capítulo 11

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Los días han pasado rápidos para el peliblanco y finalmente era jueves, en este momento estaban todos los osos reunidos en la sala principal que se usaba para juntas con todo el equipo durante momentos importantes. Mañana era el juego contra Los Lobos, el partido que definiría que tan fuerte Los Osos pueden ser siendo uno de los peores equipo. El entrenador Marlin dio su discurso y la enfermera a su lado igual, aunque la señora había llegado de su viaje hace poco y estaba restaurandose para volver a lidiar con Los Osos.

Todos fueron directo a sus dormitorios y Rubius tuvo la pereza de llevar únicamente a sus dos "amigos:" Fargan y Nieves. El viaje fue rápido y el peliblanco tiro su cigarro apagandolo antes de meterse a los dormitorios para bañarse y cambiarse.

ㅡ ¿Vas a salir? ㅡ. La dulce voz de Nieves resonó y el peliblanco solo paso de ella buscando su perfume. ㅡ Rubius.

ㅡ Si ㅡ.  Arrastro las palabras para que salieran de su boca y pillo su cartera junto a su móvil. ㅡ Al club, nada extraño conociéndome.

ㅡ Tenemos un juego mañana, no puedes ir a tomar hoy. Estarás con dolor de cabeza y ... ㅡ. Sus palabras fueron cortadas y detenidas con una mirada de esos ojos avellanas.

ㅡ A mi no me importa este deporte de mierda, conozco mis limites ㅡ. Salió por la puerta dejando a una Nieves preocupada y a Fargan confundido: apenas entrando a la habitación cuando el peliblanco salió.

El viaje hasta el club fue rápido gracias a la velocidad que mantuvo el joven albino toda la ruta, se aparcó y se adentro al sitio sin decir nada.

Pidió una botella llegando al sitio y fue directamente hasta el balcón, buscó con la mirada a su invitado y lo vio sentado cerca de una de las barras del local, Vegetta logró verlo entrar y agradeciendo el menor eso porque solo le indico que lo siguiera.

Logrando llegar al balcón que estaba vacio mientras bebia de la botella, espero al azabache cerca de la puerta de donde recién había ingresado.

ㅡ Rubius esper... ㅡ. Cerró su boca cuando apreció al capitán beber de la botella con los cabellos algo alborotados, no estaba borracho pero nunca lo vio beber de la botella como si nada.

Rubius tenía sus limites, pero su único limite hoy era una botella.

El peliblanco sujetó la camiseta del más alto mientras lo veía justo a sus ojos púrpuras, el silencio abundo la zona con la música lejana en el mundo de ambos rivales. La boca de Rubius estaba ligeramente abierta y el azabache sentía la caliente respiración con alcohol golpear su rostro.

ㅡ No sabes el odio que te tengo, realmente odio a tu equipo y todos los miembros en el ㅡ. Habló casi entre dientes pero antes de que Vegetta pudiera decir algo para defenderse a si mismo y a su equipo, los suaves y húmedos labios de su rival golpearon los suyos.

Un ósculo desesperado por ambas partes, el más pálido soltaba jadeos y gemidos que ahogaba contra los labios ajenos. Vegetta exploraba la cavidad bucal del capital con ansias, cuando encontró y pudo entrelazar su lengua con la contraria comenzaron a jugar entre si.

Los dos chicos estaban perdidos, realmente solo querían estar besándose por horas. Rubius terminó contra la pared acorralado pero sin ninguna mano de Vegetta sobre su cuerpo gracias a el último encuentro que tuvieron aqui.

ㅡ Ve-vegetta ㅡ. Suspiro pesado sintiendo la saliva caer por su boca, atrajo al mencionado más cerca sintiendo su cuerpo caliente.

Rubius solía liarse con gente aquí una que otra vez, pero nunca lo hizo con su rival hasta hoy. Le gustaba esta sensación de no debo hacerlo pero no era muy fan de seguir las reglas.

Ambos podrían arrepentirse de esto después, sin embargo, los dos chicos estaban cegados por simplemente el momento. Uno queriendo resolver el porque necesitaba volver a besar al chico peliblanco frente suya, y el otro tenía la mente en blanco sin ningún pensamiento de quién era el que lo mantenía acorralado en esa pared moderna y fría.

...

ㅡ ¡Viernes! Finalmente ㅡ. Fargan subió sus pies sobre la mesa color blanca en el centro de la sala, ubicada exactamente arriba de una carpeta peluda color naranja, de reuniones mientras el entrenador arreglaba algo rápido en su oficina. ㅡ Se sintió como una eternidad.

ㅡ Aigh, baja tus apestosos zapatos de la mesa ㅡ. La de cabellos largos y negros golpeo los pies del castaño logrando que este reaccionara sacando sus pies de aquella mesa. ㅡ Y no estés tan contento, hoy es el juego contra Los Lobos y eso terminará tu felicidad.

ㅡ Opino que vayamos a beber de ambas formas ㅡ. El grupo le miró con curiosidad.

Todos estaban divididos en aquella sala, la amistad en este equipo de soccer no era el elemento más fuerte. Fargan y Nieves compartian el mismo sofá largo con Rubius en medio, dejando a ningún otro sentarse con ellos o algun tipo de interacción. Luzu, Monica, y Alexa eran un grupo entre ellos mismos pero más abiertos que el grupo de Rubius, porque a comparación ellos querían tener una amistad con todos en ese cuarto.

Y Alexby, el pelinegro está en la guardia del capitán el equipo.

ㅡ Cierren la puta boca, me tienen harto ㅡ. El capitán alzó la voz sentándose en su sitio, ajusto las vendas que tenía rodeadas en ambos de sus brazos mientras su cabello cubría parte de su vista. ㅡ Monica lo dijo, tenemos un juego y dudo que ustedes quieran perderlo.

ㅡ ¿Desde cuándo a ti te interesan los partidos? ㅡ Dijo Luzu curioso.

ㅡ Nunca dije que me importara, ¿Quieres que no detenga ningún balón? Porque podemos irnos a la mierda si yo lo deseo ㅡ. Rechino los dientes mirando al castaño de ojos rojizos, la tensión en esa habitación se sentía cuando Rubius abria la boca y mucho más hablando contra Luzu.

Suspiro fastidiado. ㅡ A la mierda contigo.

El capitán no dijo nada más sabiendo que él tenía razón y asi fue, el entrenador no tardo en entrar por a la sala con unos papeleos en manos.

ㅡ Bien chicos, repasaremos esto una última vez.

ㅡ Bien chicos, repasaremos esto una última vez

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flawless ★ rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora