Me Recuerdas

Capítulo 7

** Freen**Punto de vista 

Desde la cera, el compás vibrante del bar parecía invitar a todo aquel que pasara. Ahí estaba yo, sumergida en mis pensamientos, preguntándome por qué diablos había extendido esa invitación impulsiva. Después de todo, ¿qué podía haber de especial en un encuentro efímero? 

Nuestros días en las clases de buceo eran más un juego de escondite que una relación cercana, ya pesar de que una década había borrado esas imágenes, nunca logré olvidar aquellos ojos que nunca se encontraron con los míos. ¿Qué haría que esta vez fuera diferente?

De repente, la inconfundible voz de Noey irrumpe en mis pensamientos. "¡Vaya, mira nada más! Brillas como las estrellas en una noche despejada", exclama. Noey, mi entrañable amiga y cómplice, siempre tuvo ese talento para hacerme sonrojar y sacarme de mis casillas, y también fue ella quien, con su peculiar motivación, me empujó a reencontrarme con ese antiguo revoloteo en mi estómago.

Sí, Becky había sido mi silenciosa obsesión durante seis eternos años... ¿Qué vendría ahora?

Flashback***

Vamos chicos, ¡no olviden que el amor está en el aire y el secreto en el diafragma! Si no suspiran con pasión, ¡no puedo sumergirlos ni al chapoteadero!

Coloca una de tus manos sobre tu pecho y la otra sobre tu abdomen. Inhala lentamente, contando hasta dos. 

Hazlo de forma que la mano que tienes sobre el abdomen se levanta. La mano que tienes sobre el pecho te va a servir para comprobar que este no se mueve.

Cuenta hasta cuatro para expulsar el aire y siente cómo tu abdomen se hunde.

Freen: ¡Por Dios, qué abdominales! Y ahí estaba yo, observando tratando de seguir las instrucciones de mi crush, admirando como las gotas lentamente recorrían su abdomen bien definido.

Becky: ¡Vamos chicos! Mantengan la postura y no los quiero ver como el jorobado de Notre Dame. ¡Nos vemos en el agua! - Becky se se puso su tanque y como toda una profesional se sumergió en el agua.

Freen: Estaba siguiendo cada una de sus indicaciones, tratando de hacerlo bien.- Vamos Freen cuenta hasta 3- 1, 2, 3... al agua!!!

Y ahí estaba, observando de reojo pues no quería ser evidente de que me moría por ser al menos ese tanque que becky traía en la espalda. Becky se  comenzó acercar y me hizo señas con el pulgar, me quede paralizada, conteniendo la respiración, como si dentro de mi dijera si no me muevo no me ve. "¡Ay, Dios mío, no hay burbujas!" Pensé. 

Y sí, como la protagonista torpe de una novela, ahí estaba yo, aspirando agua como quien aspira un perfume embriagador. Menos mal que mi crush estaba allí para sacarme del agua, ¡Vamos! ¿Quién no sea atragantado con Comida o como yo con el Agua, cuando va pasando por quien nos sentimos atraídos?

Y el oso por el cual pasamos ni se diga!!!

**Fin del Flash Back!!!

Noey: "¡Venga, Freen! ¡Aprovechemos y pidamos algo antes de que llegue, para que no te encuentres nerviosa! No estarás pensando en hacer una gran escapada cinematográfica, ¿cierto? Tal vez el universo te está gritando que este es TU gran momento."

Freen revolvía sus manos, como un maestro pianista antes de un gran concierto, desbordada por un mar de nervios. Un aroma inesperado a fresas frescas invadió sus sentidos. Por un segundo, fue transportada al pasado, recordando la sensación de su primer clase de buceo.

De la nada, una voz familiar resonó: "¡Hey, muchachos!" Era Becky, con una elegancia renovada y acompañada de una joven morena, radiante y de atuendo coqueto. Sin duda, Becky había cambiado: llevaba el paso de los años como una medalla de honor y, francamente, el tiempo solo había acentuado su magnetismo.

Sin poder evitarlo, Noey me dio un codazo y, entre risas, susurró: "Si sigues así, te pasaré un trapeador para tu baba".

Antes de que pudiera reaccionar, Becky se acercó y me envolvió en un abrazo que desplazó cualquier atisbo de aire en mis pulmones.

Becky, señalando a la morena, dijo: "Freen, te presento a Nam, una gran amiga. Y tú debes ser... ¿la novia?" Miró a Noey con una chispa traviesa en sus ojos.

Rápidamente, me puse al lado de Noey y aclaré: "No, no, ella es Noey, mi amiga. 

Entonces Becky pregunto de manera curiosa y divertida: Aaaa! ¿Entonces tu eres la de los mensajes?, esbozo una sonrisa picara!

Noey, con una ceja arqueada y un tono de genuina sorpresa, preguntó: "¿Qué mensajes?" Sus ojos me taladraban en busca de respuestas.

Atrapada en el foco de atención y sintiéndome como una langosta recién cocida, deseaba desesperadamente un agujero negro que me tragara. Nam, percibiendo la incomodidad de la situación, intervino con la gracia de una diplomática: "¡Ey, vamos! Primero, unas bebidas. Luego, podrán resolver este intrincado rompecabezas de mensajes y miradas".

La noche prometía ser más interesante de lo que había imaginado.

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