Luego de unas horas, la pasarela y todo lo que implicaba ella, había sido un completo éxito.
Jimin había pasado un par de veces, las luces cegadoras de los flashes de las cámaras siguiendo cada uno de sus pasos, tratando de no desconcentrarse y cometer un error, ya que, fue él quien se encargó de abrir y cerrar la noche, quedando muy feliz con los resultados de lo que hizo, aunque al principio antes de pasar, se había sentido presa de los nervios por no saber si lo haría bien, pero con un poco de ayuda por parte de Jungkook, se calmó, terminando por hacer un buen trabajo.
En cuanto terminó, se cambió rápidamente el atuendo que llevaba por uno cómodo. Después de todo, se encontraba algo agotado y no le interesaba estar bien vestido. Así que se puso una camisa de color blanco que probablemente a juzgar por el tamaño más grande era parte de una de tantas que tenía Jungkook en su armario junto con unos shorts de mezclilla que eran cubiertos por la prenda superior. Jimin también se había colocado unas vans del mismo color que la camisa.
Ahora se encontraba sentado en el auto de su novio, no sabía exactamente a dónde se dirigían ya que Jungkook no le dijo absolutamente nada, pero no le importaba realmente, no si a dónde iban era a lado de él.
Jimin a lo largo de toda su relación, ha ido adoptado una clase de fé ciega por Jungkook, creía en él aún con los ojos cerrados y las manos atadas. Lo adoraba tanto como un creyente podía adorar a su dios, amaba cada centímetro de su cabello, cada una de sus pestañas, la forma en la que sus pómulos se marcaban y la manera en la que sus manos lo tocaban; cómo si fuera la porcelana más frágil, fina y costosa que existe.
Y aunque en cierto punto, para algunas personas se puso en duda aquello, Jimin nunca dejó de creer en él. Era verdad que la forma en la que actuó hace un tiempo no fue del todo correcta, pero fue su mecanismo de defensa ante lo que había visto y las palabras que inundaron en su cabeza en forma de auto-sabotaje.
"Se va a cansar de ti. ¿A caso creías que alguien de su edad se fijaría en alguien de la tuya para algo serio? Por favor, tiene montones de hombres y mujeres detrás de él"
Aquellas palabras se habían cauterizado como un feo tatuaje en su cabeza, llegando a dudar de si en verdad era lo que Jungkook se merecía.
Pero ahora, a pesar de que aún tenía alguno que otro comentario intrusivo, estos no le afectaban demasiado, porque a pesar de todo, sin importar el futuro o el pasado, era él quien tenía la dicha de ser elegido por Jungkook. Aunque, de vez en cuando, se preguntaba así mismo si Jungkook lo seguiría amando si al final se convirtiera solo en un alma dolorida, porque él estaba seguro que sí lo haría, estaba perdido en su amor, envuelto en un sentimiento que no puede combatir, cómo si este fuese un hechizo que no puede deshacer o como si estuviese dentro de un agujero del cual ya no puede salir.
— ¿Qué haremos exactamente?— preguntó curioso, viendo las manos de Jungkook moverse con agilidad sobre el volante del auto al tener que doblar en distintas calles. Gustándole el como se veían haciendo aquello.
— Te llevaré a conocer un nuevo lugar, preparé algo para los dos. No es algo extravagante pero espero que te guste en cuanto estemos allá.— se limitó a responderle, con una pequeña mirada de atisbo y una sonrisa plasmada en sus labios.
Jimin pareció complacido con aquella repuesta, así que simplemente se dedicó a admirar todos los inmensos edificios que se imponían cómo lujosas infraestructuras decoradas por destellantes luces de totalidades cálidas que iluminaban las frías y oscuras calles por las que pasaban.
Y con solo observar como cada vez los edificios se hacían más ostentosos, Jimin sabía que al lugar al cual Jungkook lo llevaría, no sería nada simple. De eso estaba completamente seguro.
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𝐁𝐄 𝐌𝐘 𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡
Romansa❁ 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 ❁ 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐈𝐙𝐀𝐃𝐀 Jungkook, un famoso empresario británico que busca agregarle una pizca de diversión a su monótona vida llena de contratos, reuniones y viajes de negocios, así que una noche decide ir a un bar a las afueras de...