Prólogo

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Fluke veía la pintura amarillo lima de la puerta, temiendo llamar. Sus dedos se aferraban a la caja de cartón que sostenía apropiadamente sobre su abdomen.

¿Cómo tomaría Judo su presencia? ¿Podría enfadarse? Sólo había pasado una semana desde que Judo había terminado con Ireshi, la hermana de Fluke. ¿Debería Fluke darle más tiempo?

Antes de que pudiera reunir el valor suficiente para llamar o darse la vuelta y escapar bajando por la desvencijada escalera, la puerta se abrió.

El aliento de Fluke se quedó atrapado en su garganta ante la asombrosa vista de Judo Tantachj en holgados pantalones de algodón verde y nada más.

La luz de la tarde iluminaba el pelo rojo de Judo haciéndolo ver casi en llamas. Sus ojos negros veían a Fluke bajo sus medio cerrados párpados y largas y  negras pestañas. Hombros anchos, abdomen plano que formaba una V por sus estrechas caderas.

Se apoyó en el marco de la puerta, levantando sus brazos, estirando sus delgados músculos igual que un gato.

-¿Vas a quedarte ahí afuera todo el día?

-¿T-tú sabías que estaba aquí?

-Te oí subir las escaleras.- Señaló la caja en las manos de Fluke-. ¿Eso es para mí?

Fluke asintió, entregándosela.

-De Ireshi.

-¿Mis cosas?

Fluke asintió de nuevo.

Judo sonrió, apartándose de la puerta.

-Bien. Como sea.

Cogió la caja y sus manos rozaron las de Fluke cuando levantó la caja. Se giró y la lanzó al maltratado sillón verde que estaba junto a la puerta.

-¿Eso es todo?

La mirada de Fluke bajó hacia sus deportivas Converse y enterró sus manos en los bolsillos de su vaqueros.

-Yo... Solo... Yo, siento lo de Ireshi y tú pero...- Levantó la vista, necesitaba ver la reacción de Judo- Nosotros aún somos amigos ¿no es así?

Esos ojos negros lo estudiaron pensativamente.

-¿A Ireshi no le molesta?

Fluke sacudió la cabeza.

Judo suspiró.

-Claro que no. Yo soy el que no tiene sentimientos-. Entró al apartamento.- Sí, seguro, Fluke. Nosotros aún somos amigos. ¿Quieres entrar?

Fluke no pudo evitar sonreír.

-¿E-estás seguro?

Judo movió su mano, señalándole que entrara al apartamento.

-Tu hermana terminó conmigo. Eso no tiene nada que ver contigo.

-¡Correcto!

Fluke tenía dudas sobre la reciente ruptura de su hermana y Judo. Por un lado, ella era su hermana, su gemela. Él era protector con ella y la apoyaba en sus decisiones. Si ella dijo que su relación con Judo era de un solo lado y una sombra de lo que debería de ser, así era.

Por otro lado, Fluke estaba profundamente feliz de que ellos ya no estuvieran juntos. Con lo breve que fue, su relación había sido dolorosa para Fluke. Él no quería que el bajista  viera a nadie, sólo...

Era mejor que detuviera esa línea de pensamiento antes de que él lo irritara.

Judo dejó la puerta abierta y se dirigió a la cocina.

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