-TRUST ISSUES- [+15]

Capitulo 29.

Llegamos a casa y subimos hasta la habitación de Liu, donde puso algo de música y yo serví todas las frituras que compro en un trasto gigante.
          — diablos, olvidamos comprar algo que tomar, ¿que quieres?— mire el techo, y por alguna razón recordé a Marian, recordé el vino que tomamos en su casa y que de hecho me había gustado demasiado.
           — vino, ¿tenemos vino?— Liu cerró los ojos tratando de recordar, después negó y se rasco la cabeza.
          — iré a comprar uno rápido.— avanzó a paso veloz pero de golpe se topó con la esquina de la puerta y cayó al suelo.
   Me levante de la cama y corrí a auxiliarlo.
           — ¿estás bien?— quitó su mano del rostro y dejó ver que se había golpeado en la nariz, en un golpe la sangre comenzó a salir. — vaya... ¿Has comido algo?— negó y se limpió con la manga.
           — esta basura será lo primero que coma en tres días.— sonrío.
         — si quieres yo...— negó rotundamente.
          — estas igual que yo, mejor llamemos a Jeff y que nos haga el favor.— suspire —¡Jeff!, ¡ven porfavor!— lo ayude a levantarse y lo senté en la cama.
   Jeff apareció en la puerta con una sudadera negra y pantalones de mezclilla azul masticando chicle, ¿desde cuándo come chicle?
           — ¿acaso harán una pijamada sin mi?— lo ignore, no quería enojarme más, mi cuerpo estaba a su límite.
          — ve y compra un vino, Jane y yo estamos demasiado cansados como para salir y...— Jeff lo interrumpió.
          — ¿acaso son los jefes?, ¿tengo cara de criado?, no es mi culpa que estén cansados. Solo dejen al doctor hacer su trabajo, es solo un resfriado.— al parecer no le habían dicho nada.
           — deja de portarte como un adolescente Jeff, solo te pido algo tan simple y tú...— me levante y comencé a gritarle a Jeff.
          — ¡no es un maldito y simple resfriado!, ¡Lane morirá!, ¡está de gravedad y ni siquiera sé si podrá sobrevivir estos tres días!, ¡no sé si el doctor lo salvará!.— en un milisegundos mostró un rostro de espanto, pero al momento frunció al ceño y mantuvo su voz firme.
          — qué pena.— Jeff no cambiará.
Salí corriendo con el grito de Liu llamándome detrás de mí, no podía pensar en otra cosa que no fuera Lane, Lane, tres días, toxina, caída. ¿Era culpa de Jeff o era culpa mía?, yo golpee a Jeff, pero el topo en la cuna, pero yo lo pude haber empujado o golpeado con un rumbo diferente, pero él y Liu fueron los que entraron a esa casa.
   Todo estaba confuso en mi mente, ¿todo esto significaba que el moriría?, o ¿si lograría vivir?.
  Camine y camine hasta que inconscientemente llegue nuevamente al local del doctor y entre por la ventana silenciosamente y me escabullí dentro de la habitación donde Lane se encontraba, nada tenía seguro por suerte, y al parecer el viejo dormía en otra habitación lejos de Lane.
          — hola bebe, soy tu mami.— susurre mientras ponía seguro a la puerta y caminaba lentamente hacia el, abrió sus ojos y una pequeña risita se dibujó en sus labios; sus brazos tenían pequeños moretones de posibles inyecciones que recibió, también estaba conectado a una máquina que le permitía respirar bien.
   Acerqué una silla de madera y tome una de sus manos junto con mi otra mano que se posó en su cabeza, aún tenía fiebre.
         — mamamama...— comenzó a balbucear con la voz ronca. Estaba pálido y ojeroso.
        — tranquilo bebe, ya estoy aquí, te pondrás bien e iremos a comer pastel, de fresa, el que tanto te gusta, ¿sí?—
  Se tallo los ojos, sus pequeños ojos que estaban cansados, me miró serio por unos diez segundos para después comenzar a llorar.
          — no llores Lane, no hay necesidad de llorar, ya no vas a estar enfermo y vendrás a casa— la fiebre estaba en aumento y comenzaba a suda, su respiración de igual manera.
  Mi corazón comenzó a acelerarse, ¿por qué de golpe se ponía tan mal?
  La puerta comenzó a sonar, el viejo había escuchado llorar a Lane y ha venido a checar que todo esté bien.
            — ¿quien está ahí?, ¡abra de inmediato la puerta o llamaré a la policía!—  tome a Lane en mis brazos, lo envolví en una manta y me arrincone en la habitación mientras lo mecía para que dejara de llorar.
  
Después de unas dos horas, o es lo que yo calculo, por fin una voz conocida retumbo en mis oídos como si fuera un llamado del cielo, pero a la vez de sentirme aliviada, tenía miedo por alguna razón.
— ¿Jane?, ¿eres tú?... Vamos linda, abre la puerta, nadie te quitara a Lane.— era la voz preocupada de Richard — por...— fue interrumpido por otra voz. Liu.
— ¡abre la puerta Jane!, ¡si no tendré que derribarla y no quiero asustar a Lane!—
Mire al pequeño que dormía plácidamente en mis brazos.
Me levante con cuidado y quite el seguro para lentamente caminar a la camilla y sentarme en esta. Liu fue el primero en entrar con cara de pánico, me miró sentada acariciando a Lane y suspiro de alivio.
— mira Lane, vino tu papá a verte, despierta.— lo sacudí suavemente, pero no abrió los ojos, —¿Lane?— lo volví a sacudir un poco más rudo y millones de lagrimas comenzaron a caer — Lane, por favor.— lo abrace con fuerza y jure escuchar mi corazón romperse.
Mis llantos era lo único que se podía escuchar en toda la habitación, Liu cayó sobre sus rodillas y colocó sus manos en su rostro, para igual comenzar a llorar a gritos, se arrastró hacia mí y se levanto para abrazarme mientras entre nosotros se encontraba el pequeño cuerpo de Lane, sin vida.
Un empujón quitó al doctor de la puerta, al igual de a Richard, mire la puerta y me encontré con Jeff, él estaba parado justamente ahí, inmóvil, contuve la respiración por un momento y baje la cabeza, tratando de no llorar más. Se colocó en frente mía y nuevamente eleve la mirada, ya tenía lagrimas en sus ojos, volví a romper en llanto y me abrazo de igual manera junto con Liu.

Lo siento Susan, no pude protegerlo...