Amor, lealtad y amistad son tres palabras que definen a Han Jisung toda su vida tenido que cambiarse de casa por el trabajo de su madre pero esta vez su destino le deparará muchas cosas y entre ella conocerá a Lee Minho, aquel chico que con sólo una...
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Dos semanas después luego de aquel día en el que Minho me entrego la camisa no pude hablarle porque este lograba irse antes de que acercara o simplemente me ignoraba.
Yeji me había regañado por involucrarme con él pero Chan se metió en la discusión y solo dijo que podía hacer lo que yo quisiera pero que tenga cuidado.
— Mamá sabes que yo te quiero mucho. — dije mientras abrazaba a mi progenitora.
Ella estaba haciendo algo en su computadora y me miro sorprendida al ver mi muestra de cariño.
— No tengo dinero. — me advirtió de inmediato.
Sunghoon se rio al escuchar a mi madre, era viernes pero ella tenía que entregar la investigación acerca del "aumento de feminicidios en la población" para mañana a primera ahora.
Mi madre y mi tío Sunghoon se dedican a eso, analizar y comprender problemáticas locales teniendo en cuenta bases argumentativas confiables como lo son las estadísticas y demás, plantea soluciones y la alcaldía le paga por eso.
— Tranquilo si necesitas dinero aquí está tu tío para darte lo que necesites. — Sunghoon acaricio mi cabello.
Ojalá mi madre fuera como tú, este hombre se ganaría el cielo aun no entiendo como no está casado.
— Lo se tío, tu nunca me dejas morir. — saque mi celular y le mostré a mi madre la imagen. — Mamá mira este tatuaje es pequeño ¿Me lo puedo hacer? — suplique.
Sentía que este era mi tatuaje, era serpiente con manchas rojas y negras.
— No. — negó de inmediato.
La abrace y comencé a besarla.
— Mamá es pequeñito y tú dijiste que si era pequeño tal vez. — le recordé.
Estas semanas me la había pasado pensando en los tatuajes de Minho estaba totalmente fascinado de cómo le quedaban a este y me daban más ganas de hacerme uno, la serpiente que el tenia tatuada era muy similar a la que yo quería solo que la mía la quiero con color y más pequeña, que solo alcance a tocar mis costillas de forma sutil.
— Mientras vivas en mi casa nada de tatuaje. — me advirtió.
Mire a mi tío esperando que este me ayudara pero el negó de inmediato.
— No coloques esa cara Hannie en esto no te puedo ayudar aún eres menor de edad y eres muy tierno para eso. — dijo.
Hice un puchero, yo quería mi tatuaje.
Sunghoon se levanto del sofá cuando la puerta sonó, me sorprendí al ver que eran los chicos.
— Pasen. — pidió Sunghoon con amabilidad— Nayeon lo veo y no creo, Hannie tiene amigos y no son imaginarios. — Le dijo Sunghoon orgullo a mi madre.
