Capítulo 23💀

1.4K 108 44
                                    

ADELINE IVANOVA

La corona vuelve a estar en mi cabeza y la realidad nos vuelve a golpear en cuestión de segundos, Keegan, Khlaus y yo caminamos en sintonía volviendo al sitio en donde se encuentran todos.

Algunos simplemente ya están perdidos en las sustancias y otros aún están expectantes de todos. Caminó con la frente en alto mientras por mi mente pasan los recuerdos de las fiestas Petrov que he vivido, por supuesto que mi manera de disfrutar era totalmente diferente a la de ahora.

Excesos, bailar, tirarme a la piscina, disfrutar del caos y descontrol...

Hoy simplemente me conformo con ver a mis hijos hermosos y obviamente ser la protagonista de la fiesta.

Mi vida ha cambiado, joder, si que ha cambiado.

En grandes o pequeños detalles pero no soy la misma Adeline de hace años, aquella que entró por primera vez a la mansión Petrov creyendo que simplemente sacaría a su cliente de la cárcel y seguiría con su patética vida.

No soy aquella que buscaba el límite todo el tiempo como una forma de autocastigarse, ni la Adeline que lloraba cada maldita noche por el vacío que tenía dentro sin saber que carajos sería de su vida.

Tampoco soy aquella que estaba muerta de miedo con un test de embarazo en sus manos, la misma que se repetía que ser madre sería un error y que no sería capaz de hacerlo bien.

Esa Adeline simplemente ya no está, no sé cómo ni cuándo pasó pero solo le deseo que haya podido sanar y no regrese.

—Tenemos una sorpresa para ti, luego de que acabe todo esto—habla Keegan con una sonrisa curiosa.

Muerdo mi labio inferior mientras sonrío y los miro a ambos con ilusión.

Ellos reviven cada parte de mi alma.

—¿En verdad me dices esto ahora? Sabes que no me aguanto las sorpresas—me quejo.

—Tendrás que aprender a aguantar—habla Khlaus.

Los tres sonreímos y puedo sentir en todo mi sistema la conexión que tenemos.

Trago saliva y disfruto los segundos en que simplemente mi mirada se encuentra con las de ellos y no hace falta palabras.

—¡Mami!—escucho aquella voz que me llama.

Me giro y los tres vienen corriendo hacia mí totalmente exaltados, han estado jugando y al parecer su tía les ha dado helado porque sus bocas manchadas lo demuestran claramente. Kaia camina detrás de ellos aunque llega última y mis hijos abrazan mis piernas como si no me hubieran visto hace una hora.

—¿Acaso comieron helado de fresa y chocolate?—inquiero haciendo una mueca de intriga.

Kata se relame sus labios intentando limpiar las pruebas, Khalid solo sonríe travieso y Ava me observa con un brillo en sus ojos totalmente especial.

Rio sin poder evitarlo.

Kataleya consigue que su papi Keegan la cargue en sus brazos mientras que Khalid y Ava se quedan a mi lado sosteniendo cada uno mis manos.

El calor de sus manitas es algo de otro mundo.

—Perdón si están en un exceso de azúcar, no pude evitarlo, me han vuelto loca—expresa Kaia divertida y los tres ríen traviesos.

Muerdo mi labio inferior y achino los ojos con una mirada acusadora hacia ellos.

—En verdad aman las fresas con chocolate—expresa sorprendida.

Sonrío ante sus palabras.

Imposible que no las amen.

—Deberían ir a dormir, ¿no creen?—inquiero.

La redención del Diablo [#3 TRILOGÍA PURGATORIO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora