Capítulo 8

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Creyendo las palabras de Judo, Fluke se lanzó a subir las escaleras. Le ganó a Judo a entrar en el dormitorio por simples segundos. La sencilla lámpara al lado de la cama iluminaba tenuemente con sombras amarillas. Las persianas cerradas dejaban que se filtrara la suave luz de la luna, líneas plateadas caían sobre la cama y la alfombra. Llegó a la cama y se giró.

Judo lo empujó.

La espalda de Fluke cayó sobre las sábanas revueltas.

Judo hizo una pausa solo lo suficiente para sacar su camisa medio abrochada por la cabeza y lanzarla a un lado. Había perdido su chaqueta de camino por las escaleras. Cayó sobre Fluke, besándolo y presionando sus ingles juntas.

Fluke gimió, perdido completamente en las sensaciones. Colocó sus brazos alrededor de los hombros de Judo, extendiendo sus manos sobre la suave y satinada piel de la espalda de Judo. Separó sus piernas creando un espacio para darle la bienvenida a las caderas de Judo.

Los labios de Judo recorrían el cuello de Fluke, sus dientes mordisqueándolo lentamente.

Fluke se sobresaltó con cada pequeña mordida, amaba el agudo dolor justo tanto como la húmeda lengua que lo calmaba.

Judo se detuvo sobre los pezones de Fluke, tomándose su tiempo para chupar y morder los pequeños puntos.

Los dedos de Fluke se hundieron en el pelo de Judo, sosteniendo a la estrella de rock.

Judo se movió más hacia abajo, sus manos guiaban su boca. Él bajó el pijama de Fluke liberando su pene que saltó libre sobre su abdomen.

-Duro como una roca- comentó Judo, envolviendo su puño alrededor del eje de Fluke. Deslizó su cabeza entre sus labios.

Fluke gritó, retorciéndose debajo de Judo. La lujuria se disparó de su pene a su columna, casi haciéndolo correrse. El fuerte agarre de Judo en la base de su pene evitaba que eso sucediera.

-¡Judo! Dios, ¡Judo!- Estaba balbuceando y no le importaba.

Judo gimió, deslizando el pene de Fluke más profundamente dentro de los confines de su boca.

Fluke no podía creerlo. Se acababa de masturbar en la ducha, debería tener más control, pero estaba incoherente por la necesidad.

-Judo, por favor. Judo. Judo.

Sobre la cabeza de su pene se oyó un alto ruido causado por los húmedos labios de Judo.

-Adelante, córrete en mí, suea. Quiero saborearte.- Judo lo tomó más profundo.

-NO, yo...¡ah!- su espalda se arqueó sobre el colchón.

<<¡Mierda!>>

El hombre, definitivamente, probaba que no era homofóbico.

Judo se tomó su tiempo explorando completamente a Fluke. Solo comenzó a chupar en serio cuando Fluke reducía sus apenas coherente ruegos. Entonces, Judo movió la cabeza en un maravilloso ritmo, girando cuando la punta del pene de Fluke rozaba sus labios y tragándolo cuando golpeaba la parte de atrás de su garganta. Cuando Judo llevó sus dedos al culo de Fluke, él estaba perdido. Con un grito estrangulado, se empujó y agradecido disparó dentro de la boca de Judo.

Cayó hacia atrás, jadeando, todo su cuerpo hormigueaba.

Judo se deslizó fuera de la cama llevándose los pantalones de Fluke con él. Se quedó de pie, devorando e extendido cuero de Fluke con la mirada a mientras se quitaba sus pantalones.

-Tan hermoso- murmuró, moviendo su peso de un lado a otro mientras se quitaba los zapatos. Se bajó los pantalones y se inclinó para quitarse los calcetines.

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