para llegar al fondo.

—¿Cómo puede tener el culo tan grande Jiminie?

—Es para tu mayor comodidad —dijo con coquetería.

Mientras el saltaba, Jungkook lo tomaba con firmeza de sus caderas, moviendo su pelvis hacia arriba para penetrarlo con rapidez.

Sus gemidos y gritos llenaban el auto. El calor en el lugar empañaba las ventanas. Jungkook sentía estar cerca, apretando más su agarre en la suave piel soltó un glorioso gemido a los oídos de Jimin. Sintiéndose llenado por la espesa esencia que comenzaba a escurrirse por el interior de sus muslos. Dejando caer su frente sobre el hombro de Jungkook.

Luego de que sus reparaciones se calmaran Jimin miró al pelinegro por un rato, cuando este se la devolvió desvió su mirada.

—La ropa sigue empapada, creo que tendremos que comer en la casa.

—Por mi está bien. —Jungkook dejó un beso sobre sus labios, ayudándolo a pasarse al asiento de alado.

Jimin se sentía extraño, Jungkook se sentía cómodo, demasiado.

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💜TAM💜