Capítulo 25💀

743 80 12
                                    

ADELINE IVANOVA

—Estoy muy contenta, ya quiero que los niños arranquen sus clases—expreso mientras guardo mi libreta.

Keegan va conduciendo y me da un vistazo rápido junto a una sonrisa sincera.

Mi celular comienza a sonar y veo de inmediato el nombre de Max en la pantalla, por alguna razón me pongo nerviosa, no es el mejor momento para recibir una llamada de él.

Respiro hondo y me incorporo en la butaca.

Atiendo y recibo una mirada asesina de parte del Petrov.

—¿Hola?—pronuncio.

Ade, necesito que vengas de inmediato, ¿estás con los niños?

Mi mandíbula se tensa y por el tono de voz de Max me doy cuenta que algo anda muy mal.

—No, están con Kaia... No me asustes.

Mi voz sale temblorosa y Keegan me mira con curiosidad.

Perdón cari-... Ade. Necesito que vengas a la casa, no te molestaría si no fuera importante.

Le digo que iré y corto la llamada de inmediato. Keegan me mira expectante.

—Vayamos a mi casa—pronuncio perdida en mis pensamientos.

Lo veo tragar grueso.

—¿Qué sucede?—inquiere mientras toma el camino a la casa de Max.

Estoy tildada, siento que no estoy procesando todo esto. Me mata la curiosidad y la desesperación, conozco demasiado a Max, su tono...

—No lo sé, me dijo que necesitaba hablar conmigo de algo importante—digo intranquila.

Aclara su garganta.

—¿Y no los pondré incómodos?—dice con recelo.

Le doy una mirada firme.

—No es momento Keegan.

Aquella frase en suficiente para que él se quede callado durante todo el camino, al llegar a la casa tengo que saludar al hombre de seguridad para que nos abran el portón, cosa que a Keegan no le agradó demasiado. El chofer de Max se encarga de estacionar el auto.

Camino apurada hacia la casa, mis palpitaciones son muy aceleradas, Keegan me sigue el paso pero con pocos ánimos.

Al entrar al salón principal de la casa me encuentro con Max, está parado a un lado del sofá y levanta su mirada de inmediato cuando me ve ingresar. Su camisa está arremangada y se ve preocupado, sus ojos cafés se encuentran con los míos de inmediato y lo veo tragar saliva cuando nota que Keegan viene conmigo.

Me acerco a él de inmediato y me mira a los ojos con cierta mirada especial, como si tuviera culpa de lo que me va a decir.

—Estoy muy nerviosa, por favor dime qué pasa.

Toma mi mano y no quito mi mirada de la suya.

Muerde su labio con nerviosismo y lo veo tragar grueso.

—Está a punto de abrirse una investigación en tu contra—pronuncia como si le pesara el soltarlo.

Mi rostro se endurece y siento como Keegan se acerca a nosotros.

—¿Qué investigación?—inquiere Keegan poco amable.

Max le da una mirada pero no dice nada, vuelve su mirada a mí y decide hablar.

—Hay denuncias en tu contra por lavado de dinero y narcotráfico—expresa intentando ser delicado—. Sé que al principio era un rumor que se generó en la prensa con tu secuestro pero alguien presentó pruebas en tu contra.

La redención del Diablo [#3 TRILOGÍA PURGATORIO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora