Epílogio

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La vida tiene una forma extraña de sorprendernos. A veces, los momentos más oscuros se convierten en el preludio de algo maravilloso. Recuerdo claramente la bala que rozó mi abdomen, el instante en que creí que todo había terminado. Pero no, no fue mi fin, sino el comienzo de algo completamente nuevo.

Heng, el hombre que alguna vez pensé que se quedarían con Freen, terminó mostrándome su peor versión. Desesperado y fuera de control, disparó en mi dirección. Aún siento el calor de la bala cerca de mi piel, pero antes de que pudiera hacer más daño, la capitana Lara actuó. Le disparó, no para matarlo, sino para detenerlo. Ahora Heng cumple una condena que lo condena a la oscuridad, lejos del mundo y de cualquier oportunidad de redención. Jamás volverá a ver la luz del sol.

Heidi, siempre un paso adelante en sus planes retorcidos, intentó huir junto al chofer que provocó mi accidente. Pero nadie escapa del FBI tan fácilmente. Los atraparon en un avión rumbo a un paraíso fiscal, creyendo que podrían dejar atrás su pasado. Ahora, ambos enfrentan las consecuencias de sus actos, y ese capítulo, finalmente, está cerrado para siempre.

Y, aunque no recuperé mi antigua empresa, descubrí que renacer puede ser una bendición disfrazada. Fundar una nueva empresa fue una de las mejores decisiones que tomé. No solo superé mis propias expectativas, sino que el éxito que obtuve fue mayor del que jamás había imaginado. El dinero llegó como una consecuencia natural de hacer las cosas con pasión, y esta vez, lo hice todo en mis términos.

Mientras tanto, la vida de quienes amo también avanzó. Nop, siempre tímido, por fin reunió el valor para invitar a salir a la capitana Lara. No voy a mentir, fue un espectáculo ver cómo intentaba armarse de valor, y ella, con una media sonrisa, aceptó como si hubiera estado esperando ese momento todo este tiempo.

Nam ahora convive más que nunca con Freen o más bien el hijo, y Freen ha encontrado en él una conexión especial. Cada vez que la veo jugar con ese pequeño, no puedo evitar pensar que su corazón ya está preparado para convertirse en mamá. Y aunque no hemos hablado en serio sobre el tema, siento que es solo cuestión de tiempo. Freen no dice nada, pero su mirada me lo confirma: está lista para dar ese paso.

Por supuesto, mi madre no pierde oportunidad para insistir en que quiere un "kínder de nietos". Cada vez que lo menciona, pongo los ojos en blanco y me quejo un poco, pero en el fondo... no lo descarto del todo. Tal vez, después de todo, tener un pequeño ejército de hijos corriendo por la casa no sería tan mala idea.

El camino hasta aquí no ha sido fácil, pero mirando hacia atrás, no cambiaría nada. Cada obstáculo, cada herida, y cada decisión nos ha traído hasta este momento. Y ahora, con Freen a mi lado, la vida parece más clara. No sé exactamente qué nos depara el futuro, pero estoy segura de algo: pase lo que pase, lo enfrentaremos juntas.

Porque, al final, el amor verdadero no es solo aquello que sobrevive a los recuerdos; es lo que se expande más allá de ellos. El amor verdadero no permanece inmóvil, sino que crece con cada reto, se adapta a los cambios inesperados y, en el proceso, nos transforma en versiones más auténticas de nosotros mismos. Es un ancla en las tormentas y un impulso en los días tranquilos.


Nos vemos pronto lectores... Un saludo.

Y no olviden dejar su voto. Hasta la próxima.

Me RecuerdasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora