Amor, lealtad y amistad son tres palabras que definen a Han Jisung toda su vida tenido que cambiarse de casa por el trabajo de su madre pero esta vez su destino le deparará muchas cosas y entre ella conocerá a Lee Minho, aquel chico que con sólo una...
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— ¿Estás jugando conmigo? — pregunte de inmediato al escuchar su respuesta.
Este quito la mirada de la carretera aprovechando que el semáforo estaba en rojo y me miro con aquellos ojos verdes.
— Yo no juego. — exclamo.
¿Qué iba él hacer en ese lugar? Lo golpeare si va pagar para acostarse con mujeres.
Aunque él no tiene necesidad de pagar para conseguir sexo.
El auto se detuvo efectivamente en un lugar con letrero grande que decía "sexcity" nos bajamos de él auto.
— ¿Que hacemos en este lugar? — cuestione.
El rubio no me respondió, peino su cabello y camino a la entrada donde estaba un hombre gigantesco como guardia.
— ¿Él viene contigo? — el pregunto el hombre musculoso.
No sé qué clase de influencia tiene Minho pero aquel hombre nos dejó entrar al lugar sin importar que aun seamos menores de edad.
Me sorprendi al ver a muchas personas en el lugar a pesar de ser tan temprano, había unas chicas bailando en una tarima.
Seguí a Minho que se detuvo a ver un grupo de hombres reunidos.
— Siéntate en la barra que yo tengo cosas que hacer. — me ordenó.
No espero mi respuesta de inmediato se acercó a la mesa donde estaban aquellos hombres de traje.
Me acerque a la barra y observe el lugar cuidadosamente, había tanto chicas como chicos con trajes provocativos atendiendo a hombres que descaradamente manoseaban a estos.
Minho estaba hablando muy animadamente con aquellos hombres, uno de ellos saco de un bolso un computador y se lo entrego a mi rubio.
Luego le preguntaría de qué se trata todo esto.
— Whisky — pido un chico a mi lado.
Lo mire con curiosidad tenía el cabello negro largo ondulado, los ojos grises, una perfecta barba, piel broceada y cuerpo ejercitado.
— ¿Estas solo? — me pregunto el chico al notar mi mirada sobre él.
Nunca me había detenido a observar a los chicos pero en definitiva el tipo a mi lado tenía un atractivo difícil de ignorar.
— No, vine con alguien — respondí al mirar de reojo al rubio que aún seguía hablando con aquello hombres.
El barman le entrego su trago con lo que supongo que es Whisky como él lo pidió.
— Si yo viniera con un chico tan lindo como tú no te dejaría solo. — dijo mientras se acercaba un poco a mí.
Era de la misma altura que Minho lo cual me lograba intimidar un poco.
