Capítulo 46

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Jimin estaba frente a su espejo de cuerpo completo terminando de arreglarse, tenía una playlist con canciones de lana de fondo mientras lo hacía y sonreía emocionado, estaba un poco nervioso porque en cualquier momento llegaría Jungkook.

Se puso un poquito de bálsamo en sus labios y sonrió ante la imagen que se reflejaba. Había optando por usar unos shorts color crema de talle alto fruncido, una camisa manga larga suelta y elegante junto a unos converse tipo bota con plataforma del mismo color.

Se sentía muy bonito a decir verdad, amaba como se veía su cuerpo en cada conjunto que elegía por si mismo.

Buscó entre sus cosas su perfume favorito de cereza, se colocó un poco en los lugares correctos y por fin estuvo listo. Y al parecer justo a tiempo porque unos golpes en la puerta de su habitación lo interrumpieron.

— Cariño.— era la voz de su padre.— Jungkook ya te está esperando abajo y tu madre probablemente lo está asesinado con la mirada, apresurate si no quieres que de verdad lo haga.— le avisó con una pequeña risa.

Jimin abrió sus ojos en grande por lo que dijo su padre, así que tomó su celular que estaba cargando a lado de su cama y bajó lo más rápido que pudo, encontrandose con un atractivo Jungkook parado al pie de las escaleras esperándolo con una enorme sonrisa mientras que su madre no dejaba de observarlo con su entrecejo fruncido sin decir nada, aunque segundos después dicha expresión se borró por completo cuando su hijo apareció en su campo de visión, luciendo totalmente hermoso.

Tanto Jungkook cómo Boyoung admiraban como Jimin podía ser cada vez más hermoso y no tenían duda de ello, tal vez era una de las cosas en las que ambos podían coincidir.

Y el ojiverde no podía estar más emocionado y feliz de ver de nuevo a Jungkook después de las dos largas semanas que pasaron. Sintió cómo una calida tranquilidad envolvió su corazón al vislumbrarlo, cómo si estuviera viendo por primera vez el mar o un atardecer, la sensación era magnífica y recorría su cuerpo como un escalofrío que no podía ocultar.

Esbozó una sonrisa que mostraba sus perfectos hoyuelos en ambos lados de su rostro y como si su cuerpo fuera atraído hacia Jungkook como imanes, se apresuró a llegar a su lado.

— ¡Kookie!— llamó feliz mientras terminaba de bajar, lanzándose en cuanto estuvo a un par de centímetros del mayor sobre su cuerpo para envolerlo en un abrazo, limitándose a solo hacer aquello.

Lo había extrañado demasiado.

— ¿Estás listo, sol? Te ves muy bonito.— Jungkook no borró ni disimuló su sonrisa tonta al tener por fin de vuelta en sus brazos a su lindo rizado, sintiendo cómo la opresión en su pecho que lo estuvo mortificando durante las dos semanas pasadas se esfumaba ante el simple toque de sus brazos.

— Lo estoy.— respondió.— Y gracias, tú también te ves muy bien... Muy atractivo.— dejó un casto beso sobre la mejilla derecha del hombre, haciéndolo sentir esas tontas mariposas de adolescentes en el estómago.

Jimin se soltó lentamente del abrazo que mantenía con el mayor y se dirigió a su madre, excusándose con que se haría más tarde y despidiéndose de ella junto a su papá con un "Los amo", Jungkook se despidió con un "hasta luego", recibiendo solo un asentamiento en respuesta por parte de los padres del menor.

Después de eso, ambos salieron de la casa y se marcharon en el auto de Jungkook hacia el galvin at windowsp, uno de los restaurantes más famosos de alta cocina francesa moderna en Londres, el cuál se encuentra en el piso 28 del hotel London Hilton on Park Lane.

El camino fue tranquilo, solo se dedicaban a mencionar cosas triviales ya que ninguno quiso tantear las cosas antes de tiempo, esperando a poder hablar correctamente en el restaurante sin terminar como la última vez en el apartamento de Jungkook.

𝐁𝐄 𝐌𝐘 𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora