Better than Revenge | Michaeng

Just Like that

Mina entro al restaurante ordenando una simple taza de café, a pesar de haber pasado 12 horas en una junta el apetito no se hacía presente y aún debía esperar por su mejor amiga.

Sooyoung›

Disculpe acaba de llamar la asistente de la Señora Irene, y confirmó la reunión esta tarde a las 3:30pm.

2:37pm

Llevaba más de 24 horas sin dormir y cuando por fin había podido salir de aquella tortura, tenía que volver, pero antes debía ver a su mejor amiga, después de aquel mensaje no pudo verla a la mañana siguiente así que le pidió reunirse en el restaurante para almorzar juntas, así que en vez de contestar a su asistente fue directamente al chat de su mejor amiga para avisarle que ya estaba en el lugar.

— Oh, buenos días. — La japonesa sintió que la camarera había hablado muy alto lo cuál la hizo levantar su mirada del celular, entonces todo desapareció, el sonido de los cubiertos, los murmullos de las personas, solo ella, su acelerado corazón y Chaeyoung... ¿A caso se quedó dormida en la reunión? ¿Esto era un sueño? Sin apartar su mirada de la coreana que era ajena a su presencia llevó su diestra al interior de su brazo contrario y dio un fuerte pellizco con sus uñas — auch. — Surró dándose cuenta que esta era su realidad y entonces “CHAEYOUNG ESTÁ AQUÍ” Mina no sabía cómo sentirse, su única comparativa gráfica era aquel episodio dónde a Bob esponja se le incendia el cerebro y minis Bobs solo corren al rededor. ¿Debería ir a saludar? — "Hola, Chaeyoung ¿Cómo estás? No te veía desde que mi novia me pidió matrimonio y tú te fuiste sin dejarme explicarte" —  Ya no importaba practicar su saludo, una mujer rubia bastante atractiva estaba llenando de besos la cabeza de su menor, apartó la mirada sintiendo cómo sus labios temblaban amenazantes de crear un puchero que iniciaría un llanto, la gran desventaja de ir a terapia era que te volvía un ser más conectado con tus sentimientos, su mirada le rogaba volver a ver a la coreana pero no quería salir herida si veía algo más que besos en la cabeza. La japonesa dejó el dinero de su cuenta en la mesa y sin mirar atrás salió de aquel restaurante.

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Jeongyeon notó el nerviosismo de su menor pues entre más se acercaba la hora de abordar más rápido iba la pierna de Chaeyoung y menos uñas le quedaban para morder. — Muy bien, dime que sucede ¿Le tienes miedo a los aviones? ¿Prefieres irte nadando? — Colocó su mano sobre la pierna de la menor para detener unos momentos sus movimientos logrando llamar la atención de Chaeyoung.

— Tengo que contarte algo. — Durante toda la espera Chaeyoung le contó toda su historia con la novia de su superior, desde que la conoció, cómo cuidó de ella cuando tenía el corazón roto, y cómo a pesar de todo lo malo se casó con una mujer que aún viviendo 100 años nunca podría merecerla.

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Jeongyeon había reflexionado todo el camino la historia de su amiga esperando ansiosa a llegar a Tokio para bajar de avión y preguntarle muchas cosas.  — Pero si te fuiste antes de que respondiera, ¿Cómo estás segura de que se casaron? —  Cuestionó una vez que ambas se reencontraron en el aeropuerto.

— Armas todo un plan para "vengarte" de tu novia, con la qué estuviste desde secundaria y que firmemente crees que es el amor de tu vida y por fin logras que te pida matrimonio que ha sido tu sueño desde siempre... Solo un idiota no se casaría. —Respondió con dificultad pues imaginarse a Mina casándose con aquella idiota era doloroso y nauseabundo.

— Wow, si ya te tiene así por ser tu amiga, no me imagino si llegaran a coger... Yo te aconsejo que busques a tu novia y si está casada, bueno, el divorcio siempre es una opción. — Siguieron con su plática por un rato más, incluso después de ya estar instaladas en su habitación de hotel, hasta que el estómago de Jeongyeon comenzó a rugir.

— Tengo hambre... Vamos al restaurante que te llevó tu gran amor. — La menor se debatió entre aceptar o no, pero con toda sinceridad aquel lugar era el mejor restaurante al que había ido, no estaba de más disfrutarlo, total, era poca la probabilidad de que Mina estuviera cerca...

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Chaeyoung se adentró al restaurante antes que su mayor pues esta se había quedado pagando el taxi.

— Oh, buenos días. — aquel saludo hizo a Chaeyoung dar un pequeño salto por estar desprevenida, respondió con una pequeña reverencia, fue hasta la mesa al lado de la ventana mirando el exterior a través de está, ya casi era invierno, los árboles habían sido completamente despojados de sus rojizas hojas, dejando sus ramas expuestas, quería seguir analizando el exterior pero los besos de su mayor la sacaron de aquel trance.

—Bastaa, me despeinas. — Cubrió su cabeza con ambas manos provocando la risa de su mayor.

— Oh, lo siento, solo te puede besar tu novia, lo olvidaba. — Jeongyeon tomó asiento frente a la menor tomando el menú que después de varios segundos bajó. — No le entiendo, no sé japonés, ¿Me ayudas? — La mayor intentó actuar linda recibiendo solo una mueca de disgusto, al momento de girar su mirada para no tener contacto visual con su amiga Chaeyoung podía jurar haber visto a Mina, lo cuál la congeló por unos segundos pero cuándo retorno su mirada a dónde creyó haberla visto no estaba, dejó escapar un suspiro pero ni ella sabía si era de alivio o decepción.

— Vamoos, en un rato más es mi reunión, no puedo estar sin comer ¿Tú irás a buscar a tu novia? —Cuestionó su mayor subiendo y bajando sus cejas de forma pícara.

— Iré a ver a Dahyun, la extraño mucho... Bueno vamos a comer. — Se limitó a comentar, dándole todas las opciones del menú a su mayor.