Capitulo 27.

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         — ¡tres malditos días Liu!, ¡solo me dice que está estable pero jamás me dice que es lo que le pasa!, ¡el que tiene!, ¡el porque lo tiene aquí!, ¡juro que mataré a ese estupido doctor!, ¡sueltame!— grite mientras Liu me alejaba de la puerta donde el doctor estaba escondido de mi.
         — Jane, por favor, el doctor sabe lo que hace y por alguna razón lo tiene aquí.— se colocó entre la puerta y yo, me bajo y me tomo de la nuca — mira, ve a casa, toma un baño y relájate, come algo también y si quieres después vuelve. Te llamaré si pasa algo en el lapso de que no estés.— suspire y asentí levemente, tal vez el cansancio me estaba haciendo reaccionar así.
 
Al llegar a casa y entrar, lo primero con lo que me encuentro es con los juguetes de Lane tirados por todas partes, los recojo lentamente y subo las escaleras con la misma lentitud, entro a mi habitación y los lanzo a la cama, la casa se sentía triste, melancólica y más solitaria de lo que normalmente se sentía, era la misma sensación de cuando Susan murió.
    De pronto sentí unas manos rodear mi cuerpo por la cintura, pero de golpe me aparté y me giré, encontrándome con Jeff quien al parecer se acababa de despertar por mi llegada.
           — ¿acabas de llegar?— pregunto bostezando y tallando su rostro. Asentí sería y fríamente. — ¿cómo está Lane?— le di nuevamente la espalda y contemple la cama con juguetes.
            — no mejor que tú, supongo.— el doctor lo encerró en una de las habitaciones del pequeño consultorio y en estos tres días no me ha dejado entrar.
         — hey, se pondrá bien, ya verás, siempre lo hace.— lo mire con el ceño fruncido, no quería escuchar palabras de ánimos, quería escuchar de verdad buenas noticias.
          — si no me dirás nada acerca de que es lo que tiene, es mejor que te calles.— no quería escuchar a nadie, y menos a él que no le importo yo ni nadie en lo más mínimo — no has ido a verlo.—
          — ¿te han dejado a ti?— noto mi enojo.
         — pero el interés se nota... solo, tomaré un baño y me iré, no molestes, ¿quieres?— lo saque de la habitación y cerré la puerta con seguro. No quería ser molestada.
    Después de bañarme, me enrede en una bata de Liu y deje mi cabello secarse con el ambiente, limpie el espejo del vapor y me mire detalladamente, mis ojos parecían los ojos de Jeff por mi falta de sueño, era increíble como una persona se puede echar a perder tanto en tan poco tiempo.
La puerta del baño sonó, torcí mis ojos y la abrí con brusquedad.
            —¿qué quieres?— cubrió su rostro con un gran plato hondo que contenía fruta variada con yoghurt y almendras.
          — Liu me dijo que tendrías hambre.— lo tome y limpie una gota de agua que escurría por mi frente.
          — gracias.— suspire y salí del baño, baje a la sala y me senté en el sofá.
Jeff se acercó con su cigarrillo en boca y con este prendió una gran vela de frutos que estaba en la mesilla de noche al lado mío.
         — esto me relaja mucho a mi.— susurro.
          —¿contiene marihuana o alguna droga?— dije mientras me metía una gran porción de fruta en la boca. El río y se sentó al lado mío.
         — solo la uso cuando me siento, nostálgico, las drogas son siempre pero esto, cierro mis ojos y recuerdo todo lo bueno, huele a casa, huele a mi madre, huele a las manzanas de la frutería de la esquina.— reí un poco y cerré mis ojos igual que el.
          — ¿dónde siempre robabas?— sentí como su brazo se colocaba en la parte del respaldo detrás de mí. Abrí un poco mi ojo izquierdo, pero él seguía con los ojos cerrados y con su respiración sumamente tranquila.
         — mhm, ¿lo ves?, buenos recuerdos.— yo terminé mi sesión de relajamiento y seguí comiendo, la fruta sabía muy bien.
  De pronto el teléfono suena y yo le entregó el plato a Jeff quien lo toma confundido, me estiro para alcanzar el electrónico y contesto con esperanzas de recibir noticias de Lane.
         — ¿hola?, ¿Liu eres... oh, hola Richard, espera, ¿c-cómo conseguiste este número?— siento la mirada de Jeff clavarse en mi, era de esperarse.
         — Vine a visitarte pero solo me encontré con Liu y me presto su celular para llamarte. Aún el doctor no nos dice nada de Lane, aún seguimos en estable.— una pequeña risita se dibujó en mis labios, él había estado pendiente de él estos tres días. —¿cómo estás tú?, ¿te has relajado y comido?— sentí la mano caliente de Jeff resbalarse desde mi pantorrilla hasta medio muslo, donde logre detenerlo con mi mano libre.
   Lo mire confundida y molesta, ¿qué era lo que estaba haciendo?, ¿cómo hacía algo así en este momento?.
          — s-sí, ya estoy más descansada, en unos minutos más iré hacia a-a-allá.— había tirado su cigarrillo y trató de desabrochar la bata, pero entre mi pie y mi mano trate de alejarlo de mi — les marcó después.— colgué de golpe y me cubrí lo más posible mientras Jeff seguía encimándose en mi hasta quedar totalmente sobre mi.
          — ¿aún sigues viendo a ese tipo?— colocó mis piernas a sus costados y sus manos a los de mi cabeza.
          — ¿pero qué es lo que te pasa?— agarre fuerte la bata, la cabeza me dolía y me ardía.
           — agh, ¿por qué tiene que estarte hablando?—  lo mire desconcertada.
         — ¿cómo que porque?, él ha estado ahí al pendiente de Lane y de mi, él, aunque no sea nada, está ahí apoyándome y dándome ánimos, incluso durmió una noche en el suelo por mi, ¡tiene todo el derecho de hablarme!— mientras más hablaba, su rostro más se arrugaba y más expresión molesta tenía — él ha hecho las cosas que se suponía que tú debías hacer, ¿pero dónde estabas?, no espera, tal vez drogándote, fumando, cogiendo con prostitutas, abusando de Marian o con tus supuestos compañeros de trabajo.— me tomo de las mejillas con fuerza, dolía, pero era más fuerte mi enojo.
          — ¡ya cállate!, ¡cállate, cállate, cállate, cállate!— grito en mi rostro.
         — ¡no me vas a callar!, ¿sabes qué?, creo que él si querrá acostarse conmigo y darme la atención que necesito.— nuevamente trato de quitarme la bata pero forceje para no dejarlo hacerlo — ¿acaso me vas a violar para reafirmar que soy tuya o que aún eres un hombre?, ¿eso te haría sentir mejor?, ¡hazlo entonces!— deje de pelear y él se detuvo, mirándome fijamente.
          — Jane, yo...— lo interrumpí con una bofetada que giró su rostro.
          — ¡cállate!, ¡ahora tú cállate!, ¡no te quiero escuchar más!— lo quite de encima mío y corrí hacia arriba para cambiarme e irme a con Lane.
  No necesitaba de sus mierdas bipolares, y mucho menos ahora.

-TRUST ISSUES- [+15]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora