Fue extraño cuándo Sana me invitó a una cena en su casa, Mina no me había dicho que fuera a salir o algo cómo para que Sana tuviera el valor de invitarme sabiendo la posibilidad de que podríamos vernos. Cuándo llegué a la casa de mi novia ya estaban algunos compañeros de mi trabajo presentes y ni una señal de la empresaria, así que me relajé un poco, aún no entendía el objetivo de esta cena pero aunque no quiera admitirlo desde que Mina volvió a la vida de Sana me hace extrañar pasar tiempo con ella.
Mientras los minutos transcurrían el lugar se iba llenando hasta que por último llego Son Chaeyoung junto a una chica que no sabía bien su nombre pero había visto por el hospital un par de veces.
- Será mejor que comencemos antes de que la cena se enfríe. - Escuché la voz de Sana salir de lo que creía era la cocina, ella habló un poco más pero no estaba prestando atención a sus palabras por intentar mandarle mensajes a Mina de lo que sucedía pero no obtenía respuesta así que me resigné y guardé mi celular en el pequeño bolso que llevaba conmigo.
Toda la cena transcurrió con normalidad Sana hablaba con todos en la mesa intentando mantener un buen ambiente hasta que
- Darling, por fin llegaste, creí que no vendrías. - Mi mirada fue hasta dónde las palabras de Sana se dirigían encontrándome con Mina parada frente a todos, pero al parecer ella tampoco tenía idea de que sucedía ahí, y a pesar de buscar respuestas en su mirada ella solo tenia puesta la vista en la doctora Son.
- Te perdiste la cena, pero no la mejor parte...- Vi cómo la castaña se alejaba de la pelinegra hasta uno de los cajones de los muebles que adornaban el lugar, no tenía idea de que fue lo que tomo pues al tenerla de espaldas era difícil ver pero en el momento que se inclinó en una rodilla frente a la ojiazul lo comprendí...
Dios todo en mi alrededor comenzó a dar vueltas y sentía mi estómago doler más una bola de acero obstruyendo mi garganta. - Mina, sé que te dije que nunca me casar... -
No, no, no, no quería escuchar nada de eso por lo que aguantando mis ganas de derrumbarme salí de aquella habitación hacia las escaleras y es que para salir de esa enorme casa forzosamente tendría que pasar a un lado de ellas y no quería verlas, no ahora. Al final yo había desarrollado sentimientos por Sana antes de que Mina llegara a mi para hacer aquel estúpido trato, me encerré en la primera habitación que encontré mientras sentía mi mundo derrumbarse, me sentía tan utilizada ¿Tan poco valgo qué puede soltarme sin más? Ella dijo que me amaba, me besaba cómo si realmente me amara, no hace mucho dormí entre sus brazos con mi cabeza contra su pecho escuchando cómo su corazón latía y aún puedo escuchar su voz diciéndome "¿Lo escuchas bien? Mi corazón late por ti" ¿Por qué lastimarme de esta manera? ¿Por qué mis sentimientos no importan?
- No he sido una mala persona ¿Por qué dejas que me lastimen así? - Miraba fijamente al techo intentando encontrar un alivio pero no lo había, no había nada que pudiera parar mi sufrimiento. Sentía el dolor de mis uñas enterrandose en la piel de mis brazos porque abrazarme a mi misma me hacía creer que podría calmarme pero otra vez la respuesta era no.
Me enamoré de ella, de sus ojos, su nariz, su boca, sus cejas, su sonrisa, sus mejillitas, su cuello, su manos, su cabello, incluso me enamoré de un corazón que nunca estuvo ahí. No se cuanto tiempo seguí ahí pero la puerta abriéndose me sacó por unos segundos de mi crisis encontrándome con Mina.
- ¿Este fue tu plan todo el tiempo? ¿Me querías ver así? - Me había sentada en el suelo cuando intentaba abrazarme a mi misma así que veía a Mina hacia arriba logrando que me sintiera aún más miserable. - Todo este tiempo solo querías que me humillaran a mí, pero yo no elegí que me gustara, con todas mis fuerzas me intenté alejar, lo juro por Dios que sí. - Hablaba entre jadeos e hipidos sintiéndome estúpida por no poder controlar mis emociones. -Pero tú y ella son tal para cuál, no les importan los demás, solo quieren su propio beneficio... Ganaste, ella te eligió, siempre fuiste tú y ya puedes regordearte. - Quise levantarme para irme pero mis piernas eran inútiles así que caí de rodillas contra el frío mármol. - No quiero volver a verte, ni a ella, cumplí mi parte del trato pero puedes quedarte con todo tu estúpido dinero, no quiero nada de ti. -
Sentí los brazos de la pelinegra rodearme y quería quitármelos de encima pero mis fuerzas se habían ido completamente por lo que sólo seguí llorando contra el pecho de mi menor. - Te juro que este no era mi plan. - No podía verla pero en su cuerpo podía sentir cómo su respiración era irregular.
- Ella nunca fue mía ¿Verdad? todos los recuerdos que tengo no son míos, porque para ella fui un pasatiempo, aún nos puedo ver entre las sábanas con ella susurrandome que era lo mejor que tenía y eso era suficiente para mí, me hizo creer que lo podíamos ser todo, pero siempre fuimos nada, y no puedo perder algo que nunca fue mío. - Las caricias que proporcionaba Mina en mi cabello fueron aliviando mi llanto hasta que en un punto desapareció al igual que mi cuerpo dejó de temblar. - Ahh diablos, tengo que salir de este lugar antes de que vuelva a tener una crisis, pero no puedo salir con todas esas personas, ¿Cómo carajos voy a volver al hospital si hace menos de 12 horas yo era la novia de Minatozaki Sana? Aah todos van a hablar de cómo Ahora Sana se va a casar con su ex novia. -
