Capítulo 13

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Oyó la puerta detrás de él abrirse y cerrarse pero siguió viendo el horizonte. Dedos trazaron la parte de atrás de su hombro. Su tatuaje.

Cálidos labios se presionaron suavemente sobre el diseño.

-Siempre me gustó este.

-Gracias.

-¿Qué sucedió con el dragón que te ibas a hacer?

Fluke sonrió.

-¿Recuerdas eso?

-Seguro.- Dedos trazaron su otro hombro-. Yin y Yang. Dragón y tigre. Uno en cada hombro.

Fluke suspiró.

-Nunca junté suficiente dinero para hacerlo- se encogió de hombros-, después perdí el interés.

Los labios de Judo recorrieron su cuello. Fluke cerró los ojos. Amaba eso, el escenario no podía estar completo sin las caricias de Judo.

-Tenía que crecer.

Dientes mordieron el músculo que conectaba el cuello con el hombro.

-¿Fue en el mismo tiempo que decidiste que no eras gay?

-No soy gay.

Brazos desnudos se deslizaron alrededor de su cintura tirando de él hacia el pecho de Judo.

-Entonces, ¿Qué es esto?- El aliento de Judo acariciaba su oreja.

Fluke se hundió en él.

-¿Un sueño?-dijo suavemente.

-Mmm, ¿eso me hace el hombre de tus sueños?

<<Sí.>>

Fluke no contestó. No quería reconocer eso. Ese era el punto. Solo disfrutar mientras pudiera. Eso terminaría muy pronto.

Afortunadamente, Judo dejó el tema. Giró a Fluke de cara a él y tomó su boca. Era fácil ceder en eso con ese hombre, dejarlo dirigir el placer. Fluke solo tenía que reaccionar y sentir.

Judo lo seducía con sus besos y caricias. Fluke lo seguía voluntariamente. Judo lo guió al futón y rápidamente trabajó en quitarle sus vaqueros. Se quitó sus propios pantalones revelando las largas piernas y  ese rojo pene entre ellas.

Judo se estiró al lado de Fluke con su cabeza hacia sus piernas. Se apoyó en su codo entre los muslos de Fluke, acomodándose perfectamente para acariciar el pene y las bolas de Fluke. La posición le daba el mismo beneficio a Fluke, que sólo se movió un poco para poder corresponder. Circuló el pene de Judo con sus dedos, extasiado por sentir la suave piel en contraste con el duro acero detrás. Tan parecido y tan diferente al suyo. Repentinamente hambriento, abrió la boca y  tomó la cabeza del pene e Judo en su interior.

Judo gimió aprobándolo, sus caderas se movieron ligeramente. Su mano acariciaba el pene de Fluke mientras bajaba la cabeza y recorría sus bolas con su lengua.

Decadente sensualidad se estableció entre los amantes que se chupaban el uno al otro, felices, acariciando y provocando para prolongar el momento tanto como pudieran. Pero la naturaleza siguió su camino y pronto las lánguidas caricias se convirtieron en serios chupeteos. 

Los húmedos dedos de Judo se hundieron dentro del culo de Fluke, masajeándolo. 

Fluke se retorcía y gemía, tomando tanto del eje de Judo como podía en el interior de su boca, frenético por corresponder el placer que Judo le daba y que lo llevó al borde. Mantuvo sus habilidades lo suficiente para seguir chupando y apretando y ordeñar el orgasmo de Judo. 

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