Jacob dio varios pasos de un lado a otro cayendo en un mar de dudas. Tenía la salvación de su hermana al alcance de su mano, pero ella lo tomaría como una tradición por hacer que el vampiro se fijara en él. Pero ¿podía seducirle cuando en su cabeza seguía existiendo la única chica que le robó el corazón?
—No puedo hacerlo —soltó unos minutos después de enfrentarse a sí mismo.
—¿Por qué? Solo tienes que tantearle —presionó Seth.
—¿Intentar ver si siente deseo hacia mí? No puedo.
—¿Es por qué se trata de un hombre? —preguntó Embry dejando ver la pena en su voz.
—Para nada —replicó el alfa ofendido—. Es porque es un vampiro, un enemigo natural, alguien que pretende usar a mi hermana como canal de reproducción para sus asquerosos hijos sumando que ella está realmente interesada en él. Haga lo que haga quedaré mal ante ella.
—Lo entiendo. Si te quedas más tranquilo déjame hablar con Rebecca, siempre me ha tenido bastante cariño.
Seth miró de reojo a su novio por esas palabras. Este se encogió de hombros haciendo la pregunta sin hablar.
—¿Rebecca te tiene cariño?
—Me crié al lado de Jacob, no puedo evitar que me tengáis cariño —dijo dándole un golpe juguetón con el hombro. Seth sonrió dispuesto a seguirle el juego.
Jacob se sorprendió observándolos para coger alguna idea con la que interactuar con el vampiro. Negó varias veces tratando de sacarse esa idea.
—Quizá si Rebecca le ve siguiéndote.
—Es imposible. —Se dejó caer en una caja de madera que usaba como asiento—. Puede que se haya despertado cierto deseo sexual o un impulso, pero no creo que le guste más allá de eso. Me pone enfermo el pensar que vaya por ahí besando a mi hermana.
—Impídelo —exclamó Seth entre divertido y exigente—. Bésale y haz que renuncie a ella.
¦¦¦
Se sirvió de su olor para encontrarlo. Rebecca había vuelto a casa después de la cena lo que aprovechó para escabullirse y seguir el hedor de Anthony cuando no lo notó muy fuerte junto a la casa. Andó por la carretera alejándose del bosque que conducía a la reserva. A las afueras un pequeño espacio rodeado de árboles le trajo el aroma que cada vez le costaba menos identificar. Si le veía atacando a una persona le mataría allí mismo. Anthony estaba sentado sobre un tronco en el suelo de espaldas a él.
—¿Me estás espiando? —preguntó el vampiro.
—No —mintió—, a veces salgo a correr por aquí.
—¿Sin ropa de deporte? —Sintió la mirada del vampiro estudiándolo con una sonrisa burlona en los labios.
Jacob se observó a sí mismo viendo que llevaba unos pantalones vaqueros por encima de la rodilla y una camisa de cuadros verdes y marrones que cada vez le quedaba más ajustada. Se encogió de hombros, resignado.
—A veces la ropa no ayuda en el momento que tienes que salir corriendo. —Dio un paso hacia el improvisado banco—. ¿Puedo? Quiero hablar en serio contigo, Anthony.
Edward asintió. No le importaba no llevar la piedra encima y le sorprendió que no le molestara la idea de que se sentara a su lado.
—¿De verdad le has pedido a Rebecca que se quede?
—Pensaba que sería una buena noticia para ti.
—Lo es en cierta medida. —Movió las manos tenso por tener que fingir algo como lo que iba a insinuarle—. No me siento cómodo después de lo ocurrido en la playa.
—Ya. No es agradable que alguien te vea así.
—Me refiero a lo que he visto yo.
—¿A qué te refieres?
—A esa actitud entre vosotros —dijo fingiendo timidez.
—Estoy saliendo con ella.
—¿Puedo hacer algo para cambiar eso? —La sonrisa del vampiro le hizo ver que no le estaba entendiendo.
—No, no hay forma de cambiarlo —espetó molesto—. Puedes hasta intentar atacarme que no me apartaré de ella.
—¿La quieres?
—No te incumbe.
—Créeme que sí.
—Olvídalo —sentenció poniéndose en pie dándole la espalda—. Jamás existirá una relación cordial entre nosotros ni siquiera por ella.
—¿Seguirás con ella pase lo que pase?
—Sí —respondió cansado. Jacob tomó una bocanada de aire odiándose a sí mismo.
—Entonces te espero mañana aquí a la misma hora. —Edward se giró con el ceño fruncido.
—¿Una pelea cercana a Forks?
—No, más bien una despedida para algo que no ha tenido ni una oportunidad.
—¿De qué hablas?
Jacob se levantó frotándose las rodillas nervioso y asqueado por sus propios actos.
—Al ver tu expresión al salir del agua creía que habías sentido lo mismo que yo. Me ha molestado ser testigo de esa intimidad entre los dos. Si apareces mañana es que no fue solo cosa mía, sino sabré que es cierto lo que sientes por ella.
—No entiendo nada —respondió con un hilo de voz confundido a la vez que esperanzado porque lo que oía del alfa era lo que creía estar oyendo.
—Te propongo un encuentro que sé que Rebecca odiaría si se entera, pero por el que yo daría lo que fuera por tener. Tú y yo solos. Si vienes me darás la respuesta.
—¿Me estás pidiendo una noche? —Dio un paso hacia él que Jacob cortó elevando la mano con la cabeza gacha aparentando dolor e impotencia.
—Es mucho más que eso. Si vienes tendré el valor suficiente de enfrentarme a mi propia hermana o incluso mantener una relación escondida, pero, Anthony —Buscó sus ojos viendo en ellos algo que leyó como curiosidad y asombro—, no puedo hacerle eso eternamente a Rebecca. Si sientes lo mismo que yo daré un paso hacia delante, sin miedo.
—¿Qué sientes?
Sonrió de medio lado centrando su atención en el vampiro con una mirada seductora, pasó la lengua por los labios pensando que si lo que aseguraba Seth era verdad eso despertaría sus impulsos otorgándole la oportunidad de salvar a Rebecca de un futuro que pagaría con la muerte por la traición a su tribu. Se obligó a susurrarlo para darle el tono que buscaba a pesar de sentirse tan desalmado incluso tratándose de un vampiro.
—Mañana.
Se dio la vuelta iniciando la carrera de camino al bosque al otro lado de la carretera. Edward se quedó quieto contemplando la silueta del chico alejarse. Quizá su avance con Rebecca no se vería interrumpido por una sola noche.
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El legado de Forks
FanfictionComo heredero del vampiro más temido de todos los tiempos debe cumplir con su última voluntad, ocupar su lugar y recuperar el territorio que les perteneció hace años. Ese lugar llamado Forks supone un aliado para sus poderes. No será necesario lleva...