22. Licántropo

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✓6,000 palabras
✓AU Omegaverse
✓Miguel!Alfa, Peter!Omega
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₊‧.°.⋆🐺•˚₊‧⋆.

Cuando llegó el día de su cumpleaños número veintitrés, Peter se levantó sin muchas ganas, pues era su deber asistir al gran banquete que se llevaría a cabo en su honor. Sabía que más allá de celebrar su cumpleaños, tendría que ver cómo diferentes alfas de tribus aledañas a la suya batallaban por su mano en matrimonio, y aquello era lo último que quería. Sin embargo, como sobrino del jefe Benjamin, Peter no tenía opción más que asistir y ser el trofeo final para el ganador.

Su madre, Mary, murió en el parto, su padre, Richard, pereció en batalla. Los jefes de su tribu, su tío Ben y su esposa May jamás engendraron hijos en ninguno de sus ciclos, quizás uno de los dos o inclusive ambos eran estériles, por lo que Peter al ser en único miembro restante de su familia, debería asumir el manto del nuevo jefe cuando su tío ya no estuviese. Pero como omega, Peter debía casarse para ser jefe, o de lo contrario, cualquier jefe de otra tribu podría venir a usurpar su herencia e invadir sus tierras.

Peter se vistió con la vestimenta tradicional de su tribu a regañadientes. Cuando estuvo listo, salió de su cabaña y se dirigió a la gran tienda comunal en donde ya lo esperaba su tío.

──Llegas justo a tiempo, muchacho── le dijo el viejo jefe con una sonrisa ──Los invitados están por llegar. Ve a tomar tu lugar.

Peter asintió sin pensarlo mucho y se dirigió al grande y ornamentado trono de piedra que le esperaba en lo alto de una plataforma. Generalmente, ese lugar estaba reservado para el jefe, pero era una ocasión especial, pues Peter debía ser el centro de atención.

Aunque no podía evitar sentirse expuesto, como carne fresca exhibida frente a los alfas forasteros que venían de lejos a matarse entre ellos solo para hacerlo suyo.

Llegó la noche del gran banquete. La aldea estaba iluminada con antorchas y adornada con las flores silvestres favoritas de Peter. El omega miraba a su alrededor con nerviosismo, escondiendo su ansiedad bajo una sonrisa cortés para los invitados. Suspiró resignado mientras las delegaciones de otras tribus llegaban con regalos y cortesías tanto como para el jefe como para su sobrino.

De pronto, Peter tuvo una extraña sensación. Un cosquilleo en el cuello, un escalofrío en los huesos que lo obligó a buscar con la mirada, atraído, pues supo que alguien entre la multitud lo miraba con tal intensidad que se le erizó la piel. Distinguió a un alfa alto, de piel tostada y presencia regia, y en cuanto Peter lo vió a los ojos, a su mirada del color de la sangre, supo que era él quien lo miraba.

Le costó un poco reconocerlo al principio, pero luego, cuando vió al omega que se aferró a su brazo, los reconoció a ambos al instante. Peter los recordaba poco, pero sabía que venían de la tribu Stone, bastante lejos al sur. Cuando Peter tenía apenas ocho años, había viajado con sus tíos a las tierras que habitaba la tribu Stone por invitación directa de su jefe; Tyler Stone. Para Peter aquello era tan lejano como un sueño, pero recordaba haber jugado con los hijos del jefe Stone; con la mayor, una pequeña beta de cabello tan castaño como el suyo que hizo reír a Peter en incontables ocasiones. Con el menor, un pequeño omega que más que nada, los observaba jugar mientras reía por ser demasiado pequeño como para correr tras ellos. Y con el de en medio, un alfa tres años menor que Peter, que al principio le gruñó a Peter, receloso de verlo cerca de sus hermanos, pero al ver que había hecho al omega llorar, se apresuró a consolarlo, dejando besitos en sus mejillas.

Ahora Peter sabía que aquel pequeño alfa estaba ahí, corpulento, prominente, y muy a su pesar, bastante apuesto. Y que seguro intentaría pelear por él.

𝓜𝔂 𝓸𝓱 𝓶𝔂! (Spiderdads)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora