Prólogo

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Hoy se cumple un año exactamente desde que la chica de tez blanca decidió dar por terminada nuestra relación, si es que se le pudo llamar así.

Si no están enterados de la historia les recomiendo que la lean. Probablemente no se arrepentirán.

Supongo que la mayoría de ustedes ya saben lo que pasó y hoy en día sigo sin creer que así haya acabado, pero bueno, así suele ser el destino a veces ¿cierto?

Diría que fue lo suficientemente doloroso para que abriera los ojos y tuviera los conceptos de amor que tengo hoy en día.

A Luna la he visto un par de veces desde entonces, incluso llegué a mensajear con ella de nuevo, pero nada fuera de lo normal.

Al parecer sigue teniendo los mismos comportamientos que conocí desde el inicio.

Mi insistencia en querer tener contacto con ella era para saber la verdad y me dijera qué era lo que realmente había pasado para que no diera el siguiente paso, pero veía que era un caso perdido.

"Deja de esperar cosas que simplemente no te quieren dar: explicaciones, un cierre, disculpas. Habrá veces que solamente tendrás que avanzar". Escuchaba alguna vez en un video.

Esta insistencia duro dos semanas a lo mucho.

El tema Luna había acabado oficialmente.

Han pasado muchas cosas desde entonces; la universidad me ha tratado bien, en el último año me ha dado a unos amigos increíbles, por fin puedo decir que pertenezco a un grupo de personas en donde me siento a gusto. No es como que estuviera necesitado de afecto o esas cosas, pero era algo que sin duda se sentía bien.

La dinámica que tenía con Lucas era única, solo bastó un día para saber que seríamos una muy buena dupla.

Que decir de su novia, Kenia. Que nos seguía el cotorreo y a su vez hacía feliz a mi amigo.

Y Juli, que prefiero no hablar de ella en este momento.

Pero se preguntará querido lector ¿en esta historia Saúl por fin tendrá la relación que siempre ha estado esperando?

Suena fácil de contestar. Si o no y punto. Pero no es tan fácil.

Muchas son las cosas por las cueles me impide estar junto a ella, y no exagero al decir que son muchas las razones.

No sé qué me pasa cuando estoy frente a ella, últimamente se ha vuelto un gran dilema en mi cabeza.

Es como si me convenciera a cada instante de que estoy en el mejor lugar posible, como si no hiciera falta nada, pero ¿cómo puede ser posible? si hace algunos días estaba obsesionado con alguien más.

Y es que justo el tema de su hermana es el que no deja que los dos estemos realmente juntos.

Tengo miedo querido lector, miedo a aventurarme a algo que nunca en mi vida he hecho. Miedo a si debería cambiar de patrón o no.

Un patrón que no debió estar en dilema si no hubiesen aparecido Juli y Dalia.

Mi Bella InquietudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora