Fluke apoyó la frente brevemente en el volante de su coche. Un gran bostezo hizo crujir su mandíbula y todo su cuerpo tembló.
<<Tengo que conseguir dormir algo.>>
Se enderezó, sacudió la cabeza y cogió su maletín del asiento del pasajero.
Era jueves y había conducido a la casa alquilada de Judo cada noche desde el lunes. No podía exactamente quejarse pero se hacía tarde en la noche cuando volvía a casa. Era una buena cosa que los chicos eran bastante autosuficientes. Hoy se descubrió cabeceando durante el tercer periodo y estuvo totalmente distraído durante la reunión con los demás profesores después de clases. Tanto que el khun Tansakun le había preguntado si estaba bien. Se rio consigo mismo mientras salía del coche.
<<Seguro, estoy bien. Solo h estado siendo jodido cada noche es esta semana. Con un chico, ¿usted sabe?>>
Bufando ante su broma privada, cerró el coche y se dirigió a su casa. Se congeló a mitad del camino hacia las escaleras cuando notó a Judo parado frente a él.
Vestido con vaqueros y camiseta y su pelo bajo una gorra de beisbol, Judo podría ser cualquiera. Quizás. Pero Fluke lo conocía muy bien. No pudo evitar admirar las largas piernas bajo los maltratados vaqueros o apreciar la camiseta sin mangas que dejaba ver sus brazos desnudos. Docenas de delgados brazaletes en sus dos muñecas. Judo se giró sonriéndole, levantó sus gafas de sol para que Fluke pudiera ver sus ojos.
-Hey.
Fluke se dio prisa en subir las escaleras mirando alrededor para ver si alguien los había visto.
-¿Qué haces aquí?
Judo le mostró el par de paquetes de cervezas que estaban en el suelo cuando Fluke llegó a su altura.
-¡Qué? ¿no puede un amigo traer algunas cervezas?
Fluke se apresuró a abrir la puerta.
-No deberías estar aquí- siseó.
-Relájate- dijo Judo, levantó las cervezas y lo siguió al interior de la casa-. Ni siquiera saben que soy yo.
Fluke dejó el maletín y las llaves en la mesa del vestíbulo.
-No sabes eso.
Judo se dirigió a la cocina.
-Traje cerveza. Seguramente, nadie puede sospechar de que un amigo venga a ver el partido contigo.
-¿Qué partido?
Judo sacó dos botellas de la caja y abrió una.
-Debe de haber alguno- sonrió y se la entregó a Fluke.
Fluke la cogió; aún estaba fría. Seguía mirando a Judo fijamente.
-No deberías haber venido.
Judo abrió su propia botella.
-¿Qué? ¿No quieres verme?
Fluke tomó un trago de su cerveza y se apoyó contra el mostrador.
-Te dije por teléfono que estoy agotado.
Judo se colocó a su lado y, a pesar de su cuerpo fatigado, la piel de Fluke hormigueó ante la anticipación de la caricia del hombre.
-Lo sé. En serio, solo vine a visitarte, si es realmente todo lo que quieres.
-¿Por qué?
Judo sonrió.
-Me gusta pasar tiempo contigo.
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Kongtek
Fiksi PenggemarJudo Tantachj es la definición de hermosura para Fluke. Alto y delgado, con hermoso cabello negro y profundos ojos oscuros para ahogarse en ellos, no le extrañaba que el famoso bajista fuera el héroe de la mayoría de los inocentes y soñadores adoles...