ADELINE IVANOVA
—Esperen—digo agitada—. Lo siento yo no...
Ambos me miran con curiosidad y se que les he cortado la calentura de un momento a otro pero no puedo evitar sentir esta rara sensación.
No puedo.
Simplemente he cerrado los ojos y lo único que pasa por mi mente es el maldito de Elliot y las torturas por las que tuve que pasar, es cómo si la culpa me invadiera y solo puedo sentir que le estoy fallando a mi padre y a todos los que munieron por mi culpa. No puedo estar follando cuando allí afuera hay un hijo de puta que tiene que pagar.
—¿Estás bien?—inquieren al unísono.
Me siento mal y sus miradas sobre mi solo hacen que me sienta peor.
—No es por ustedes, solo que... no puedo, no ahora.
Mi voz sale temblorosa y siento el aire se enfrió en un segundo.
—¿Estás bien?—vuelve a repetir Khlaus con firmeza.
Trago grueso y miento asintiendo con la cabeza.
Ellos se alejan e intento vestirme a las apuradas para luego salir de la habitación lo más rápido posible, siento un agobio con una mezcla de muchas emociones que me invaden por completo.
Entro a mi cuarto y cierro la puerta con llave.
Mi respiración está agitada y lo único que hago es observar todo a mi alrededor como si fuera la primera vez que lo viera, el pulso se me acelera cada vez más y camino en completo silencio hacia la ducha, abro el agua fría y me desvisto rápidamente para meterme bajo la ducha.
Mis pies descalzos tocan el frío de la bañera y un escalofríos recorre mi cuerpo en cuanto el agua fría comienza a caer por mi cabeza para deslizarse por mi rostro y luego mi cuerpo.
No se cuantos segundos pasan, me quedo tildada.
Hasta que mi cuerpo se enfría lo suficiente como para reaccionar y volver a la realidad.
Y si, a veces la realidad te obliga a querer seguir en la fantasía.
Emito un llanto ahogado que me invade sin previo aviso, las lagrimas comienzan a salir sin parar y se camuflan en el agua que gotea de mi rostro, siento el nudo en mi garganta crece cada vez más ahogándome en una puta agonía interna.
Coloco mi mano en la pared de mármol Para mantenerme de pie mientras mi cuerpo se debilita cada vez más a causa del llanto desgarrador que no puedo frenar.
Tengo que ser fuerte...
Todos esperan que lo sea.
Soy Adeline Ivanova, o eso se supone porque siento que simplemente no recuerdo quien carajos era antes de que ese hijo de puta entré a mi vida.
Intento cada jodido día superarlo y olvidarlo todo como siempre lo he hecho pero simplemente no puedo, en cualquier puto momento las imágenes aparecen en mi mente nuevamente.
Me dejo tres días frente al cadaver de mi hermana, tuve que enfrentar la culpa y ver cómo su cuerpo se descomponía.
Jugó con mi mente, me hizo creer cosas que no eran reales, me llevo al límite y me obligó a deshacerme de la única cosa que me mantenía a salvo... ser Adeline Ivanova.
¡Tuve que dejar que me follara! ¡Joder!
Siento asco de solo recordarlo.
El llanto se hace más agudo y no puedo mantener el equilibrio, me siento en la bañera y abrazo mis piernas mientras el agua fría sigue congelando mi cuerpo desnudo.
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La redención del Diablo [#3 TRILOGÍA PURGATORIO]
RomanceTodo acto tiene su consecuencia, eso Adeline lo ha aprendido muy bien. Pero si algo le han enseñado los Petrov durante estos años es que la sangre se paga con sangre. Y la venganza siempre es necesaria. "El final del purgatorio"