Capítulo veintidós

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Jueves 10 de agosto

Están a punto de acabar mis vacaciones y éstas al igual que las pasadas no estuve en rollos amorosos.

Había dejado el tema Dalia a un lado, hasta que ya no tuviera ese cartel en su frente me atrevería a más, por ahora todo tranquilo.

En unos días entraría a la escuela y casi no tuve comunicación con mis amigos, solo aquella llamada con Juli.

Planeamos muchas cosas por hacer, pero nunca se logró hacer nada. Suena triste, pero creo que en el regreso a clases todo seguiría igual que antes, eso espero.

Era un jueves normal, hasta que...

–Que raro, un mensaje de Dalia.

"Hola Saúl espero que estés bien. Oye ¿tienes algo que hacer mañana? Es que Juli y yo vamos a hacer hamburguesas y me gustaría que vinieras"

Vaya, estaba sorprendido.

Primero, que Dalia me mandara mensaje y luego que me invitara a comer con su familia.

Estaba agradecido, pero era raro.

"Si Dalia, mañana estoy libre, llego temprano vale"

"Está bien nos vemos mañana"

Para este punto querido lector comienza lo realmente clave de la historia.

Dalia había terminado oficialmente a su novio.

Habían algunas cuestiones con las que llegué a esa conclusión.

Primero, ella subía stories de desamor a sus redes sociales.

Segundo, ya no tenía a su novio en ellas.

Era algo evidente que ya no estaba con él al parecer.

En cierta parte me sentía tiste por ella. Seguro que estaba sufriendo mucho.

No quería preguntarle para sacar mi duda ni nada por el estilo, pero claro que la oportunidad que había deseado desde hace tanto se hacía presente.

Viernes 11 de agosto de 2023

Me desperté muy temprano para llegar a tiempo a la casa de Dalia y desayunar con su familia.

Llegaba ya con confianza a la casa, era bueno saber que la familia de la chica que me gustaba me recibía con gusto.

Y ahí estaba ella, la misma sensación, el mismo nerviosismo, las mismas ganas de enamorarme más de ella. Probablemente por el hecho de que ya no tenía novio.

Algo curioso es que les llevé pan que yo mismo había horneado.

Era la receta de la familia y no es por nada, pero sabían muy buenos. La familia de mi amiga opinaba lo mismo.

El punto es que acabamos de desayunar y partíamos los cuatro por las cosas para hacer las hamburguesas.

En el camino hablamos de muchas cosas, las vacaciones, el regreso a clases, el trabajo.

Compramos algunas de las cosas en el mercado y regresamos a la casa.

Al parecer la señora iba a empezar a preparar todo en lo que nosotros tres íbamos por lo que faltaba del mandado.

No tenía problema con eso, partíamos ahora los tres chicos

Juli se adelantaba a comprar las cosas mientras Dalia y yo platicábamos. Era gratificante hablar con ella hasta que tocó el punto del amor.

–¿Y no tuviste un amor de verano ahora en tus vacaciones Saúl?

–No, estuve muy a gusto en ellas sin que alguien me estuviera diciendo "ahora invítame a este lugar" "ahora a este otro".

–Buen punto– sonreía un poco.

–Y a todo esto ¿a ti cómo te gustan las chicas? – Preguntaba con curiosidad.

Sabía que era el momento que había estado esperando.

Ya estaba soltera, pude haberle dicho que ella me gustaba, que desde el primer día que la conocí me gustó.

Desenvolverme con todos los sentimientos que tenía por ella, pero de nuevo no lo hice.

Sé que para este punto querido lector esté decepcionado y lo entiendo, yo también lo estoy.

Pero déjeme explicarle la situación:

Imagine a una chica que lleva menos de una semana de haber terminado con su novio, un novio que llevaba conociéndolo desde hace más de dos años y que por lo que sabe, ella no fue la razón por la que terminaron.

Ahora, llega un chico amigo de su hermana y le confiesa que le gusta ¿Cuál habrá sido la respuesta de ella?

A eso voy querido lector, ya no estaba dispuesto a recibir otro rechazo, ya no.

Me he esperado mucho tiempo para que en algún momento llegara el sí. Este obvio no era el indicado.

En ese momento voltee a ver a Juli, ella escuchó la pregunta mientras compraba queso y con sus ojos me decía que ya le dijera la verdad a su hermana.

–Mmm pues no sé, no es como que idealice a alguien para que me guste. Simplemente con que tengamos una conexión los dos pues con eso.

El rostro de Dalia no se notaba convencido, pero en parte no era mentira, eso esperaba.

La prueba difícil llegaría a escasos 5 minutos después de la pregunta de Dalia.

Juli estaba pidiendo tortillas y yo estaba escuchando a su hermana, de pronto empezó a sonar una canción que cada que la escuchaba me recordaba a ella.

Se llama "Ven a mi" de grupo Kachimba.

No saben lo duro que fue contenerme, tenerla de frente, tan hermosa como siempre, ya no teniendo pareja, yo con ansias de robarle un beso y no poder porque el cartel en la frente aún lo tenía.

Si, aún lo tenía estando soltera.

Quiero serle sincero querido lector, creo que no era problema del cartel que tenía en la frente, el problema era el miedo que tenía.

Miedo a que si me volvía a abrir con alguien me volviera a rechazar.

Porque soy sincero conmigo y como lo dije en un inicio en la historia, Dalia me ve como un amigo y es muy difícil que me vea diferente.

Y eso tenía que cambiar, por la misma razón de que sé que el "no" ya lo tengo y no tenía nada que perder.

Qué sería lo peor que pueda pasar, ¿qué me rompa el corazón? Ya tengo experiencia en ese terreno. ¿Qué Dalia me dejara de hablar? Eso sí sería lo peor, pero qué más da, ella por sí sola no es la fuente de mi felicidad.

No sé qué es lo que se venga en el nuevo ciclo escolar.

Las clases comienzan el lunes y el tema de Dalia cada vez se hace más presente en mi cabeza.

¿Cómo fue que esa bella inquietud se metió a mi vida?

Mi Bella InquietudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora