Mi Juguetito [Kookmin]

🐇20. Florencia, Italia🐇

Jungkook se mantenía dando vueltas en la silla de Jimin, había ido a la empresa casi todos los días, muchas veces teniendo la compañía de Hoseok que también iba por no tener nada que hacer en casa. Terminando los dos paseándose por todo el edificio.

Mareado de tantas vueltas se levantó de la silla para tirarse en el sillón de cuero negro, dejando su brazo sobre sus ojos.

Escucho como alguien entraba, por dos razones sabía que era Jimin. La primera es que conocía su olor, y segundo, nadie entraba a la oficina sin tocar, a menos que fuera Taehyung, pero él era lo bastante ruidoso para no escucharlo desde afuera.

—¡Minnie, me aburro!

Sin quitar su brazo escucho una pequeña risa del mayor —¿Quieres ir a Italia? No creo que te aburras.

Jungkook se sentó, viendo como Jimin ordenaba algunas cosas en su escritorio —¿Qué? ¡Hablas en serio!

—Ujum. —Terminando de ordenar todo se sentó en el escritorio frente al pelinegro – debo ir a Roma por unos negocios, si quieres ir conmigo...

—Si! —Saltó alegre. —Nunca he salido del país. —Abultando sus labios miró a Jimin. —Aunque no se hablar italiano.

—Es lo de menos, en las áreas turísticas la mayoría habla inglés —dijo el mayor, sabiendo que Jungkook dominaba ese idioma.

El rubio sonrió enternecido cuando Jungkook comenzó aplaudir en miniatura, era una total ternura.

Unos días antes de que ambos estuvieran en el aeropuerto, Jimin había ido al estilista, cambiando su rubio a un gris platinado. Jungkook quien estuvo con él también había cambiado el color de su cabello, recortando un poco su coleta y nuevamente a los lados. Teniendo ahora un color gris azulado.

Su viaje duraría una semana, aunque Jimin solo tendría que estar con cosas del trabajo un solo día, sin contar la cena que abría al último día si todo con los que se asociaría salía bien.

El mayor con ahora el cabello platinado había ido antes a Roma, solo teniendo la oportunidad de visitar los lugares más concurridos. Pero donde siempre había querido ir era a Florencia. Esa fue la razón de que partieran unos días antes.

Sería un lugar nuevo para ambos chicos en aquel hermoso país. Donde el lazo entre ambos, su particular y bonita conexión solo se haría más fuerte.

Llegando al aeropuerto un auto los recogió, dejándolos en el hotel donde Jimin desde antes de salir de Corea había hecho su reservación para tres días.

Mientras el platinado hablaba con el recepcionista Jungkook se dio la libertad de caminar hacia el jardín del hotel. El lugar no era tan grande, pero si hermoso. Mantenido una decoración entre lo antiguo y moderno, pilastras blancas, ventanales altos con vistas al jardín lleno de vegetación y sombras.

En la terraza había dos juegos de sillones cremas y sillas blancas. En el medio una pequeña mesa baja de madera con varias canastas de frutas, a las que pensó eran solo decoración de lo perfectas que se veían, pero si eran comestibles.