La música vibraba en cada rincón del bar, mientras Nam, Noey, y Jim bailaban. Las luces tenues y el ambiente creaba la atmósfera perfecta para olvidar, aunque fuera por un momento, las preocupación acerca de Freen.
Entre risas y pasos de baile, Noey se acercó a Nam, señalando discretamente hacia Rebecca, quien bailaba con una chica que ninguno de ellos reconocía. "¿Quién es esa chica con Rebecca?" preguntó Noey, tratando de sonar casual, aunque la curiosidad le quemaba por dentro.
Nam miró en dirección a Rebecca y luego a Noey. "Es la chica con la que salió en la foto de la revista," dijo en voz baja, acercándose más para que los demás no pudieran escuchar. "Pero no tengo ni idea de por qué está aquí."
Noey asintió, mordiéndose el labio inferior antes de soltar lo que llevaba toda la noche rondándole la cabeza. "Me reuní con Freen... No la veo segura de casarse con Heng," confesó, bajando la voz aún más.
Antes de que Nam pudiera responder, Jim se acercó apresurado. "Shhh, viene Rebecca" susurró, cortando la conversación de golpe.
Todos volvieron a bailar, fingiendo no haber estado hablando de algo importante. Rebecca llegó junto a la misteriosa chica, y con una sonrisa, las presentó. "Chicos, les presento a Lara."
Nam, Noey, y Jim intercambiaron miradas, forzando sonrisas mientras saludaban a Lara. Tras unos minutos de charla ligera y algunos tragos más, Rebecca y Lara se despidieron del grupo.
∑
Freen estacionó su coche frente al loft de Rebecca, respiro profundo y se dijo, "Vamos Freen tu puedes". Y con las manos temblorosas sobre el volante, respiró hondo. Tenía que hablar con Rebecca, aclarar lo que había pasado.
Pero antes de que pudiera salir del coche, algo en la esquina de su ojo capturó su atención. Rebecca se acercaba al edificio, no sola, sino de la mano de otra chica. La risa de ambas resonaba en la calle vacía, cortándole la respiración a Freen. Se encogió en el asiento, intentando no ser vista, el corazón latiendo en su pecho con una fuerza que le dolía.
El mundo de Freen pareció detenerse en ese momento. Las palabras se agolparon en su garganta, pero no lograron salir. Todo lo que había planeado decir, todo lo que había ensayado en su cabeza, se desmoronó frente a esa imagen que la llenaba de desconcierto y celos. ¿Quién era esa chica? ¿Qué significaba su presencia al lado de Freen?
Rebecca, justo antes de abrir la puerta del loft, se detuvo. Sintió como si alguien la estuviera observando. Giró la cabeza, escudriñando la calle, pero no vio a nadie.
La otra chica, notando el cambio en la expresión de Becky, le preguntó en un susurro: "¿Estás bien? ¿Qué pasa?"
Becca, aún con una leve sonrisa en los labios, negó con la cabeza. "No es nadie. Vamos, entremos", dijo, intentando quitarle importancia al momento, pero su voz traicionaba una incomodidad que no podía ocultar.
Cuando vio que Rebecca había entrado a su edificio, bajo del coche pues necesitaba respirar aire con fuerza, pues tenía unas ganas grandes de llorar.
Después de unos minutos quiso regresar a su auto, pero el tacón de su zapato quedó atrapado en una coladera cercana. "Mierda...", murmuró entre dientes, luchando por liberarse sin hacer ruido.
"¿Todo bien? ¿Qué haces aquí?" La voz de Noey la sobresaltó. Freen la miró, avergonzada por la situación ridícula.
"¡Ayúdame!" pidió Freen, mientras intentaba sacar su zapato de la coladera.
Después de un tirón exitoso, Noey arqueó una ceja. "¿Y tú qué haces aquí?" preguntó, la curiosidad brillando en sus ojos.
"Yo... venía a ver a Rebecca," confesó Freen, bajando la mirada. "¿Y tú?"
"Vine a devolverle su billetera," respondió Noey, sacando el objeto de su bolso. La tensión en el aire era palpable, pero antes de que pudieran decir algo más, las luces del loft se apagaron.
Freen se quedó inmóvil, dándose cuenta de que había llegado demasiado tarde.
Después de un par de segundo Noey llamó la atención de Freen. Eiii! Freen ven vamos... Noey le abrió la puerta del auto a Freen y la ayudó a entrar, el se subio del otro lado.
Freen sé a qué vienes, si quieres resolver las cosas con ella, porque no simplemente no vas subes, tocas y aclaras las cosas.
No, al final de cuentas ella, ya no me recuerda, yo la deje sola cuando más me necesitaba. Freen comenzó a llorar. Noey solo se restó a abrazarla.
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Rebecca se dirigió a la cocina y sacó una botella de agua fría del refrigerador. Con una sonrisa tranquila, le ofreció un vaso a Lara, quien lo aceptó con una ligera inclinación de cabeza. Ambas se sentaron en el sofá, el silencio cómodo entre ellas, solo interrumpido por el sonido del agua al ser vertida en el vaso.
"Gracias por salir esta noche y por aclarar las cosas con el fotógrafo," comenzó Rebecca, rompiendo la quietud.
Lara asintió, tomando un sorbo de agua antes de responder. "No tienes que agradecerme. Sabes que bueno que todo se aclaró".
Rebecca bajó la mirada, jugando nerviosamente con los dedos sobre sus rodillas. "En otras condiciones, tal vez las cosas hubieran sido diferentes... Pero no puedo olvidar a Freen," admitió en un susurro.
Lara la miró con una comprensión. "Te entiendo, Becky. Pero creo que deberías buscar a Freen y decirle lo que sientes. luchar por ella, sabes después de que me cuentas su historia, siento que no es el final, hay más."
Rebecca soltó un suspiro pesado, su corazón sintiendo el peso de esas palabras. "Ella va a casarse con Heng," dijo con un dejo de tristeza. "Prefiero verla feliz, aunque no sea conmigo."
El silencio volvió a instalarse entre ellas, pero esta vez era diferente, más cargado de emociones no dichas. Finalmente, Rebecca se levantó, caminando hacia el apagador. "Es hora de irnos a dormir," dijo, apagando la luz del salón. "Si necesitas algo, no dudes en decírmelo."
Lara le sonrió una vez más, una sonrisa suave, y asintió. "Descansa, Becky."
Rebecca se dirigió a su habitación, sintiendo que había dado un paso importante, aunque doloroso. Mientras cerraba los ojos, su mente volvía a Freen, y a la posibilidad de un futuro que aún no podía imaginar.
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Me Recuerdas
FanfictionBecky Armstrong es una chica proveniente de una de las familias más adineradas de Tailandia. Lo tiene todo una familia perfecta, un trabajo estable, dinero y una chica brutalmente sexy, pero carga un vacío dentro de ella que no lo puede explicar, y...