3:37 am
Sana bajó de su auto con una hermosa sonrisa en el rostro que incluso iluminaria la noche más obscura y pensaba que nada ni nadie podría arruinar su gran ánimo, pero en un golpe de realidad al entrar a su casa se encontró con su mejor amiga Momo sentada en la hermosa sala de estar frente a la chimenea tomando una copa de lo que parecía ser vino tinto por el obscuro color que tenía, Sana muy en el fondo sentía que ya había visto a Momo “¿Fue a la recaudación de fondos? No, trae jeans y un cardigan... aunque ese cardigan es de... Mina" Maldita sea, había olvidado a su propia novia, después de ver que alguien más la abrazaba olvidó por completo su existencia. “¿Acaso Mina y Momo...?”
— Momossi, ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Mina? — La castaña trago en seco mientras se deshacía de su abrigo dejándolo en uno de los sofás del salón.
— Está en su habitación, me dijo que no quería hablar más, pero no puedo irme por si me necesita. — Comentó la mayor sin quitar la mirada de los ojos de su contaría intentando decirle que ella lo sabía, que Mina no lo sabía.
Para su mala suerte Sana no entendió y sin decir algo más caminó por su gran salón hasta llegar a las escaleras, subió con pasos tranquilos siendo su inconsciente el único que rogaba por correr hacia el otro lado pues sabía que las mentiras tarde o temprano salen a flote. Inhalo con fuerza mientras tomaba el picaporte de su habitación dándole así paso al interior dónde se encontró un lugar completamente desordenado, más destruido, algo que tenía que ver con Mina le estaba acelerando el corazón cómo la primera vez, solo que ahora no se sentía bien, era peor que una taquicardia, Sana creía que en cualquier momento su corazón se detendría por completo. En el suelo vio las fotos de ellas dos juntas completamente arrugadas con cristales al rededor de ellas... “Aún puedo huir” quería irse, realmente lo quería pero una pequeña parte de ella estaba ganando la batalla de manera que siguió avanzando hasta quedar frente a la cama notando mejor todo lo que estaba destruido. En el vestidor de la habitación se escuchaba el leve llanto de su novia el cuál (quizá por amor, o simple empatía) le apretaba dolorosamente el corazón.
—Minari... — Su voz salió cómo un hilo al por fin tener en su vista a la menor, la pelinegra estaba sentada sobre su pantorrillas con su pijama de conjunto de seda color negro, en sus rodillas había algo de sangre igual que sus manos lo cuál alarmó a la castaña que rápidamente se acercó a ella tomando su mano, pero Mina la quitó dándole una mirada de disgusto a la ojos color avellana, Sana nunca había visto los azules ojos de su novia tan vacíos, siempre reflejaban algo pero ahora solo había lágrimas y un tono de azul casi gris.
— No recuerdo quién era antes de que tu llegaras a iluminar mi vida, pero ambas tomamos malas decisiones, una maldita cosa tras otra, situaciones y circunstancias mezcladas con una pésima comunicación, pero ahora, creo que merezco algunas explicaciones, así que puedo hacerte una pregunta? — Su voz era ronca y entrecortada pues los jadeos de su llanto seguían presentes, y aunque intentaba controlarse tener frente a ella a aquella mujer que alguna vez creyó el amor de su vida le complicaba más esa simple tarea. — ¿La besaste en medio de una habitación? y tus amigos se rieron de ti, para después aplaudir, por lo que hiciste.—
— Mina...— Sana no tenía palabras, aún cuando sabía la respuesta no podía conectar las letras para formar una respuesta.
—“No quiero besarte frente a mis colegas, porque no creo que sea algo muy profesional” “¿Por qué quieres convivir con ellos? Solo hablamos de cosas del hospital, no hace falta” ¿Recuerdas tus palabras? A ella la besas sin importarte quiénes sean porque no puedes pelar con querer estar cerca de ella. — La pelinegra se puso de pie para poder empujar a su novia intentando de alguna manera desahogar todo el dolor que tenía dentro, pero aquella acción le causó más dolor físico a ella pues las pequeñas pero profundas cortadas de sus manos ocasionadas por lanzar los retratos se hicieron presentes ante el fuerte contacto con el cuerpo de su mayor.
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Better than Revenge | Michaeng
Hayran KurguCaps escritos con canciones de Taylor Swift de fondo. 👍