Capítulo veintiséis

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Miércoles 23 de agosto de 2023

Muy bien, después de un par de días en los que traté de sacar de mi mente a la chica con nombre de flor, hablaría con Juli del tema.

Los dos nos dirigíamos ya a nuestras casas y tomábamos el transporte que nos quedaba de paso.

Ella se bajaba dos estaciones del metro antes de que yo me bajara.

Le comenté que por fin le diría a Dalia que me gustaba y todo el plan que tenía en mente.

Ella se emocionó bastante al saber que probablemente sería su cuñado, que después de mucho tiempo por fin se me iba a hacer.

El plan sería que iría ella también porque veía poco probable que fuera sola.

Mi hermana era probable que también fuera.

Llegaba la estación en la que se bajaría Juli y nos despedíamos.

Al entrar a mi casa lo primero que hice fue abrir el chat de Dalia para mandarle un audio por mensaje:

"Hola Dalia buenas noches, espero que estés bien. Te envío este audio para invitarte a ti y a tu hermana a mi partido el sábado, también ira mi hermana y pues me gustaría mucho que fueras, ya Juli te contará como le vamos a hacer ¿vale?"

Estaba más que seguro que aceptaría, yo ya había hecho el esfuerzo por ir a la reunión de su religión y pues esperaba lo mismo de ella. Era una persona empática.

Pasaba el tiempo y no contestaba, probablemente ya se había dormido o estaba muy ocupada.

No importa, ya mañana lo leería y me diría que aceptaba.

Obviamente no sabía para nada en dónde estaba parado.

Jueves 23 de agosto de 2023

"Que raro, creo que algo le habrá pasado a Dalia porque no contesta".

Salíamos de la última clase y me dirigía a Juli.

–Oye Juli, ¿tu hermana está bien?

–Mmm está un poco enferma, ¿por qué lo dices?

–Oh ya, es que le mandé mensaje y no me contesta.

–Si, es que se empezó a sentir mal desde ayer.

–Ya veo.

Lo que faltaba, seguramente no iría a mi partido y tendría que esperar más tiempo.

Llegaba la noche en mi casa y me alistaba para dormir cuando de repente vibró mi teléfono.

"¡Ya me contestó Dalia!"

Era un texto largo:

"Perdón por no contestarte Saúl, es que estos días me sentido un poco mal, pero ya estoy un poco mejor. Con forme a tu invitación pasa dos cosas: La primera y la más complicada es pedir permiso a mis papás, pero como eres tú, confío en que nos dejen ir. Y segundo, es que tenía un compromiso con mi novio, creo que no te conté, pero ya regresé con el y pues me invitó a su casa con su familia el sábado, pero no hay problema yo voy a verte sin problema. Ahí estaré para echarte porras".

Que gran choque tuve contra el suelo.

Fue como si un balde de agua helada recorriera mi cuerpo poco a poco.

No podía creer lo que estaba ocurriendo.

¿De verdad estaba pasando esto?

Tantas especulaciones que tenía para el sábado que de un momento a otro un "regresé con mi novio" me acabara por completo.

Mis demonios se hacían presente de nuevo.

La inseguridad, el temor, la desconfianza, la ansiedad, todo en un instante.

"Rayos, que mal momento para invitarte. Pues esperemos que ya mañana te sientas mejor y puedas ir"

¿Qué acaba de pasar?

Si tan solo habían pasado algunos días ¿tan rápido regresaron? Pero por lo que sabía el chico le había dicho a Dalia que se pidieran un tiempo y que después le dijo el que ya no regresarían. Obvio que le había dicho eso porque se había ido de cabrón con alguien más.

¿Tan fácil se le olvidó de eso Dalia?

Pensándolo bien, ni siquiera sé como estuvo la cosa, Dalia me contó a grandes rasgos lo que había sucedido, pero necesitaba los detalles para poder entender más la situación. Posiblemente había cosas que no me dijo y cuestiones por las cuales decidió regresar con su ex.

Sabía que no debía tardarme tanto. Debía decirle aquel sábado en la reunión, ¿qué digo? debía decírselo cuando me vio jugar en la escuela, debía decírselo en la fiesta de Lucas, debía decírselo cuando la visité a su casa.

No importaba si tuviera pareja o no, solo era decirle lo que sentía y punto.

Mi corazón se aceleraba cada vez más, me levante de la cama para caminar y a ver si así me tranquilizaba.

Saber que otra vez estaba perdiendo en el amor me generaba un conflicto que ni por el hecho de ya estar bien conmigo mismo me podía reconfortar.

Pensé que mis emociones estaban controladas y, siendo sinceros, las controlo perfectamente, solo que por ser tan enamoradizo y tener los sentimientos a flor de piel, ni con la mejor templanza podía sostenerlas.

Lo que estaba viviendo era algo que pensé nunca más volver a pasar y véanme aquí, en mi cuarto con unas ganas tremendas de hablar con la chica con nombre de flor de una vez por todas.

Pero esto no se iba a quedar así, era claro que no podía quedarme con esto.

Si Dalia no iría al partido yo tendré que ir a ella.

Así de grande eran mis ganas de hablar con ella, no importaba si acababa de regresar o no con alguien, mi paz interior era lo primordial y en estos momentos obvio que no estaba.

La noche fue bastante pesada, no sé si valía la pena estar así por Dalia, ella era genial, incluso cuando la pude conocer a profundidad pude ver que era distinta, que sin saberlo se había clavado en mi mente ahora más que nunca.

No quería dejarla ir, a ella no.

Mi Bella InquietudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora