-TRUST ISSUES- [+15]

2da. TEMPORADA. capitulo 14

Apenas era de tarde, tenía que aprovechar el tiempo para buscar en alguno de mis contactos y poder encontrar un lugar o aquí en la ciudad o fuera de esta.
Me acerqué al teléfono público más cercano y comencé a marcar a cada número que se encontraba anotado en un papel que tenía de respaldo.
Ray
Bruno
Wilson
Johnny
Nada
Nada
Nada
Nada

Ni un número contestaba, pero bien que los malditos hijos de perra me buscaban cuando necesitaban "trabajitos". Golpeé el teléfono contra el teclado repetidamente hasta que simplemente el teléfono quedó completamente abollado.
Seguí caminando hasta llegar a una tienda local, cubrí bien mi rostro con mi sudadera y le dejé unos dólares sobre el mostrador.
           — unos cigarrillos rojos— dije sin más, el salir paso lo que le pedí y me fui sin esperar el cambio. Saque mi encendedor y prendí uno, inhale profundamente.

~ sangre ~

Retumbaba en mi cabeza sin más, no podía controlarlo, ha empezado a retumbar en mi cabeza nuevamente, el estrés y la falta de medicamento están afectando nuevamente a mi cabeza, miro al cielo en busca de claridad pero mi vista se vuelve borrosa.

~ sangre ~

Agité la cabeza nuevamente y comencé a caminar, de un momento a otro ya se había hecho de noche y la cajetilla estaba vacía; la tire al suelo sin preocuparme por preguntarme cómo y seguí hacia adelante.

Visite varios lugares en donde rentaban y hasta vendían las casas, hablaban de papeleos, firmas, responsables, testigos, blah blah. No lo podía entender, ¿no solo quieren el dinero y listo?, ¿para que tantos papeleos y estupideces?, desearía que Liu estuviera aquí, es sabe hacer todo lo legal e ilegal, lo que si y lo que no, siempre estuvo apegado a nuestro padre por lo que aprendió de él, si tan solo hubiera prestado atención.
    Me decido a ir a buscar a Pete, ya que Liu había mencionado algo de que vivía por el parque central. Al llegar me siento en una banca y espero con fortuna poder visualizarlo.
   Pasan las horas y pasan las horas, da de noche, hasta que la suerte se pone de mi lado y lo veo con compras en la mano, corro hacia el mientras me quito la capucha, me percibió rápidamente y sonrió.
           — hola Jeff, ¿vienes de con Liu?— tomó una bolsa de su mandado y lo ayudó mientras seguimos caminando.
          — no, deje a Jane con un conocido y, bueno, estoy buscando que hacer ya que, no podemos seguir en donde vivíamos, y no se como conseguir un nuevo lugar, me preguntaba si podrías ayudar.— asintió con la cabeza y seguimos caminando hasta llegar a su hogar.
           — si quieres deja las bolsas en la cocina, en lo que veo algo rápido; ahí está a tu mano izquierda— asentí e hice lo que dijo. De pronto siento un jalón en mi sudadera y bajo la mirada.
Me encuentro con una niña pequeña que me mira fijamente sosteniendo su conejo. Me le quedo viendo fijamente igual y al cabo de unos segundo comienza a llorar y corre a brazos de Pete quien entró a la cocina.
           —¿que pasa Holly?, ¿te asusto el feo hombre ese?— me cubro bien y tuerzo los ojos. Se cubre entre el hombro y cuello de su padre mientras guardábamos las cosas.
   Ya después de contarle todo lo que había pasado y todo lo que había buscado, por fin el se decide a hablar.
                — por aquí mismo del otro lado, mi tío tiene un edificio de departamentos, podría comentarle tu situación especial y que te rente sin necesidad de papeleo...— me senté sobre la silla del comedor y suspiré profundamente, al parecer no tenia por qué pasar la noche en la calle.
          — ¿podríamos tratar de que fuera ahora?— dije sin más. El asintió, bajo a la niña y tomó el teléfono para empezar a marcar.

           ~sangre~

Comencé a golpear suavemente mi cabeza y a agitarla, Pete cuelga y se acerca a mi colocando su mano en mi hombro.
         —¿estas bien?— me detengo en seco y me paro.
          — si, solo me quiere dar una migraña... ¿te dijo algo tu tío?— sonrió y me dio un papel con dirección y número.
          — este es el edificio que te menciono, está es la habitación y que la llave estará bajo el tapete, le exagere un poco la historia así que, los dejará desde hoy y ya mañana se pondrá en contacto contigo...— le estreché la mano y me puse manos a la obra, al salir de la casa me doy media vuelta y me despido de mano de Pete. Sale la pequeña niña que igual se me queda viendo y se despide con sus deditos mientras se protege detrás de él. Doy media sonrisa y me voy sin más.

Regreso con Jane quien me recibe sorprendida por lo rápida que fue mi llegada.
         — he conseguido donde quedarnos, fue muy fácil con la ayuda de Pete.— sonríe y se lanza a abrazarme. Tomó sus cosas y Ronaldo me estira las llaves. —¿no ocupas el auto Ronaldo?... es de Liu, puedo dejártelo en lo que el sale del hospital...— niega con la cabeza y las mete en mi sudadera.
         — ese carro en mis manos no va a estar a salvo, te lo digo por algo, llévenselo y cuídense.— le doy un abrazo y nos vamos enseguida y rápidamente de ahí hacia nuestro nuevo futuro.
Una vez en el edificio, se veía un poco viejo, poca luz, muy tenebroso.
           — ¿es aquí?, es muy tierno, parece de abuelitos— dice Jane sosteniéndome del brazo.
Río ante su comentario y entramos, miro el papel que tiene la habitación 40 piso 5, bastante grande el jodido.
Al por fin llegar suelto las maletas al suelo y busco la llave bajo el tapete, que efectivamente ahí se encuentra. Abro la puerta sólida de madera y un olor a viejo e incienso nos invade.
   Jane entra primero y prende la luz, nada mal, una sala, un baño para visitas , cocina con barra, dos cuartos y baño en el principal.
         —¿deberíamos dejarle el cuarto con baño a Liu?— niego con la cabeza y entro inmediatamente lanzando las maletas a la cama.
         — solo perdió una pierna, no ha quedado inútil, nosotros debemos tener el matrimonial.— Jane niega con la cabeza mientras ríe y me abraza por la cintura mientras suspira.
            —¿podemos ya quedarnos juntos para siempre?— le correspondo el abrazo y beso su cabeza.
         — claro que si...—