—Rebecca —susurró Edward soltando por completo a Alec—. No lo entiendo, si es ella a quien quieres, ¿por qué expones a su familia?
—Por el deseo de tener lo que más ansiaba. Istria me prometió volver a la que creía mi casa, deseaba volver junto a ti. Las cosas no estaban saliendo como pensaba y me vi envuelto en una pelea que no me concernía. Le pedí quedarme en el palacio esos meses, pero se negó asegurando que los lobos seguirían mi olor y os pondría en peligro. Desistí para no ponerte en peligro. Seguía igual de enamorado que cuando era humano.
Edward sintió una ligera oleada de odio hacia su maestro por primera vez en toda su existencia. Alec le correspondía y por negarse a ayudarle le había perdido.
—La primera vez que la vi fue hace seis años —continuó Alec sin mantener el contacto visual—. Llegó para el nacimiento de su sobrino, pocos días después de mi vuelta. Los lobos sabían de mi existencia con la peculiaridad de que no hacían nada para darme caza. Lo entendí al escuchar una de sus conversaciones, no me atacaban porque me estaba alimentando de animales y no de personas por lo que no tenían motivos para matarme. Sentí cierto respeto hacia ellos.
Edward entrecerró los ojos temiendo que fuera a pasarse al otro lado ahora que creía a Verona una traidora.
—Ella apareció para llamar a su hermano. Fue el mejor aroma que he sentido en la vida. Su pelo olía a abeto, su piel morena atraía mi atención hacia ella sin piedad y sus ojos emitían un brillo que se grabó en mi retina. Fue la primera vez que alguien borraba tu imagen de mi cabeza. Con el paso de los años me volví un experto en ellos hasta tuve un encuentro con el alfa.
—¿Qué?
—Le prometí no cazar a nadie más en parte porque quería quedarme cerca de ella y por otro lado porque la sangre de los animales me daban unas vitaminas que no encontraba en los humanos. Verona se puso en contacto conmigo el mismo día que Istria cayó enfermo. Quise ayudarla por los viejos tiempos y también porque quería volver a verte.
—¿Para qué? ¿Para decirme lo enamorado que estás de esa mujer?
—No esperaba que ella fuera la humana que escogerias. Mi plan era ayudaros a recuperar las tierras siempre y cuando pudiera tener a Rebecca conmigo, pero al parecer te prefiere a ti.
—¿Vas a impedirlo? —preguntó dolido—. ¿Vas a separarla de mí?
—No puedo, lo sabes perfectamente. Quiero que la trates bien.
—Intento que sea la pieza que falta para concebir a mis hijos y matar a los lobos, no puedo tratarla bien.
—Rebecca tiene una hermana gemela lo que quiere decir que es capaz de concebir gemelos también.
—Necesito que crezcan rápido —respondió entre dientes.
—Y yo necesito que la protejas.
—Lo haré durante el tiempo que me sea útil. —Vio cómo Alec tensaba los hombros apretando los puños.
—No le harás daño.
—Me estás entregando a la mujer que quieres para destruir a su tribu, pero te dignas a imponer tus órdenes.
—Conozco los orígenes de Forks, son tierras de vampiros que esos lobos desterraron hace años. Intento ser justo con mi especie, eso no impide que quiera lo mejor para ella.
—¿Y qué hay de mí? —Los pensamientos de Alec eran remolinos de mil colores.
—¿Qué debería haber?
—Te busqué porque te quiero.
Alec se quedó inmóvil sosteniendo la mirada del contrario. Durante su infancia sufrió episodios de hambre y frío debido a las pocas atenciones de Verona e Istria. Más tarde Edward se apiadó de él permitiéndole salir a la luz del día y llevándole dos platos de comida. El primer año lo usó en adaptarse a una vida que no le pertenecía. Edward se convirtió en la persona que más apreciaba del mundo. Era amable, cariñoso y jugaba con él en el jardín y en su habitación. Al cumplir diez años le enseñó a jugar al fútbol, al baloncesto y a tocar el piano. Por las noches sentados en su cama le enseñaba a leer antes de irse a dormir. Tras cinco años viviendo con ellos se percató de que ninguno envejecía, ni comía ni bebía. Sin embargo, guardó silencio por miedo al matrimonio y por miedo a que le separaran de Edward, al que veía como un hermano mayor.
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El legado de Forks
FanfictionComo heredero del vampiro más temido de todos los tiempos debe cumplir con su última voluntad, ocupar su lugar y recuperar el territorio que les perteneció hace años. Ese lugar llamado Forks supone un aliado para sus poderes. No será necesario lleva...