Amor, lealtad y amistad son tres palabras que definen a Han Jisung toda su vida tenido que cambiarse de casa por el trabajo de su madre pero esta vez su destino le deparará muchas cosas y entre ella conocerá a Lee Minho, aquel chico que con sólo una...
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Minho y yo nos fuimos para su apartamento no sin antes avisarle a mi madre por teléfono para que no viniera por mí porque iba a pasar un rato en la casa del mí rubio.
Cuando llegamos decidí colocar mi plan en marcha, había obligado a Félix para que pagará por algunas cosas de una tienda para adulto para utilizarlas con Minho.
Obviamente mi amigo no se negó a pagar porque sabía que tenía que ganarse mi perdón por haberle escrito a Seonghwa.
Me mire por última vez en el espejo, las medias de encaje hacían lucir mis piernas realmente exquisitas.
Le dije a Minho que me prestará el baño para darme un baño porque tenía calor, sinceramente si tenía calor, el clima de la ciudad estaba demasiado caluroso para un cuerpo como el mío acostumbrado a clima frío, me di un baño para asegurarme de limpiarme totalmente y luego me coloque mi camisa verde ancha que lograba cubrí mi pequeño bóxer, me coloque unos nuevos que compre en la tienda para adulto que hacían ver a mi trasero más grande de lo que es y el toque final eran las medias.
Salí del baño con nerviosismo, nunca había utilizado este tipo de cosas y tenía miedo que a Minho no le gustará pero quería arriesgarme.
Minho estaba concentrado en su computadora lo cual me dificultaba las cosas.
Me acerqué a él por detrás y comencé hacerle masaje en los hombros.
— ¿Que tanto haces? Podrías dejar la computadora un rato y prestarme atención quiero mostrarte algo — le susurré en el oído con nerviosismo.
Mi miopía no me dejaba chismear que era lo que hacía en su computadora solo lograba apreciar que estaba en varias páginas a la vez, escribiendo y borrando cosas.
— No puedo, el cliente del bar al que fuimos la otra vez ya quiere que tenga todo la información modificada y realmente son muchas — dijo sin siguiera mirarme.
Suspire con nerviosismo, ¡VAMOS JISUNG TU PUEDES, SACA LA PERRA QUE LLEVAS DENTRO! me animé a mí mismo tratando de no ser torpe a causa de mi timidez.
Quite las manos de Minho del computador y me senté en su regazo con sensualidad, su mirada fue directo a mis piernas cubiertas por las medias, acarició mis muslos hasta llegar a mi trasero y acercarme más a él.
No pude evitar jadear ante la sorpresa de su toque, esos ojos verdes se encontraron con los míos y supe de inmediato que le había gustado la sorpresa.
— Estas... malditamente follable — susurro antes de morder el lóbulo de mi oreja haciendo me gemir.
Sus manos se metieron debajo de mi camisa y bajo la parte trasera de mi bóxer.
— Mmm... ¿Te gusta? — pregunte excitado cuando Minho comenzó a dejar besos en mi cuello.
Sus manos apretaban mi culo mientras su miembro ya erecto se movía sin vergüenza debajo de mi trasero.
