Capítulo dos

40 8 0
                                    

Martes 24 de enero de 2023

¡Por fin saldría a campo después de casi dos años en que llevo estudiando la carrera!

En laboratorio, la profesora ya nos daría toda la información necesaria acerca de la salida a campo.

Salir a campo consiste en ir la mayoría del grupo de la escuela a un lugar en donde podamos estar más en contacto con la naturaleza. Lejos de la ciudad.

Sería en total 3 días en los que estaré fuera de casa.

Iba a ir a un lugar boscoso que se encontraba a 4 horas yendo en autobús que la misma universidad pondría.

En cuanto al hospedaje, uno podía elegir si quedarse en una habitación para dos, tres o cuatro personas, incluso podías pedir una suite lujosa.

La profesora culminó diciendo que ya teníamos que elegir el tipo de habitación que queríamos en el hotel y con quiénes serían.

Genial, ahora ¿con quién estaría si no conozco a nadie?...

–Oye Saúl–. Me hablaba Lucas.

–¿Ya elegiste con quien te vas a quedar?

–No, todavía no se con quién.

–Si quieres jálate conmigo y ahorita vemos quien más se viene con nosotros.

–Perfecto.

Uff por un momento pensé que pediría una habitación para mí solo.

–Hola amor, ¿ya en encontraste con quien te vas a quedar? – Le decía Lucas a una chica que se había dirigido con nosotros.

–Todavía no.

–Pues vente conmigo

–Ya sabes que mi mamá no me dejaría amor.

–Pues no sería una habitación para los dos solos, ya invité a Saúl y pues hay que buscar a alguien más para que pidamos una habitación de cuatro­–. Decía Lucas mientras ella y yo nos saludábamos.

Era una chica güera, con lentes, unos aretes que le colgaban de las orejas, pelo lacio de color rosa característico. Y al parecer tenía la sangre muy liviana.

–¿Qué tal tu compañera de equipo?­– Señalaba Lucas la mesa de trabajo de su novia.

–¿Quién? ¿Juli?

–Si ¿por qué no?

En el otro lado del laboratorio estaba una chica bonita, de tez morena, pelo ondulado y negro, de estatura promedio, que se encontraba sola.

Kenia se dirigió a ella para preguntarle si quería estar con nosotros en la habitación.

"¿Por qué todavía no logro recordar donde lo he visto? Ya le voy a preguntar"

–Oye Lucas ¿Nosotros ya hemos estado en un grupo antes verdad?

–Si, de hecho trabajamos juntos en línea.

¡Claro! ¡Lucas! Fue en primer año cuando todavía estábamos en las clases a distancia.

Recuerdo que nos habíamos organizado muy bien para una exposición en la clase de genética.

Sabía que lo había visto en algún lado.

–Chicos les presento a Juli–. Nos decía Kenia mientras Juli se notaba un poco apenada.

Nos saludamos y tomaba la palabra la chica de pelo ondulado.

–Hola chicos, si puedo estar con ustedes, pero hay un inconveniente, va a ser complicado que mi mamá me de permiso de compartir la habitación con dos hombres.

Era un buen punto.

–No te preocupes, veras que tus padres van a aceptar–. Decía Lucas con tono confiado.

Es normal que los padres (en especial de las chicas) desconfíen de jóvenes universitarios los cuales ni siquiera su hija conoce.

Y yo también empezaba a sospechar de ellos, después de que hablara con mi amigo Enrique.

–Que onda Saúl ¿Cómo andas? – Me hablaba Enrique luego de que se acabara la clase.

Enrique era un chico que había conocido por un amigo en común el semestre pasado.

­–Todo bien ¿y tú?

–Igual todo bien. Oye ¿con quién vas a estar en la habitación?

–¿Ubicas a Lucas?

–No manches que vas a estar con él.

–¿Por qué? También va a estar su novia y una amiga.

–En la que te metiste Saúl.

–¿Qué tiene?

–No sabes ¿verdad? Ellos tres ya han hecho un trío y toda la cosa.

–¿Cómo crees?

–De verdad, en su grupo pasado todos lo sabían.

–Pues ya ni modo, voy a estar con ellos.

–Pues suerte.

Rayos, en dónde me fui a meter.

Mi Bella InquietudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora