Capítulo 5

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Estaba borracho. Era oficial. Los colores se mezclaban y el borde de las cosas se había ido. La tierra había decidido comenzar a girar, es por eso que Fluke ahora estaba sentado en una incómoda silla de hierro en una tranquila esquina del balcón. La noche había caído y él podía ver las luces de la ciudad, a pesar de su nublada visión. Las serenas luces no combinaban con la música para bailar que se escuchaba. Dios, ¿cuánto más iba a durar esto? Sí, seguramente regresó a sus días de universidad.

Sus deberes como hermano de la novia habían terminado. La chaqueta de su traje estaba guardada desde que el pastel de bodas fue cortado y había tenido el baile de hermano/hermana con Ireshi. Ella estaba feliz y eso era lo importante. Ese era el día de Ireshi.

Entonces, ¿qué si el hermano estaba pasando un momento de mierda? Entonces, ¿qué si Phueng había terminado con él llamándolo un frío bastardo? Él no esperaba terminar con ella en la boda de su hermana, pero ella citó su desinteresada actitud hacia ella como la necesaria e inmediata separación. Ella dijo que él no parecía quererla ahí y ahora se daba cuenta de que no podía negar eso.

Sabía que iba a pagar por la manera en que la había presentado a Judo, Chimon y Perth pero lo había subestimado. Lo divertido era que se sentía aliviado. Su principal preocupación era encontrar una manera alternativa para llegar a casa desde la boda.

Pero no iba a preocuparse de eso ahora. Justo ahora él quería disfrutar el zumbido. Veía el brillo plateado de la luna creciente a través de las nubes sobre su cabeza, distraídamente trató de decidir si el color era más azul o más blanco.

Predeciblemente, sus pensamientos vagabundearon de regreso a Judo, preguntándose dónde estaría. Desde la noche anterior, el bajista había estado constantemente en su mente. Pero él no había visto a Judo irse. Sospechaba que donde quiera que Judo estuviera, sería el centro de atención. Así era como siempre funcionaban las cosas. Eso no tenía nada de extraño. Antes de que Fluke le hubiera confesado su amor, Judo también había sido el centro del mundo de Fluke. Incluso si Judo no sabía eso.

Un extraño dolor se extendió por el pecho de Fluke. Se inclinó en su silla y pasó sus manos por su cara, los codos en sus rodillas. Pensar en Judo no le había causado una reacción física en años. Esto era por la relativa proximidad con el hombre. O el hecho de que Judo realmente se hubiera disculpado por ese episodio. Él había girado el mundo entero de Fluke. Fluke nunca había dejado de reaccionar contra Judo pero el oírlo disculparse había reabierto viejas heridas y hecho sangrar en diferentes tonos de rojo.

Levantó la vista cuando alguien palmeó su hombro. Una botella de agua fue puesta frene a sus ojos. Vio el brazo y lo siguió hasta ver los negros ojos de Judo.

<<¡Oh, hombre!>>

Un mechón de pelo le caía sobre la frente. Los botones de su camisa blanca estaban abiertos revelando un triángulo bronceado en su pálido pecho y una fina cadena de oro brillaba en la base de su largo cuello.

Judo sonrió.

-Parece que necesitas esto.

Fluke lo miró fijamente, bebiéndose al hombre con la mirada, entonces recordó el agua.

-Gracias.- Tomó la botella y se recostó en su silla. Judo incluso se la había destapado. ¡Qué amable!

Judo apoyó su trasero en el barandal de piedra que circulaba el balcón. Con el brillo de la ciudad detrás de él parecía como si estuviera en una de las hermosas sesiones de fotografía que mostraban sus rasgos. La luz era solo la justa para sombrear su cara, suavizar las líneas de la nariz y la mandíbula. Por primera vez en mucho tiempo, los dedos de Fluke hormigueaban por su cuaderno de dibujo.

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