-TRUST ISSUES- [+15]

Capitulo 18. Drama part.2

Me estiro un vaso de jugo, lo tome sin pensármelo y comencé a beberlo hasta acabármelo completamente.
        — ayer...— me atragante y deje de golpe el vaso en la mesa.
         — mira Jeff, no necesitamos hablar de eso, solo ignóralo y continuemos con nuestra podrida vida...— dije con la cabeza baja, ya entendía el que él no quisiera escuchar nada sobre amor.
         — te veo como, familia, ¿lo sabes cierto?— apreté la mandíbula y asentí levemente — pensé que habíamos dejado todo sentimiento de amor atrás.— eleve mi mirada y él se encontraba mirando la ventana mientras rascaba su cabeza.
        — eres hombre, un patan que no piensa en los demás, recuerda que no somos iguales.—  me miró de golpe y frunció el ceño.
        — en eso habíamos quedado después de...— lo interrumpí sentándome en la mesa de un brinco.
        —¿de qué?— cruce mis brazos, el trago saliva y se sentó en la silla.
        — de que nos acostamos en aquel hotel. Mira, sé que tal vez mi actitud te ha confundido, lo siento, jamás quise aparentar otra cosa, soy un asesino, y como lo has dicho, un patan que no piensa en los demás, eso no es agradable de tener al lado sosteniendo tu mano.— No quise seguir ahí así que, le di la espalda y me dispuse a retirarme hacia mi habitación, pero me tomo del brazo y no dejo que me fuera. —¿pero tú a dónde crees que vas?, ¿acaso no escuchas que te hablo?— me solté y me cruce de brazos alzando una de mis cejas.
— no quiero seguir escuchando el como te desprecias.— se levanto y se colocó en frente mío, con sus ojos clavados en mi.
— entonces... ¿Qué es lo que quieres escuchar?, no tengo nada más que decir.— se cruzó de brazos igual y espero mi respuesta.
¿Qué es lo que quería escuchar de el?, ¿un te quiero acaso?, no, estaba segura que eso no era lo que quería escuchar, tal vez, que pasó por su mente... ¡Claro!.
— ¿qué pensaste anoche?, ¿qué fue lo primero que te vino a la mente después de...— termino la frase.
— de que te declaraste, ¿no?— al parecer no era tan idiota como yo pensaba. Asentí ligeramente, el trago saliva y se volvió a sentar, agito su cabello con la cabeza baja y después me miró nuevamente. — no sé cómo dejártelo claro, soy un asesino, el más despiadado del mundo, soy Jeff The killer...— lo interrumpí molesta elevando la voz.
— ¡dime exactamente lo que pensaste en esos segundos, no hagas más rodeos!— torció los labios y suspiro.
— sonara ridiculo viniendo de mí, pero algo en mi pecho decía, Jeff, tu vecina parece que no te odia más y te ama, aprovecha y ¿por qué no amarla?, pero mi mente lo contradecía con un, Jeff, eres una mierda y una muy desagradable mierda que no merece ser feliz, ve a dormir.— lo mire confusa — a mí siempre me ha funcionado usar mi mente y jamás el corazón, así que pensé que era buena idea hacerle caso en esta ocasión de igual manera.— bajo la cabeza y río un poco. — me he vuelto débil, soy más humano desde tu llegada y no sé por qué, eso me enoja demasiado y no lo puedo controlar. Mientras trabajo sin darme cuenta pienso en sí ya habrás comido, o si tienes tu cereal favorito, si Liu habrá llegado del trabajo y habrá comido sanamente su almuerzo, si Lane no rayo las paredes... ¡Me da rabia, mierda!— llevó ambas manos suyas a los costados de su cabeza y los codos a sus muslos. Me agache hasta poder mirar su rostro que se encontraba lleno de coraje, hasta poder encontrarme con esos ojos azules que estaban a punto de llorar.
— es por que eso eres, humano.— lo tome de las mejillas y sin pensármelo le di un suave beso sobre los labios, joder que bien se había sentido, el tomo mis muñecas suavemente y las apartó de su rostro mientras negaba con la cabeza.
— no, Jane, por favor...— trate de acercarme nuevamente y ahora soltó una de mis manos para detenerme del cuello sin estrangular. — de verdad, no podré volver a mi inhumanidad si caigo ante ti.—
— no vuelvas, quédate conmigo.— tercera vez que me acerco y me lo permite, ahora juntándonos en un beso más profundo donde nuestras lenguas revolotean por ambas bocas con total libertad.
Me levanto lentamente y la mano que se encontraba en mi cuello se resbala hasta quedar en mi cintura. Me siento sobre sus muslos, tomo su nuca con ambas manos y el acaricia de mi cintura hacia las piernas y viceversa mientras nuestras bocas siguen profundas en aquel beso que tanto estábamos disfrutando; mis dedos se entrelazaban en sus negros cabellos mientras los suyos hacían mi piel de gallina, de un momento a otro yo ya me encontraba moviendo mis caderas, ya que podía sentir como él se ponía duró poco a poco, bajo sus manos a mis glúteos apretándolos y enterrando sus uñas mientras de la misma manera me manejaba a su gusto, baje mis manos y las lleve debajo de su playera, sintiendo su piel que a cada segundo se tornaba más caliente, pasando por las costillas y después a la espalda media mientras de igual manera me sujetaba a él, lleve mi cabeza hacia atrás soltando uno que otro sonido de placer sin pudor alguno, el bajo a mi cuello, ambos con la respiración más agitaba que si hubiéramos corrido un maratón, mordía y lamia, pero lo que más me gustaba era como su respiración chocaba en mi delicada piel. Se separó pocos milímetros de este por unos instantes y hablo con voz ronca y entrecortada mientras seguía moviendo mis caderas.
        — vayamos... arriba.— devolví mi cabeza a su lugar de origen y asentí desesperadamente, lo quería, ya.
Suena el cerrojo de la puerta y de golpe trato de separarme de él, pero se niega y me pega nuevamente a él.
        — no quiero parar...— lo empujo hacia atrás incomodando la posición en la que nos encontrábamos.
         — Jeff en serio...— se abre la puerta, se queja y me suelta de golpe, salgo disparada pero recobro el equilibrio y me acicalo rápidamente, camino hacia Liu y Lane que viene con el suero en mano.
        — mama, suero.— me alza el suero y lo tomo mientras le doy un beso en la mejilla.
        — gracias Lane.— lo abro y comienzo a beberlo.
        —¿y Jeff?, le traje el suero y una que otra medicina igualmente.— dice Liu mostrándome la bolsa de plástico con las cosas.
          — está en la cocina.— digo calmadamente, el asiente con media sonrisa y se dirige hacia allá.
           — tele.— dice Lane mientras me toma de la esquina del vestido y me jala hacia las escaleras.
         — bien, vayamos a ver la tele.—