8 - Dori

767 98 4
                                    

Toque aquella puerta con nerviosismo, Minho no había ido a ninguna de las clases de hoy así que le pedí a Yeji dirección del él excusándome que solo era porque teníamos que hacer el trabajo de matemáticas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Toque aquella puerta con nerviosismo, Minho no había ido a ninguna de las clases de hoy así que le pedí a Yeji dirección del él excusándome que solo era porque teníamos que hacer el trabajo de matemáticas.

Aunque la realidad es que ese trabajo es lo que menos me preocupa, quiera verlo y escuchar su voz.

— ¿Tu qué haces aquí? — el tono que utilizo solo dejo en evidencia que estaba de mal humor.

Este estaba sin camisa dejando ver su perfecto abdomen marcado que estaba adornado con una serpiente. De la herida que se curó en mi casa solo quedaba una cicatriz poco visible.

— No fuiste a la escuela y como no tenía tu número de celular no sabía qué hacer. Hay que terminar el trabajo. — dije.

Quite mi vista de su cuerpo tratando de concentrarme en sus palabras.

Este suspiro fastidiado y me dejo entrar a su apartamento que era todo menos pequeño.

Cuando llegue al edificio me sorprendí por lo lujoso que era, yo ni vendiendo mi alma podría comprar un lugar así, mi madre ganaba lo necesario en su trabajo pero la casa en la vivimos es mucho más pequeña que el apartamento de este.

— Tus padres deben tener mucho dinero. — exclame cuando observe los muebles.

Tenía una televisión gigante y muchos cuadros que le daban un toque juvenil al lugar.

— Vamos a mi habitación, ahí tengo mi computadora. — dijo con aquel tono desinteresado que acostumbraba a usar.

Lo seguí y deje de mirar el lugar para observar su espalada ancha que estaba adornada con la figura de un lobo.

Me sorprendí al entrar a su cuarto y ver todo perfectamente ordenado, su cama es gigante, tiene su propia televisión en su cuarto, una estantería con muchos libros y un gran espejo en la pared.

Su cuarto además tenía una gran ventana que dejaba ver un hermoso paisaje.

— ¿Trajiste la información que ya teníamos? — me pregunto mientras cogía su computador y se sentaba en un sofá que no había notado.

Saque de mi mochila la memoria en la que había guardado lo que habíamos adelantado.

— Toma. — le entregue la memoria. — Tienes un gato. — exclame sorprendido al ver el gato negro entrar al cuarto.

Intente acariciar al gato pero este me rasguño molesto, me queje al sentir el ardor en mi brazo.

— No le gusta las personas. — se burló.

Ya me di cuenta, me senté en el sofá en él que estaba y saque mi cuaderno junto a mi calculadora.

— ¿Cómo se llama? — pregunte al ver que el gato se acostaba en la cama de Minho.

El color de los ojos del gato era igual a los ojos de Minho lo cual era curioso, me gusta muchos los gatos pero mi madre los odia, bueno ella odia a todos los animales.

Serpiente¹ - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora