capítulo 2

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El ruido de la habitación que estaba diseñada para tener reuniones en grupo estaba comenzando a molestar al más pálido. Esa habitación tenía una decoración peculiar de los tonos escolares, una carpeta grande en el centro con unos sofas a los costados más anchos, y dos bolsas de frijolos a los costados donde estaban tirados dos de sus compañeros de equipo.

Todo tenía una paleta de los colores blanco y naranja, que representaban a los osos. El equipo de fútbol había llegado a ser uno de los mejores en los distrito que se reunian para competir.

ㅡ La temporada iniciará al mes que sus clases tomen camino ㅡ. El entrenador era quién hablaba más indicándoles lo básico que deberían saber. ㅡ Hace poco se han mudado a sus dormitorios con los que comparten, asi que mientras están entrenando estos días espero que den lo mejor. Yo estaré con Rubius hablando por separado sobre nuevas técnicas, hay un nueva escuela en nuestro distrito y al parecer detestan a nuestro capitán.

ㅡ ¿Quién mierda no detesta a Rubius? Si es insoportable y divide los grupos él mismo ㅡ. La de cabellos morado soltó hablar con un tono de burla, ganándose una mirada fría e inexpresiva del mencionado que estaba frente a ella.

ㅡ Monica ㅡ. Llamó la atención el entrenador logrando una rodeada de ojos como respuesta, la vio cruzar sus brazos con molestia y se incorporó en su sitio.

Nadie en este grupo era considerado amigo del albino, las únicas personas que lograban acercarse a él eran Fargan y Nieves. El resto apenas recibian alguna palabra de intercambio, si es que era totalmente necesario y nunca por voluntad propia.

ㅡ Llevamos demasiado tiempo aquí y sus rivalidades están revolviendo mi cabeza, ahora larguense y aparezcan mañana para su entrenamiento. Espero que estas actitudes no sean un problema ㅡ. Tiro un vistazo al capitán del equipo y pareció entender con eso, tomó rumbo hacía afuera antes de que el resto saliera.

Cuando el aire fresco de la tarde golpeó su rostro acariciando sus cabellos fue cuando se encaminó hacía su coche negro montadose dentro para ir, espero unos segundos escuchando dos puertas abrirse indicando que Fargan y Nieves entraron detrás suya.

Arrancó el motor y se subió en la carretera en dirección alguna, simplemente buscado salir del campo escolar.

Eran recién las seis de la tarde y el sol estaba comenzando a esconderse detrás del horizonte, el camino era silencioso hasta que una voz rompió aquello.

ㅡ ¿Cómo piensan que será el chico nuevo del equipo? El entrenador lo mencionó esta mañana ㅡ. La voz de Nieves era casual y tranquila mientras veía su móvil, todos estaban vestidos de negro de forma elegante y se alzó de hombros.

ㅡ Espero sea atractivo, eh ㅡ. Fargan jugueteo mientras sonría a la pantalla de su móvil con diversión a su propio comentario.

El albino le miró de reojo un instante a su amigo quién montaba en el asiento con una mueca de asco volviendo su atención a la ruta que tenía en frente.

ㅡ Oh Rubius, no me mires con asco, algún día encontrarás a tu preciosa novia ㅡ. Dijo con una sonrisa mientras volteaba hacía atrás para buscar la aprobación de Nieves, cuando la obtuvo se posicionó de nuevo en su asiento.

La risa de Nieves se escuchó bajo desde los asientos traseros mientras el coche daba vuelta y se detenía en un semáforo, logrando llegar a un edificio oscuro con detalles morados.

El club era su zona preferida para ir cada fin de semana, los encargados conocían bastante bien a los chicos y solo los saludaban al entrar porque no había más que alegría de ver a sus clientes regulares entrar por el marco de la puerta.

Se adentraron y se sentaron en la barra de bebidas una vez se encontraron dentro y Fargan iba a buscar una mesa libre con la mejor ubicación posible. La pelirroja decidió seguir al castaño, luego volvería para ayudar al albino a traer las bandejas de bebidas hacía la mesa correspondiente, o ir a buscar al castaño para indicarle a Rubius el camino.

ㅡ ¿En qué puedo ayudarte hoy, Rubius? Pensé que ya habías dejado a tus amigos de lado ㅡ. El pelinegro sacó una bandeja negra para dejar algunos cuántos refrescos, shots, y bebidas alcohólicas.

ㅡ No son mis amigos ㅡ. El ruido de la música y la gente que bailando detrás suya eran el mayor revuelo de la noche como alguna otra ㅡ. No vuelvas a decir eso nunca más, Quackity.

El pelinegro le dedicó una mirada y prosiguió a terminar las bebidas del chico enfrente suya, al saber su pedido de memoria fue cuando le entregó la bandeja y lo vio alejarse con ella en manos con una pelirroja que le alzaba la mano con una sonrisa.

El pelinegro le dedicó una mirada y prosiguió a terminar las bebidas del chico enfrente suya, al saber su pedido de memoria fue cuando le entregó la bandeja y lo vio alejarse con ella en manos con una pelirroja que le alzaba la mano con una sonrisa

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