Capítulo 19

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Jimin se giró para observar con sus ojos bien abiertos llenos de pánico al hombre castaño quien seguía parado a un lado de él con una notable expresión de nerviosismo mientras mordía su labio inferior. Todo el porte dominante y seguro que demostraba el ojiazul se había esfumado unos instantes pero lo corrigió rápidamente dando un fuerte suspiro antes de dirigir su mirada al menor y mostrarle una pequeña sonrisa de labios juntos.

— Vamos.— hizo un ademán para que entrarán juntos a la casa .— No te dejaré.— reconfortó acercándose al cuerpo contrario y dejando un dulce beso en los suaves labios de Jimin quién gimoteó ante la falta de contacto cuando Jungkook se separó de su rostro con un bajo chasquido.

— ¿Lo prometes?— preguntó bajito mirando embelesado los ojos azules del magnate. Jimin sabía que sus padres solo lo podían regañar, más no alejarlo de Jungkook porque él ya era prácticamente un adulto y sabía tomar sus propias decisiones pero solo quería escucharlo de la boca del hombre, quería que le prometiera estar con él porque a pesar de conocerse de muy poco tiempo, de verdad le gustaba aquel hombre y no quería alejarlo.

— Lo prometo.— respondió en un suspiro, acariciando una mejilla del chico para después apartar con delicadeza un rizo que caía sobre la piel de su rostro, colocándolo detrás de su oreja.

Jimin sonrió y después tragó duro, la posición de su madre con respecto a la edad es lo que más le preocupaba, no quería hacerla sentir mal haciendo que recordara cosas de su pasado o que ella hiciera sentir mal a Jungkook, porque sí, él notó la culpabilidad que reflejaba el rostro del ojiazul cuándo personas le daban miradas desaprobatorias.

Ambos hombres entraron a la bonita casa del rizado, al ser de noche, la casa estaba totalmente iluminada y se veía muy acogedora a decir verdad. La mayoría de las paredes eran de color blanco y una que otra de un verde olivo y en casi todas habían colgados cuadros con los rostros sonrientes de la pequeña familia en ellos.

Jimin miró hacia todos lados en busca de algún indicio de sus padres pero no los veía por ningún lado, hasta que un exquisito olor llegó a sus fosas nasales, olía demasiado bien a su parecer y suponía aquel aroma provenía de la cocina en donde seguro su madre se encontraba horneado algún delicioso pastel como era de costumbre.

— Jimin, cariño ¿Eres tú?— se escuchó la suave voz de la mujer desde la cocina.

— Si, soy yo.— respondió en un grito con tono dulce pero con su ceño fruncido al deducir que su padre no le había dicho nada a su madre, aún.

Eso lo tenía un poco más nervioso, pero se calmó cuando sintió el toque tranquilizador de una mano dando caricias sobre un rollito que se formaba en su espalda baja cerca de su cadera.

Aquel toque lo hizo sonrojar un poco y volteó a ver a Jungkook quién lo miraba con una sonrisa.

— ¿Podrías ayudarme a poner la mesa?— la mujer iba saliendo de la cocina con una enorme sonrisa, iba vestida con un bonito pantalón blanco holgado con unas cuantas líneas de color negro, una blusa lisa del mismo color que las líneas junto unos zapatos blancos y un delantal del mismo color con amarillo en las orillas amarrado a su ya no tan marcada cintura, el cuál trataba de desatar.

Cuando la madre de Jimin notó la presencia del hombre ojiazul y vió su mano posicionada sobre la espalda baja de su hijo frunció el entrecejo un poco confundida por la imagen y miró a Jimin esperando una explicación al respecto.

— Mamá, él es Jungkook.— presentó tratando de no titubear en sus palabras. El castaño solo apretó un poco la piel de su cadera, cosa que no pasó desapercibida por Erin quién no miraba a Jungkook pero a pesar de todo, tenía su ojos alerta a cualquier movimiento sobre su hijo.— Es mi...— Jimin se mordió el labio inferior al no saber que más decir, Jimin y él aún no eran novios, aunque le gustara la idea, sabía que era muy rápido, ilógico a decir verdad cuando ya tuvieron sexo pero ese no era el caso.— He estado saliendo con él hace un par de semanas.— dijo rápido la última frase mirando hacia cualquier lugar para no ver a su madre.

𝐁𝐄 𝐌𝐘 𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora