Capitulo 31.

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1 mes después...

—¡Jane! ¡Baja a comer!— gritaba Liu desde abajo.
Me levante lentamente de la cama y me destape, mis pies cayeron a un costado e hicieron contacto con el piso frío, me estremecí quejándome, pero es normal que este frío, ya que nunca dejó que entre el sol por la ventana. Me puse unas sandalias y mientras me envolvía en mi bata comencé a caminar escaleras abajo.
Me senté en la silla donde Liu y Jeff ya se encontraban comiendo, tome un plato y me serví un poco.
— Richard estuvo preguntando por ti.— dijo Liu, Jeff suspiró y se recargó en el respaldo. — ¿qué?—
—¿desde cuándo tú y él son tan amigos?— yo me hago la sorda y empiezo a comer.
— últimamente ha estado viajando seguido a la ciudad, así que me lo he topado.— Jeff torció los ojos y siguió comiendo. — el caso Jane, ¿cuándo piensas contestarle el celular?— negué con la cabeza y respire hondo echando mi cabeza hacia atrás.
— no quiero salir, y eso es lo que él quiere.— Liu suspiró y dejó a un lado su plato para tomar agua.
— sería bueno que salieras y te distrajeras para que dejes de pensar en todo.— volví a negar.
— porfavor Liu, no insistas.— me levante pero él me tomo de la muñeca, sin dejar que me alejara, Jeff clavo el cuchillo a un lado de su mano y ambos lo miramos confundidos.
— te ha dicho que no, ¿es que eres imbecil?— me soltó de golpe y volvió a enfocar su atención en su plato. Di dos pasos hacia atrás para después alejarme y subir a mi cuarto.
Jeff subió detrás mía, acelere el paso y el igual, al entrar al cuarto me giré a toda velocidad para cerrarle la puerta pero metió su brazo, bloqueándome.
— ¿qué es lo que quieres?— me senté en la orilla de la cama y baje la cabeza.
— mírate, ahora tú eres la que está mucho más delgada.— levante nuevamente la mirada, observándolo de pies a cabeza.
— y tú estás más gordo, pareciera como si la muerte de Lane te hubiera revivido.— golpeó la puerta, cerrándola y estremeciéndome.
— no digas eso, sabes que aunque siempre dije que quería matarlo, jamás lo hubiera hecho.— rasque mi nuca y me deje caer boca arriba. — mi engordamiento, el olvido de drogas y fiestas, tómalo como, si Lane me hubiera inspirado a hacerlo.— lo mire de reojo confundida. — ahora que Lane no estará contigo, yo debo estar bien para cuidarte por el, digamos que nos hicimos una promesa.— sonrío y se sentó al lado mío.
Cubrí mis ojos y comencé a llorar, no dolía, ardía, me quemaba por dentro el no tenerlo conmigo, era una tortura, me sentía culpable por no haberlo llevado al medico, por no atenderlo como se merecía, por fallarle a Susan.
— ¿por qué dices eso tan feliz?— me quite las manos, encontrándome con su mirada en mi.
— Jane, no corte mis mejillas para nada, ¿de acuerdo?— me reí un poco ante su comentario y me seque los ojos para después quedarme mirando el techo. — salgamos, hagamos algo divertido.— Volvi mi mirada hacia él y alce una ceja.
— ¿algo, divertido?— nos levantamos al mismo tiempo mientras manteníamos contacto visual.
— la última vez que salimos, sé que no la pasaste muy bien.— torcí los ojos.
— ¿y ahora que estoy hecha mierda si quieres salir?— se levanto y metió sus manos a sus bolsillos del pantalón.
— antes era por capricho, ahora tienes buenas razones para salir... vamos.— me estiro la mano, le di un pequeño golpe y me levante.
— entonces déjame cambiarme.—
Al ya ponerme una ropa medio decente y arreglarme la cara con un poco de maquillaje, baje a la sala donde se encontraba Jeff y Liu, quien lo ayudaba a abrocharle una camisa que tal vez se la presto.
— me siento ridículo.— dijo mientras se doblaba las mangas hasta la altura de sus codos, no se veía ridículo, se veía atractivo, como un hombre de verdad.
— está bien que por una vez en tu vida intentes no llevar esos trapos que te cargas siempre.— Liu le sacudió los hombros y retrocedió hasta quedar a mi lado, observándolo de abajo hacia arriba. — imagínate que hubieras seguido igual de calavera que antes, mi ropa no te hubiera quedado, ¿verdad Jane?— asentí y sonreí.
— bien bien, ya vámonos Jane.—
Jeff tomó las llaves del auto, subimos a este y arrancamos, al parecer tenía planeado ir a la ciudad, ya que tomó la carretera y saco de la guantera mucha comida chatarra.
—¿solo manejaras y comeremos chatarra toda la noche?— tome una goma de mascar y la metí en mi boca.
—¿cómo lo supiste?— me dio un pequeño golpe en la frente y río — claro que no, te dije que haríamos algo divertido.—
Siguió manejando mientras una música calmada sonaba en la radio, miraba por la ventana, atenta a todo árbol, al cielo azul, a los rayos de sol que golpeaban mi rostro; baje la ventana y comencé a sentir el aire en mi rostro, necesitaba un poco de naturaleza para de verdad relajarme.
  Al llegar a la ciudad, Jeff se estacionó junto al edificio más grande de esta y apago el auto para después estirarse y rascarse la mandíbula.
         — hemos llegado a la primera fase de, ¿este día?.— lo mire confundida y después analice alrededor mío.
          — ¿qué haremos?— pregunte mientras desataba el cinturón.
         — bueno. En esta hoja que me dio Liu dice que debemos apreciar el atardecer, al caer la noche iremos a...— calla por un momento y abre los ojos más de lo normal.
        — ¿qué pasa?, ¿a dónde?— trate de ver el escrito en el papel pero Jeff lo volvió trizas en un segundo.
          — es sorpresa. Bueno, ¿subimos?— bajó del auto y corrió a mi puerta para abrirla y ayudarme a bajar, me tomo de la mano delicadamente, haciendo que mi cuerpo sintiera una extraña sensación de calidez.
          — ¿seguro que eres Jeff?— se rió y volvió a golpear mi frente con su dedo.
         — si quieres vuelvo a ser el Jeff drogadicto y...— le cerré la boca rápido mientras negaba con la cabeza.
          — no gracias.— sonrío de lado y abrazo mi cuello con su brazo izquierdo llevándonos a las escaleras laterales del edificio que se es contratan por fuera.

-TRUST ISSUES- [+15]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora