Capítulo 7💀

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2/3 maratón

ADELINE IVANOVA

Entro a la casa y suelto la cartera en el suelo, mis ojos están rojos y mi maquillaje es un desastre.

Elliot aparece frente a mi y me observa, esta serio. Lo veo fijarse detrás mío como si buscara a alguien, como si la buscara a ella.

—Lo siento, yo...—comienzo a decir entre falsos sollozos.

—¿Qué sucedió? ¿Donde está Channel?

Como toda una maldita actriz comienzo a llorar y actuar con nerviosismo mientras me acerco a él e intento explicarle.

—La mataron, Elliot—miento entre lágrimas.

Su mandíbula se tensa.

Me aleja de inmediato.

—¿La mataste?

Lo miro con una expresión dolida.

—No, joder, yo intenté salvarla pero ya era tarde. Los guardias del jefe de la mafia china creyeron que era una espía y la asesinaron sin dudarlo—explicó acelerada.

Él me mira con desconfianza.

¿Qué es lo que estoy viendo en esos perversos y enfermos ojos celestes?

Si, dolor.

No puedo creer que sea cierto...

Elliot tiene un hijo, un maldito hijo y eso solo significa una cosa. Un talón de Aquiles.

Sabía que hasta el psicopata más ermitaño del mundo tenía un punto débil.

Siempre hay una debilidad, algunas más visibles que otras.

—Me importa una mierda si no me crees, tú no estabas allí—le grito ofendida.

Sigo con mis lagrimas de cocodrilo y me siento en el sofá de la sala.

—¿Cómo carajos quieres que te crea? Acabas de enterarte que te engaño por años, matarla es algo que Adeline Ivanova haría—pronuncia con la voz ronca.

Colocó mi mirada asesina sobre él, observándolo como si me estuviera acusando de algo atroz.

—¡Era mi única amiga hasta hace unas horas!—grito fingiendo estar enojada.

Seguido de esto me largo a llorar y coloco mi rostro entre mis manos, el silencio de Elliot dura por algunos segundos hasta que siento su presencia a mi lado. Se sienta y aunque aún me mira con desconfianza, por alguna razón me cree.

—Tienes razón—pronuncia serio.

Las lagrimas continúan cayendo por mi rostro y él me abraza, envuelvo mis brazos en su cuello y lo primero que hago es sonreír victoriosa.

Ha caído como el imbecil que es.

—Intenté salvarla Elliot—susurro exagerada.

Me separo de él y me mira a los ojos.

Su actitud es rara y sé perfectamente que es porque no puede reaccionar, un maldito psicopata no se permite reaccionar a la muerte de la madre de su hijo.

Ni siquiera el sabe si le duele realmente o no.

El haber llorado en la llamada con mi padre ayuda mucho a mi fachada.

—Ve a descansar, hablaremos mañana del trato con los chinos—pronuncia seco.

Asiento y me pongo se pie para irme por la escalera.

Entro a mi habitación y suelto todo el puto aire acumulado, comienzo a reír por lo bajo y me tiro a la cama con una sensación victoriosa que es increíble.

La redención del Diablo [#3 TRILOGÍA PURGATORIO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora