Capítulo 1

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Seis años después...

<<¡Mierda!>>

Fluke se sentó en un lado de la cama, dejando que la gruesa toalla azul oscuro cayera de sus manos hacia el charco entre sus pies.

-¿Fluke? ¿Fluke, me oyes?

Se sacudió algo del shock.

-Qu... Sí, te oí. ¿Qué?

Una corta risa llegó por el teléfono.

-¿A dónde te has ido?

A pesar del hecho de que su hermana no podría haberlo visto, él frunció el ceño ante el cantarín tono de Ireshi.

-A ningún lado.

-Mmm-hmmm.

.Oh, cállate.

Ella se rio.

-¿Estás seguro de que no estás pensando acerca de cierto oh-tan-hermoso bajista?

-Ireshi, por el amor de Dios, ¿tienes que hacer esto peor?

-¿Peor? ¿Cómo?

Pasó sus manos por sus cortos y húmedos rizos, y se rascó el cráneo.

-¡Buen Dios! La última vez que él me vio quería empujarme a un acantilado. ¿Por qué infiernos crees que quiera verme ahora?

-Oh, vamos. Eso fue hace años. Eso no estuvo tan mal.

Fluke estudió su reflejo en el espejo de la puerta del armario. Sus ojos abiertos a causa del shock se veían más grandes de lo que ya eran normalmente. 

<<¿Esa palidez es la normal?>>

-Confía en mí, dulce corazón, eso fue peor que eso.

-Eres un exagerado.

-No. No lo soy.

-Oh. Bueno. De cualquier modo, no tienes que verlo. Habrá otras trescientas personas en la boda.

Fluke hizo muecas.

-¿Puedo no ir?

-Claro que no puedes, estúpido. No puedo casarme sin que mi hermano esté ahí.

Suspiró. Confía en Ireshi para que saliera con esto en el último minuto.

-De cualquier modo, ¿cómo lograste contactar con ellos?

-Garth. Él me dijo que Krist y los chicos estarían en la ciudad visitando a sus familias. Así que le pregunté si podría invitarlos. Realmente no esperaba que vinieran. Bueno, no todos ellos. Solo pensé que sería bueno verlos.

Fluke suspiró de nuevo. Sí podría ser bueno. Garth, el jefe de Ireshi y propietario del club nocturno Kongtek, era también el tío de Krist Perawat. Él estaba en posición de saber al menos si el batería de Orot Sawan estaría en la ciudad. Como Krist era bastante hablador, probablemente mencionó que el resto de la banda también estaría en la ciudad.

El corazón de Fluke se aceleró de solo pensar en ver a Judo de nuevo. No había cruzado palabra con él desde la desastrosa noche de hacía seis años. No podía imaginar que Judo quisiera verle la cara de nuevo.

Pero era la boda de Ireshi y ella no había hecho nada para molestarlos. Sabía de hecho que Judo seguía deseando a Ireshi cuando ella terminó con él.

-Entonces sabías eso.

-Bueno, sí. Pero no estaba segura que ellos vendrían hasta hoy.

Fluke gruñó.

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