-TRUST ISSUES- [+15]

Capitulo 10.

         —¡Jane! ¡Déjame entrar de una maldita vez!, ¡no es tu casa maldita!— escuchaba gritar a Jeff tras la puerta principal mientras de igual manera la golpeaba.
Me encontraba sentada en el último escalón, tallando mis ojos y bostezando, esperando a que Liu llegara, había cerrado la puerta de su habitación para que Lane no escuchara todo el estruendo. — ¡Jane te juro que si no abres la puerta ahora mismo te mataré a ti y a ese estupido bebe!—. Reí por su desesperación, pero mi risa desapareció al escuchar otra voz.
         — no tienes que ser tan rudo cariño.— ¿cariño?, ¿Jeff tiene pareja?
Me levante y abrí de golpe la puerta, dejando ver a Jeff ahogado en alcohol, la nariz roja y los brazos picoteados. Pero también bien acompañado de una rubia con un putivestido rojo y una pelinegra con el mismo vestido pero en dorado.
        — hasta que te decides a abrir.— rodea los cuellos de las dos mujeres y entran a la casa, cierro la puerta y lo miro atento, siento que mi pecho duele y mi odio hacia el crece más.
        — ellas no pueden estar aquí.— se detiene en las escaleras y voltea a verme.
        — ¿y quién me lo va a impedir?, ¿tú?— las chicas ríen — vete a ver si el bebé no ha ensuciado el pañal y no molestes más.— suben y se encierran en el que ahora es mío, pero no me preocupo mucho ya que Lane y yo estamos en el cuarto de Liu.
  Subí y al estar ya en la habitación me metí debajo de las sabanas junto con Lane, lo pegue a mí y sentí como agua salía de mis ojos, ¿por qué lloro?, tal vez por qué estos días me ha tratado mal, estoy harta de su mal comportamiento, un día explotare y lo mataré mientras duerma.
    Trato de dormir pero los gemidos y los golpes que vienen de la habitación son insoportables, y cada uno se hace más fuerte que el anterior, tanto que logran despertar a Lane quien comienza a llorar.
        — ya pequeño, tía Jane se hará cargo.— me levanto y camino a la habitación de donde provienen los ruidos molestos.
  Toco la puerta a golpes y todo se queda en silencio por unos segundos, las chicas ríen y la puerta se abre dejando ver a Jeff medio desnudo.
         — dejen de hacer ruido que no puedo dormir, y no dejas dormir a Lane.— el torció la boca y se recargó en la puerta.
         — si no puedes vencer a alguien úneteles, ¿no crees?—
          —¿qué?— me tomo de la muñeca y trato de jalarme dentro, pero forcejee y lleve mi peso hacia atrás — ¡sueltame!— se reía mientras seguía tirando de mi, ya no podía más, en cualquier momento me iba a encerrar ahí adentro, pero de golpe me soltó y caí al suelo.
  Lo mire y él tenía su vista puesta en las escaleras con cara de enojado, mire detrás mío y me encontré con Liu, nuevamente lleno de sangre con una cara no muy amigable.
           — ¿ya terminaste con tus boberías Jeffrey?— Jeff agacha la cabeza y me mira, me ayuda a levantarme y me coloca a un lado. — hoy no estoy de muy buenas...— baja un poco más su mirada y le mira los brazos — ya habíamos hablado de eso, ¿cómo crees que se pondría mama?—. Dijo decepcionado.
         — mama esta muerta.— reclamo
        — claro que si, la mataste.— saco un cuchillo de su bolsillo y se lo lanzó, Jeff lo atrapó pero de la parte con filo, causándole un corte en la palma, pero él no mostró ningún gesto o movimiento de dolor. Entro al cuarto nuevamente y cerró la puerta.
         — ya podemos... ¿Qué haces con ese cuchillo?— después de esas palabras de alguna de las putas se escucharon gritos de desesperación y a Jeff apuñalarlas.
   La puerta se abrió y la pelinegra salió corriendo y cayó a mis pies, suplicándome por ayuda, me la quite de encima y me volvió a sujetar las piernas, salió Jeff tomando a la rubia del cabello arrastrándola ya muerta e igual tomo a la pelinegra de su tan largo cabello.
         — ¡no, ayudenme porfavor!— bajo las escaleras y dejó a la rubia en el suelo, Liu se recargó en el barandal de las escaleras y miraba con atención.
  Jeff cortó su cuello y comenzó a desangrarse con rapidez, abrió la puerta y las tomo nuevamente del cabello y las arrastró hacia afuera.
        — ¿por qué le abriste?— mencionó Liu sin mirarme.
        — escuche las voces de ellas y, me entro curiosidad.—
Suspiro y agito su cabello.
          — espero que duerman bien, me quedaré en el cuarto de Jeff con el, y el tuyo mañana traeré a alguien para que lo limpie, descansen.— se mete al cuarto y yo hago lo mismo, entro y me duermo.
   A la mañana siguiente al despertar, estire mi mano para sentir a Lane, pero no estaba, me destape y me levante de golpe, tire las sabanas y el bebé no estaba por ninguna parte. Salí del cuarto y corrí al mío, pero solo había sangre en la habitación, corrí a la habitación de Jeff pero solo estaba el dormido. Me tire sobre el y este despertó espantado.
        —¡¿dónde está?!— comencé a golpearlo y me empujó lejos de él.
         —¡¿pero qué te pasa loca maniática?! ¡¿De qué me estás hablando?!— se talla el rostro y me mira enojado.
         —¡¿qué has hecho con Lane?!, ¡¿dónde está?!, ¡por favor Jeff!— miro alrededor suyo y se levanto de golpe.
         —¿dónde está Liu?— me enoje y trate de golpearlo nuevamente.
         —¡no es mi problema dónde esté Liu! ¡Regrésame a Lane!, ¡dime que no lo has matado!— sollozaba imaginándome que el pequeño ya estaría bajo tierra tres metros.
         — ¿crees que con mi estado de ayer me hubiera levantado a tempranas horas para matar al mocoso?...— respiro hondo y me tomo de los hombros — tranquilízate, Jane... Hay, hay algo que no te dije con anterioridad, pero perderemos tiempo si te lo cuento, ve abajo, me cambiare y correremos a buscar a Liu.—
  Obedecí y baje, al minuto Jeff bajo con sus mismas ropas de siempre y salimos de la casa corriendo a toda velocidad, yo me mantenía detrás de él para saber hacia dónde ir, ¿por qué querría buscar a Liu ahora?, ¿es que acaso él no sé a acercado a Lane?.
  Nos alejamos un poco más haya de la entrada del pueblo, nos adentramos más a la carretera y por el cansancio paramos a recuperar el aire.
         — ¿recuerdas el día que te dije que no había sido intencional el entras a tu casa esa noche?— lo mire confusa y recuperando el aliento.
        — ¿eso qué tiene que ver ahora?—.
         — la verdad, es que si planeamos ir a esa casa, justamente esa noche.—