capitulo 28

90 5 1
                                    

El auto destrozado a la orilla de aquella carretera, donde los paramédicos llegaron lo más pronto posible, llevando sus cuerpos con fuertes golpes a emergencias.

                        E U N W O O

4 días después de aquel accidente, despertando en una habitación de hospital, mi cuerpo soportando los fuertes golpes, mi pierna derecha y brazo izquierdo envuelto en yeso, los médicos haciendo diferentes tipos de exámenes para que todo este bien por el fuerte impacto que recibí en mi cabeza.

La puerta es abierta y veo entrar a mi hermana adoptiva con quien crecí y compartí los mejores momentos de infancia, los mejores momentos que alguien a podido darme, aunque no compartamos la misma sangre, el lazo que nos une es más fuerte que ello. Mi querida Susan, luciendo tan hermosa y tierna a sus 22 años de edad, regalando me siempre las mejores sonrisas.

—Gracias a Dios estás bien — es lo primero que dice una vez atraviesa la puerta — mamá y papá no han podido viajar, pero prometieron que estarían cuanto antes aquí.

—Me alegra mucho que estes aquí— aprieto su mano y ella me regala una dulce sonrisa

—No sabes el miedo que sentí cuando llamaron y me dijeron de tu accidente, yo yo... — ella suelta un llanto y cubre su rostro con sus manos

—Tranquila, estoy bien — trato de moverme para acercarme a ella, pero suelto un quejido al sentir el dolor en mi cuerpo, que me hace retroceder y acostarme nuevamente

—Tuve mucho miedo de perderte —limpiando sus lagrimas, vuelve a dirigir su mirada a mí y yo le sonrió — no sé que haría si un día te perdiera— se lanza para rodearme con sus brazos, aunque me queje del dolor, le permito que me brinde un poco de su calor, cuanto la extrañe

— déjame decirte que me estarás soportando por mucho tiempo más—

— Creo que si te aguante por mucho tiempo, un poco más no haría daño — ambos compartimos risas y pequeñas anécdotas de cuando eramos pequeños y papá y mamá siempre nos estaban regañando

Así pasamos compartiendo por mucho tiempo y realmente lo disfrute, olvidando un poco en la situación en la que estaba y lo que llevo que estuviera donde estoy ahora .

La puerta es abierta y una joven enfermera entra, con un carrito donde trae comida en ella.

— Bien Joven Eunwoo le voy a revisar sus signos vitales, ver como está recibiendo su cuerpo los medicamentos — ella procede a observar el suero, hace otros chequeos y finalmente termina de analizar me y anotar todo — Por los momentos está todo bien, le dejo su comida, en 2 horas regreso para darle su medicamento.

Mi hermana le agradece y la enfermera se retira de la habitación

— es guapa— es lo primero que murmura y me dirige una mirada coqueta y moviendo así sus dos cejas — puede iniciar un romance de aquí

— Ja Ja, mira que chistosa eres— el recuerdo de Bella llega de inmediato a mi mente — Podrías ir a ver donde se encuentra Bella y como se encuentra porfavor

Mi hermana se pone un poco tensa ante lo dicho, sin embargo asiente y sonríe desviando un poco su mirada de mi

— Claro lo haré cuando tu hayas terminado de comer, de lo contrario no me voy a mover de aquí — ella hace un pequeño berrinche y cruza sus brazos con un pequeño puchero, como si de una pequeña se tratase.


                       S A R A H

El dolor en mis ojos al recibir una luz blanca tan fuerte, que hace que se me dificulte el poder abrir mis ojos y acostumbrarme a ella; apretando un poco más mis ojos y acostumbrarme a ella, miro toda la habitación y a mi lado derecho se encuentra alguien reposado en mis piernas sosteniendo mi mano; aparto mi vista y trato de ver a mi al rededor si puedo ubicar algún vaso con agua.

Mi tía empieza a removerse en su lugar y finalmente se endereza en la silla y posa su vista a mí y yo le regalo una sonrisa, ella abre sus ojos y aprieto su mano al ver en el estado de shock que ella se encuentra

— Hija, Oh Dios mío, gracias a Dios estás bien— ella con su dulce sonrisa me observa como si fuese el mayor milagro el que haya visto

— agua.. necesito agua— mi voz es ronca y mi garganta la siento un poco rasposa y duele un poco

Mi tía se levanta y presiona el botón que está a lado de mi camilla y hace el llamado al medico que está a cargo de mi y ella aún queda procesando que aún esté despierta

La habitación es abierta y un medico de unos 50 años aproximadamente entra y un enfermo detrás de él.

— Señorita Sarah, es un gusto ver que haya podido despertar, cambiaré su sedante y iremos haciendo otros chequeos y veremos como responde a ello

El enfermo se acerca y enfermo se acerca y hace todo lo necesario y lo pedido por el medico; un quejido sale de mi, cuando quita la aguja que está en mi mano y coloca otra nueva y la pega a mi mano

— Realmente es un milagro que estes despierta— me brinda una amable sonrisa — estaremos pendiente a ti si, podemos hablar — él se dirige a mi tía, quien asiente y salen de la habitación

— Tienes unos hermosos ojos — el enfermo que estaba colocando el suero a un lado de la cama, me regala una preciosa sonrisa y yo me sonrojo ante su comentario 

—muchas gracias, puedo tomar agua?

— no agradezcas — el enfermo se acerca y agarra un vaso con agua y una pajilla para yo poder beber de ella

— lo necesitaba — es lo primero que digo luego de terminar de beber agua, realmente la necesitaba mi boca estaba seca

El enfermero sonríe y coloca las cosas en una pequeña bandeja — Traeré tu comida en un momento—

Él sale de la habitación y queda sola con mi soledad haha

                       E U N W O O

Mi hermana se quedo dormida luego de un largo rato en el que estuvimos platicando, yo lastimosamente no pude volver a conciliar el sueño y ahora me encuentro viendo si le encuentro algún defecto a las paredes blancas de está habitación

Hermosos recuerdos llegan a mi mente, desde el momento que conocí a Bella, cuando nos hicimos pareja, el proceso de su embarazo, el nacimiento de mi pequeño Jae.

Mi Jae, lagrimas caen por mis mejillas, al recordar que mi niño, se encuentra en manos de gente mala y que no dudarían en hacerle daño.

Prometí que seria lo primero que haría al salir de esa cabaña, ir a rescatar a mi pequeño y poder irnos lejos con Bella y ser una familia feliz, pero ahora me encuentro en una camilla de hospital, sin saber nada de ellos dos, sin la posibilidad de poder moverme por mis propios medios.

La rabia y tristeza me llenan; que si me tocará dar mi vida para que esté a salvo, lo haría sin dudarlo ni un segundo, daría la vida por mi hijo, el amor que le tengo al pequeño Jae, no se compara con ningún otro amor.   
 

I B R A T +21 jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora