-TRUST ISSUES- [+15]

2da. TEMPORADA. capitulo 28

— de verdad te agradezco mucho Pete...— bajo del auto y cierro la puerta detrás mía.
— ¿que va a pasar con Liu mientras no estes?—.
— Porfavor cuídalo en tu casa, se que le hará bien estar con un amigo, pero yo necesito arreglar mis problemas personales a solas.— asiente y prende el auto.
— no tardes mucho Jeff...— sube el cristal de la puerta y se va, dejándome justo afuera de la casa que parecía y me habían informado era de Jane.
Me acerco hasta la puerta principal y antes de tocar me detengo en seco y pienso muy bien. ¿De verdad voy a tocar y solo esperar a que me abra? Lo más seguro es que yo ya esté muerto para ella.
Me giro hacia la ventana y me asomo para buscar si se encuentra en casa, las luces están apagadas; retrocedo y miro hacia el segundo piso, hay una luz encendida que lo más probable sea la habitación. Busco una forma de trepar hasta arriba por un árbol y al tener buena visión de la habitación la veo ahí, sentada frente un espejo y cepillándose sus negros cabellos, Dios, ¿que hice tan bien para dejarla tan bella?. Mis ojos bajaron un poco más y veo su panza que es mucho más notoria, ¿ya cuánto tiempo había pasado? Que su panza era enorme, de igual manera su tamaño no le ayudaba a disimularla.
Ella se levanta y se sostiene de golpe la panza y hace un gesto de molestia, para después girarse y llegar a la cama con dificultad, se acuesta y abre un libro llamado "madres primerizas", me rio y me lanzo hacia la ventana sujetándome fuerte para no caer, y al levantarme me topo con los ojos de Jane ya puestos en mi.
      —¿Jeff?, que... ¿que haces tú...— la interrumpo
     —disculpa que te interrumpa mi amor pero, ¿crees que me puedas dar una mano antes de caer?— se levanta lo más rápido que si panza le permite y camina apresurada hacia mi dándome las manos. Subo y del esfuerzo me dejo caer en el piso ya una vez adentro mientras tranquilizo mi respiración. Ya calmado la miro y sigue mirándome sorprendida.
        —¿me extrañaste?— da unos pasos hacia atrás mientras me levanto y quedo a centímetros de ella —pensé que jamás te volvería a ver...— intento abrazarla pero me empuja lejos de ella y se encoge de hombros.
—¿que haces tú aquí?, ¿como me encontraste?, ¿que corría por tu mente al entrar por mi ventana?— empiezo a caminar un poco cojo alrededor del cuarto y miro todo detalladamente mientras sigue molesta y enojada, y en el fondo del cuarto a un lado de la cama veo una cuna blanca con sábanas rosas pastel. Me acerco y la veo más detalladamente, madera pura y muy cómoda para un bebé.
— es para la bebé, ¿cierto?— asiente y se sienta en la orilla de la cama, me acerco a ella y me arrodillo enfrente suyo y miro con atención su panza, me siento nervioso pero solo me quedo ahí unos segundos en silencio.
—si la quieres tocar adelante, no puedo negarte nada parental.— mira hacia otro lado y cierra sus ojos.
Tenía puesta una bata un poco transparente que dejaba ver su ombligo.
—pareciera que ya vas a explotar.— dije suavemente mientras ponía mis manos sobre su panza de forma delicada y sin quitarle los ojos de encima.
—ya voy a cumplir siete meses Jeff, es claro que estoy a punto...— suspiro y sigo acariciando.
— para mi fue como si... te hubieras ido años.— dije en un aire de tristeza, sin pensarlo recosté mi cabeza sobre su barriga y cerré los ojos mientras rodeaba su poca cintura hasta que mis manos llegaron a su espalda para acariciarla.
— oh Jane, mi Janie, ¿donde te habías metido?, es muy peligroso estar en una casa de dos pisos y tú aquí solita.— sentí sus manos en mis hombros tratando de apartarme pero yo no la dejé.
—Jeff, suéltame ya...— negué y me enterré más. — yo no sé qué haces aquí...— susurró con una voz quebrada y giré hacia ella para ver su rostro que estaba aguantando las ganas de llorar. La tomé de las mejillas y me levante a su altura.
—¿me extrañaste, verdad?, me extrañaste tanto como yo te extrañé a ti— una me mis manos llego a su nuca e intenté acercarla mas a mi — Jane, e estado tan desesperado sin ti.— mis labios ya estaban casi rozando los suyos cuando me pone su mano sobre mi boca, la miro confundido y ella solo suspira.
        — no me toques que el solo tener la idea de ti me da una rabia que... no es buena para mi bebé— asiento y me rio un poco para soltarla y hacerme dos pasos hacia atrás.
         — es normal que me tengas corajes, las hormonas de madres odian a los padres durante el embarazo...— negó
       — sabes perfectamente por que te odio...— Di media sonrisa de lado y me rasque la nuca — Por favor, vete y no vuelvas nunca...— me enojo y frunzo el ceño pero respiro profundo y trato de hablar con calma.
         —yo... lo siento pero... no me puedo ir, no me puedo ir y, ¿sabes por que?...— me acerco hacia ella y la tomo por los hombros suavemente. — por que tú eres mía, mía y para siempre y solo mía.— susurre mientras me acercaba a su oído — sabes que tú corazón siempre va a latir por mi...— puso sus manos en mi pecho para mantenernos alejados pero le aparte las manos y la abrace lo más fuerte que pude encarnando mi rostro en su cuello y oler su esencia.
        — ya basta por favor...— me separo y la veo al rostro quedándome a pocos centímetros suficientes para rozar nuestras narices. — a mi... ya no me importa si estás o no Jeff, no puedo perseguirte ni soñar con que me des la familia que me arrebataste,  pero yo si quiero estar de lado de esta bebé y olvidarme de todo... odio estar sola.— le di un beso corto en sus labios y acaricié su cabello.
         — se que dije cosas horribles, se que te traté como no debí, estaba muy asustado de perder la poca cordura que recuperé por el estrés del embarazo y te alejé de mi, pero... si me dejas ahora, quiero quedarme a su lado y hacer mi mayor esfuerzo... ¿que dices Jane?, ustedes y yo...— me ve a los ojos y luego tuerce el rostro para no verme más.
         — te puedo dejar quedar lo que queda del embarazo y puedes conocerla y tener acceso a ella; pero después te irás y jamás me volverás a molestar con estar juntos, por que tú y yo jamás.—