-TRUST ISSUES- [+15]

2da TEMPORADA. capitulo 5

Los dos se quedaron serios y me miraron.
— nos casamos.— hablo Liu antes que Jane, haciéndola agachar la cabeza.
— ¿y eso?, ¿por qué?— me levante enojado y golpee la mesa haciendo a ambos estremecerse.
— si te calmas y te sientas podremos platicarlo con tran...— interrumpí a Liu volviendo a alzar la voz.
—¡¿tranquilidad idiota?!, ¡¿cómo puedo hablar con tranquilidad cuando mi mente solo se imagina a ustedes dos fornicando?!— Liu rió y Jane se puso roja, pero al mismo tiempo se molestó y se levanto.
— ¡nunca me he acostado con Liu!— alzó la voz de igual manera.
Me senté lentamente y Jane igual, mire a Liu quien respiro profundo y colocó sus antebrazos en la mesa.
— Jeff, Jane aceptó casarse conmigo por qué de otro modo no hubiéramos conservado esta casa, ni el auto ni estaríamos aquí.— suspire de alivio, y en mi volvió La Paz y tranquilidad. — desde hace tiempo ya se encontraban exigiéndome contraer matrimonio, pero ya vez que me gusta la vida solitaria, claramente no conseguiría a nadie.—
— ¿y por qué tomaste el contrato matrimonial?, hubieras tomado el solitario y hasta ganarías más.— comente, Jane tenía rostro confuso, se veía que no entendía nada sobre el trabajo de Liu.
— con el matrimonial dan más beneficios, con el otro estaríamos en un departamento donde solo cabría yo, una moto, no el auto que tenemos, tengo más prestaciones por eso de que "tengo una familia que mantener".— ambos reímos y asentó levemente.
— bueno, si esta unión se realizó por la necesidad, entonces está bien.— en eso el teléfono de Liu suena, se levanta rápido y toma su saco.
— no había nada de qué preocuparse. Debo irme, volveré más tarde, dejare el auto.— Jane lo mira.
— ¿vinieron a recogerte?— el asiente y corre saliendo de casa y azotando la puerta detrás de él.
Se sintió un ambiente incomodo por unos momentos, hasta que Jane se levantó y camino a la entrada de la cocina.
—¿quieres que te ayude a guardar tu ropa?— la mire unos segundos, después asentí y fui detrás de ella con mi maleta en mano que Liu había dejado en la sala.
En cuanto entramos al cuarto un aire helado golpeó mi rostro, esta habitación no había sido habitada desde mi encierro, pero estaba muy limpia, sin ningún rastro de polvo.
— la mantuve libre de polvo todo este tiempo, claro que recogí muchas cosas y la deje lo más impecable posible.— media sonrisa se dibujó en mi rostro y lance la maleta al suelo. — también tire todo lo que...— no la deje hablar más ya que la tome de las mejillas y levante su mirada hasta que se topará con la mía. —¿qué pasa?— pregunto mientras suavemente tomaba mi muñeca con la que la tenía sujetada.
— ya me hacías mucha falta.— seguido de eso, la pegue a mi besándola suavemente, disfrutando la suavidad de sus labios y el sabor a tarta que se había quedado en su boca.
Se separó un poco de mí con la respiración un poco agitada, me miró los labios, después mis ojos, y volvió a pegarse para un beso más intenso, esta vez pase mi mano a su cuello y la otra a su cintura aferrándome a ella.
Sus manos recorrían mi golpeado cuerpo con mucho cuidado. En un momento abrí un poco los ojos y vi cómo unas lágrimas recorrían sus ojos, me separé y ella abrió los suyos.
—¿qué pasa?, ¿por qué estás llorando?— pregunte asustado.
— te extrañe mucho, de verdad, me estaba volviendo loca sin tu presencia.— limpie sus lagrimas con mis pulgares y le di un beso en su frente para reconfortarla.
— ya estoy aquí, no tienes por qué llorar.— sonrío y nuevamente nos volvimos a sumergir en un beso.
Camine poco a poco hasta sentir la cama y sentarme en esta, haciendo que Jane se sentara encima de mi, para que mis manos pudieran bajar y volver a tocar aquel trasero con el que tanto soñé.
Sus movimientos de cadera empezaron, y mi excitación aumentaba tanto de temperatura como de tamaño, quería hacerlo, quería hacerla mía sin ningún tipo de estupida interrupción.
Comencé a quitarle la blusa negra que llevaba encima; ella accedió, también los pantalones deportivos junto con los zapatos, quedándose en ropa interior mal combinada. Ella jugaba con mi cabello mientras seguía estimulando mi zona, yo recorría todo su cuerpo con mis manos, haciendo mi hambre más grande cada segundo.
    Mis manos pasaron por debajo de su sostén para tocar la piel desnuda de sus senos, ella desesperadamente se desabrochó la tela estorbosa y la lanzo fuera de nuestro alcance, dio media sonrisa al igual que yo. Baje mi mano a su zona íntima, rozando sobre la tela, sintiendo cual húmeda ya se encontraba, moví a un lado las bragas y baje un poco mis pantalones, lo suficiente como para que mi pene se encontrará con su entrada, rozando lentamente, haciéndola soltar un quejido repentino.
—¿está bien si...— me coloqué bien con intenciones de entrar a ella.
— adelante...—
En un movimiento rápido la deje debajo de mi y busque en mi cajón, si de milagro, tenía aún un condón, pero no había ni rastro.
— mierda...— susurre entre dientes, por fin tenía a Jane dispuesta a entregarse. De pronto me tomo de las mejillas y me sonrió.
— puedo empezar a tomar pastillas.— reímos al mismo tiempo y me volvió a besar.
     Me sostuve de su entrepierna y comencé a entrar lentamente en ella haciéndola arquear la espalda, sus manos recorrieron mi espalda para llegar a mis hombros y sus uñas enterrarse en estos. Respiré hondo y mis ojos rodaron hacia atrás, sintiendo al ambiente caliente y mi ereccion creciendo más y más.
          — hace tiempo, no hacía esto.— dijo con dificultad.
Reí, le di un beso en la punta de la nariz para después empezarme a mover, Jane soltó un gemido, después otro. Recorría con sus frías manos mi cuerpo debajo de las prendas que llevaba encima.
Por fin se estaba entregando a mi, por fin no había llegado nadie a interrumpirnos, por fin demuestro el amor que se me ha acomulado todo este tiempo por ella, por fin.