capítulo 40

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Una vez entrando de nuevo a los dormitorios y específicamente al piso que le pertenecía a su equipo fue inevitables miradas curiosas de algunos y las preguntas de otros, supuso que Luzu fue el insistente en todo esto porque Nieves no estaba a la vista y Fargan tampoco. Eran el resto de su equipo que habían salido a ver que sucedía cuando el castaño de ojos rojizos termino alzando la voz hasta él.

La misma historia de siempre, Luzu realmente era un examen de prueba para comprobar hasta donde lograba llegar su paciencia antes de explotar. Si no fueran las pastillas que lo mantenían calmado, quizás hubiera sido diferente. O tal vez no.

ㅡ ¿Quieres dejar de cuestionar todo lo que hago? ㅡ, Dijo entre dientes mientras sostenía a Luzu contra la pared con uno de sus cuchillos rozando el fino cuello del defensor del equipo, aquellas palabras fueron suficiente para alertar a todos una vez vieron el cuchillo de nuevo en manos del albino.

ㅡ Eres el capitán y debería importarte esto ㅡ, Contestó con el ceño fruncido sintiendo el metal frío chocar contra su cálida piel. ㅡ Lo digo en serio.

ㅡ Si tanto deseas el puesto de capitán pídelo, sé que te duele no tener el estúpido titulo ㅡ, El silencio fue alto cuando aquellas palabras salieron de los labios de su capitán, los osos estaban atentos a cada movimiento antes de intervenir porque no querían que nadie salga herido.

ㅡ Ve a buscar a Nieves ahora ㅡ, Alexa le susurro a Alex antes de que se escabullera hasta la habitación de la chica sin intentar levantar la atención.

ㅡ No me duele, Rubius. No lo hace.

ㅡ Me vas a decir que no te duele que Marlin haya dicho que soy mejor para el puesto, que confía más en un enfermo como yo que no tiene futuro, en un miserable que apareció de la nada y te quito ese preciado titulo que tanto atesorabas cuando tu trabajaste mucho por eso ㅡ, La tensión subió rápidamente en esa habitación porque absolutamente nadie sabía todo lo que el peliblanco que acababa de decir.

Luzu no dijo nada pero el reflejo y brillo de sus ojos desapareció al instante, le dolía y admitía que su relación se destrozó con Rubius por el titulo de capitán que sucedió hace unos años antes de que algún otro miembro actual llegase, el cuchillo dio un raspón logrando generar un corte ligero y superficial.

ㅡ Detente, no, sabes que... ㅡ, Fue interrumpido.

ㅡ ¿No? Sé lo que decías, sé que soy un enfermo inestable y detestable según tus palabras.

Un agarré se posicionó en el hombro del albino, Fargan lo separo como pudo del defensor y lo llevo indirectamente a su habitación sin tocarlo más. Los demás estaban preocupados, sabían lo que Rubius sufrían pero sintieron que la rara relación entre esos dos se volvió mucho más confusa que antes.

Cuando logro llegar a la habitación junto con Fargan, fue directamente a buscar un cigarro para encenderlo y liberarse de la tensión que sentía en su cuerpo.

ㅡ Iré a ver cómo están los chicos ㅡ, Le dijo Fargan a Nieves antes de salir al pasillo cerrando la puerta detrás suya, la pelirroja volteó a su amigo y se sentó a unos pies de él.

ㅡ ¿Estás bien?

ㅡ Sí.

ㅡ Rubius.

ㅡ ¿Qué quieres que diga?

A Nieves le dolía ver a su amigo de tal forma y comenzó a jugar con sus dedos bajando la mirada a ellos, Rubius estaba sentado sobre el sofá mirando a la nada con su cigarro encendido.

ㅡ Escucha, sé que estás pasándola muy difícil pero si necesidad ir con...

ㅡ Cállate, por favor cállate y no termines esa oración.

ㅡ Escucha, no quiero que cargues con todo esto porque sé que te va a doler ㅡ, Su tono de voz era sincero y cálido que cualquiera confiaría en ella para todo. ㅡ Sólo quiero ayudarte.

ㅡ Mi vida es un desastre, nadie puede resolver nada incluso yo mismo.

....

ㅡ ¿Dónde estabas? ㅡ, La voz fuerte del capitán resonó cuando  la puerta cerró detrás suya y mandó escalofríos por su cuerpo. ㅡ Habla.

ㅡ Dormí en casa.

ㅡ Claro ㅡ, Dijo curioso mientras se ponía de pie para poder acercarse hasta el azabache analizando su anatomía impecable. Vegetta comenzó a ponerse nervioso pero no de forma visible, sabía mantenerse neutral cuando sucedían estas cosas. ㅡ ¿Entonces que hacías con mi hermano?

La sangre del azabache se congeló en esa pequeña frase que fue imposible de ignorar y eso el albino no lo dejó pasar sabiendo que golpeo el punto suave de su delantero estrella, el mejor jugador número tres seguido de Rubius Doblas como segundo. Willy suspiró y chasqueó los dedos como seña de dolido.

ㅡ ¿Qué hacías con mi hermano? Repito por si no me escuchaste bien, y no intentes hacerte el estúpido porque tengo pruebas.

ㅡ ¿Qué hacías con mi hermano? Repito por si no me escuchaste bien, y no intentes hacerte el estúpido porque tengo pruebas

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flawless ★ rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora