Amor, lealtad y amistad son tres palabras que definen a Han Jisung toda su vida tenido que cambiarse de casa por el trabajo de su madre pero esta vez su destino le deparará muchas cosas y entre ella conocerá a Lee Minho, aquel chico que con sólo una...
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Comencé abrir los ojos cuando sentí algo presionar mi trasero, me sonroje al notar que era la erección de mi novio, desde que salí del hospital no me ha tocado por mi herida.
Sonreí con malicia, baje lentamente la única prenda que él tenía, agarre su miembro con mis manos y acerqué mi rostro cuando esté soltó un gruñido, seguía durmiendo así que seguí con lo mío... sus jadeos se volvieron gemidos cuando comencé a utilizar mi boca. Su tamaño me incomodaba, no lograba meterme todo en mi boca así que me ayudaba con las manos.
— ¡MIERDA, JISUNG! — Exclamo sorprendido cuando se dio cuenta que no era un sueño, su ojos verdes me miraban con deseo y sorpresa — Sí que sabes hacer esto bien... pero si sigues no podré controlarme — me advirtió.
Aumente mi ritmo, eso es lo que quiero, que dejes de controlarte conmigo, soy tu novio.
Saque su miembro de mi boca sin detener los movimientos con mis manos, se mordía el labio para contener sus gemidos, lo está disfrutando.
— Pero yo quiero probar tu leche — le susurré al oído intentando ser lo más inocente posible.
— Deja de actuar así, no podemos todavía Seonghwa dijo que no — me recordó.
Negué, ya estoy perfecto, la herida casi no me duele, sólo fue una herida superficial.
Me enoja que me rechace, me levanté de la cama dejando al rubio excitado, abrí el closet de este y saque la primera corbata que encontré, la escondí detrás de mí.
— Me vale lo que diga Seonghwa, él sólo quiere asegurarse que no folle contigo, se quiere vengar conmigo porque no lo deje jugar conmigo — dije molesto.
La culpa es mía porque le di ideas equivocadas, él me agrada mucho es un excelente amigo pero yo solo quiero a Minho.
Sé que se le pasará el enojo cuando encuentre alguien más con quien jugar, así es Seonghwa, con su cuerpo perfecto y su amabilidad envuelve a cualquiera.
— Dime la verdad ¿Hiciste más que besarlo? — me cuestionó el rubio molesto.
¡Carajo! Hablé de más.
Aproveche que este me miraba con atención, me senté en regazo y cogí sus manos y comencé amarrarlas con las corbatas.
— Déjate de juego y respóndeme — me ordeno.
Él intento desatar el nudo pero le fue imposible, sonreí con malicia.
— Eso no importa — susurré mientras comenzaba a besar aquel abdomen marcado.
De solo ver aquel hombre de bajos de mí, hace que mi miembro se levante.
— Déjate de juegos responde si no quieres verme enojado — me amenazó.
Deje de besar aquel cuerpo y le baje el bóxer de nuevo ya que este se los había subido.
— No tuve sexo con él — le aclare antes de levantarme de su regazo para quitarme mi bóxer quedando solo con mi camisa ancha.
